La Universidad de Buenos Aires atraviesa un nuevo ejemplo de lo que pasa cuando los negociados manejan nuestra educación. El conflicto docente, por la baja de cientos de docentes del CBC, el cierre de cursos, los más de 10.000 que están ad-honorem (no cobran) en toda la UBA y los intentos de avanzar en las políticas restrictivas en los pre-universitarios, son solo la punta del iceberg. El ajuste del gobierno, baja de la mano del rector Barbieri y los decanos que son puestos a dedo y a espaldas de todos. Los estudiantes tenemos que organizarnos junto a los docentes para enfrentarlos.
Escándalo en Económicas
Tras la renuncia del vicerrector de la UBA, Darío Richarte, exSIDE, denunciado por los sectores estudiantiles y docentes y apartado de su cargo para no pagar el costo político en un año electoral, el desbarranque en la cúpula de la UBA continúa. El 20 de Abril, el decano de Económicas, José Luis Giusti (el as cercano al rector Barbieri) presentó su renuncia por supuestos “problemas personales”. Lo cierto es que hace tiempo está envuelto en un escándalo de corrupción por haber incrementado su patrimonio con fondos de la facultad. Emiliano Yacobitti, Secretario de Hacienda de la UBA, titiritero de la Franja Morada (agrupación de derecha que dirige Económicas como una patota al servicio de la privatización), abanderado de la UCR capital y su aliado hasta el momento, le “soltó la mano” cuando Giusti se fue con el PRO. Eso ayudó a una “pronta y prolija salida” de Giusti ante los escándalos de corrupción. Todo esto transcurre en una facultad que construyó en 2011 un edificio nuevo de varios pisos y cómodas instalaciones en tiempo record, cuando hay varias e importantes facultades de la UBA en crisis edilicia, sin agua, gas ni condiciones mínimas de seguridad. ¿Cómo hicieron? Todo cierra cuando el uso para el cual fue construido el nuevo edificio terminó siendo para los posgrados arancelados. Una vez más el negocio antes que la educación.
El lunes 4 de Mayo, las autoridades eligieron a un nuevo decano, Cesar Albornoz, el exSecretario de Hacienda y Administración de la Facultad, curiosamente, quién manejaba los fondos de la FCE y tenía conocimiento de los negociados y la malversación de fondos en la que estaba envuelta la facultad. Para lograr poner a semejante personaje al frente de la facultad, su “elección” se realizó a puertas cerradas, en una maniobra para ocultar la corrupción que destapó el caso Giusti.
El ajuste que impulsa el gobierno nacional contra nuestra educación pública, es ejecutado por radicales y kirchneristas por igual. Y el ejemplo de económicas es solo una pequeña parte de la realidad en la UBA. Mientras renuncian vicerrectores y decanos por corrupción, miles de docentes están sin cobrar, avanzan los recortes presupuestarios y la crisis educativa se hace más aguda. Desde el 2013, con la asunción de Barbieri, se profundizaron los recortes a miles de becas en toda la UBA, el congelamiento de los proyectos edilicios urgentes, los miles de docentes ad-honorem y los proyectos de acreditación de nuestras carreras. Es coherente con la LES menemista que el kirchnerismo profundiza, la LEN y la NESC contra los secundarios y todos los convenios y acreditaciones orquestados por la CONEAU y la ANFHE, que no son mas que expresiones de la educación que quiere el Banco Mundial para países como el nuestro.
Para avanzar en la democratización de la UBA y ponerla al servicio de los trabajadores y no del mercado y los sectores empresariales, para que los 300.000 estudiantes y los miles de docentes y no docentes podamos elegir el rumbo de la universidad y a sus autoridades, como defiende el derecho a la autonomía universitaria (reforma de 1918) tenemos que organizarnos. Los centros de estudiantes y la federación tienen que estar al servicio de la pelea contra el ajuste.
Por una FUBA democrática y de lucha
La FUBA, que éste año tiene su congreso, debe ponerse a la altura de lo que necesita el movimiento estudiantil. Su actual conducción, el Partido Obrero y La Mella (Patria Grande), tienen que convocar a un congreso democrático y por las bases que nos permita organizarnos contra el ajuste. No coincidimos con el planteo que lanza el Partido Obrero, y que sostiene en los hechos La mella, de que hoy la tarea es la pelea ”por la dirección de la FUBA” a secas y como una salida en si misma, eso refleja una concepción de aparato. La pelea es por construir una FUBA democrática y de lucha, al servicio de que el conjunto y no una ínfima minoría sea parte de los debates y de las tareas planteadas. A su vez, que tenga bien en claro que éste o cualquier gobierno están al servicio de los sectores poseedores y contra los trabajadores y el pueblo y que la salida es la lucha y la movilización. Por lo que tenemos que pelear es por una FUBA que ponga de pie al movimiento estudiantil frente al ajuste del gobierno y el rectorado. La dirección, será la que esté al servicio y a la altura de esa tarea. Coincidimos con casi todas las fuerzas de izquierda de la UBA en que ni la Franja Morada, ni la Cámpora o los sectores del reformismo pueden ser una alternativa, han demostrado por años que su compromiso es con los negociados saqueadores y privatizadores de nuestra educación. Ellos son el brazo estudiantil del ajuste del gobierno y el rectorado. Justamente por eso es que planteamos que mantener la federación como un sello es lo que pone en riesgo a la FUBA, como fue en 2014 cuando el congreso quedó sin quorum por la política de la Franja, los reformistas y los Kirchneristas.
La pelea por un Congreso de la FUBA democrático y de lucha no es, ni mucho menos, un planteo idealista o abstraído de la realidad, es lo opuesto. La única forma de enfrentar los embates cotidianos que sufre nuestra universidad por parte del gobierno, el rectorado y sus agrupaciones estudiantiles es con un movimiento estudiantil profundamente comprometido con la defensa de la educación y ligado a los docentes, no docentes y trabajadores. Para ésa tarea no alcanza ni sirve una FUBA vacía de estudiantes. Tenemos la tarea de construír una federación diferente, que convoque a debatir de forma permanente al conjunto de los estudiantes, que ayude a que de conjunto el movimiento estudiantil empalme con su tarea histórica de ser aliado de la clase trabajadora en la lucha contra éste sistema opresor y elitista.
Un Congreso al servicio de ésa tarea
El congreso debe organizarse democráticamente, convocado con varios meses de anticipación, con jornadas de discusión, en asambleas por turno y con delegados elegidos por los propios estudiantes, para plantarse contra el ajuste no solo en los discursos, sino en cada aula y en cada facultad. Que permita que los activistas de cada carrera, estén o no en una agrupación o partido, se expresen en el congreso como lo mas dinámico de la lucha estudiantil. Es una necesidad que la FUBA deje de ser un cascarón vacío de estudiantes que impulsa campañas con afiches y declaraciones, pero no logra movilizar a los paros generales o a los propios conflictos estudiantiles. La FUBA debe ser una herramienta para luchar contra el ajuste del gobierno nacional y no solo un sello para la conducción de turno. Tenemos que terminar con los negociados privados, los millones que van al pago de la deuda externa, los subsidios a las privadas, el desfinanciamiento educativo, los docentes que no cobran, los recortes a la oferta horaria y las acreditaciones que bajan el nivel a nuestros títulos. Para semejante tarea, necesitamos un movimiento estudiantil democrático, organizado y de lucha.
Desde El Viraje! nos ponemos al servicio de esa tarea desde la vicepresidencia del CEFyL. Y por eso impulsamos llevar éste debate a todos los rincones de la facultad. Es necesario que los estudiantes tomemos en nuestras manos nuestros centros y federaciones para defender nuestra educación y ponernos de pie frente ajuste.