LAS “IDEAS” DE IDEA

Este año por la pandemia, no hubo mesas con finos vinos ni cubiertos de plata, sino una reunión virtual. Pero como todos los años, los empresarios, los dueños de este país pusieron sobre la mesa las medidas principales que le exigen al Gobierno para “poner en marcha al país”. Medidas que, como siempre, garanticen sus ganancias a costa del pueblo trabajador.

Un capitalismo poco solidario

Desde la época de Carlos Menem que un presidente peronista no participaba del Coloquio. Alberto Fernández tuvo un discurso conciliador, pero no llegó al corazón empresarial. Después de quejarse de la “herencia recibida” endulzó los oídos patronales con futuras obras públicas y promesas de fomentar la inversión. Pidió “confianza”, asegurando que no tocará “jamás” los depósitos en dólares. Recordó que ayudó a pagar los salarios de 236 mil empresas. También dijo que el camino es la “conciliación con todos” y que “el capitalismo puede garantizar el desarrollo si no pierde su carácter solidario”. Atrás ya habían quedado el proyecto de expropiación de Vicentín, y el impuesto a la riqueza. Pese al tono del discurso, según el diario La Nación, todo era pesimismo entre los CEOs. Y el “muro” del evento virtual se llenó de desconfianza, rayando casi la falta de respeto. “El presidente dice cosas que Cristina desmiente. Parece que manda ella” (…) “no le puedo creer”, escribió el director de Pluspetrol. “Su palabra está devaluada, no es creible”, dijo el presidente de HIT. A pesar de estos desplantes, el Ministro de Economía, Martín Guzmán volvió al otro día con renovadas promesas. Esta vez en consonancia con los banqueros, aseguró que va a controlar el dólar y la inflación y “racionalizar el gasto público”.

Entre el discurso y la realidad

Entre el supuesto “capitalismo solidario para desarrollar el país”, del que habla Alberto, y la realidad que vive el pueblo, hay un abismo.

Como los patrones no viven de discursos, vienen aprovechando la vía libre para seguir despidiendo y con la complicidad de los dirigentes sindicales bajar salarios. Uno de los más solidarios con los patrones ha sido Antonio Caló de la UOM (metalúrgicos) quién pactó bajas salariales “para evitar despidos” y quitó la cláusula gatillo (ajuste periódico de salarios) de los reclamos, porque “pasó de moda1.

Los números del INDEC son categóricos: desde 2018 y septiembre 2020 se han perdido 4 millones de puestos de trabajo. Otros indicadores señalan que en los últimos cinco años los salarios perdieron cerca del 40%, avalados por las cifras oficiales que han situado la pobreza en más del 40% y la desocupación podría llegar este año, en números reales, al 25%. Como se puede ver los capitalistas solo han sido “solidarios” con sus ganancias. Y quién fue “solidario” con los capitalistas fue el Gobierno que los subsidió y les pagó el 50% de los salarios, entre otros beneficios.

Un “programa” patronal para salir de (su) crisis

En el Coloquio de IDEA los empresarios aprovecharon para presentar su “pliego de condiciones” al Gobierno, que hará pagar esta crisis a la clase obrera, la clase media y demás sectores populares.

Como punto principal platean “la seguridad jurídica” (esa que no respetan cuando se trata de leyes laborales) y que se respete “la propiedad privada y reglas para sus inversiones de largo plazo”. Como por ejemplo las “cláusulas secretas” que se firmaron  con Cristina Kirchner en Vaca Muerta y el pago a precios subsidiados por el estado del barril de petróleo (“barril criollo”, más caro que el precio internacional).

Otra de sus “reivindicaciones” es una Reforma Tributaria, que les quite impuestos a los patrones y “amplíe la base tributaria”, es decir que haya impuestos “para todos” pero no para ellos.

A estas reformas se agregan las ya conocidas Reforma Previsional y la Laboral, para “aumentar la competitividad” a costa de mayor explotación y reducción de salarios y jubilaciones. Y por supuesto el infaltable “achicamiento del gasto público”, aspiraciones con las que Macri no pudo cumplir. Y todo esto planteado en un tono acorde con la propuesta del Gobierno y los dirigentes sindicales, de “consenso entre los diferentes actores” de la sociedad. O sea un Pacto Social, que obligue al pueblo a someterse a las necesidades patronales.

Luchemos por un plan de los trabajadores y el pueblo

Los empresarios quieren imponer su programa anti-obrero y anti-popular que el gobierno de Alberto y Cristina les vienen concediendo aplicar en los hechos.

Los trabajadores tenemos que luchar por imponer nuestro propio programa para salir de esta crisis. Un programa que les haga pagar la crisis a los verdaderos responsables de la miseria y el atraso de nuestro país: los empresarios, parásitos, socios menores de las multinacionales, la oligarquía y los banqueros.

1.Diario La Voz, 5/3/2020