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LAS INSTITUCIONES ESTÁN AL SERVICIO DE LOS PODEROSOS: UNA JUSTICIA PATRONAL CONTRA LA CLASE OBRERA

La historia del movimiento obrero en lucha ha puesto a los revolucionarios a analizar las características y sacar conclusiones respecto de los tribunales 

Desde el 18 de diciembre del 2017 el PSTU sufre una persecución estatal, que significó además de hostigamiento judicial y mediático, la cárcel y un juicio al que denominamos como “farsa”

Pero ¿ desde dónde nos paramos para decir estas afirmaciones? A diferencia de otras corrientes, para nuestro partido es recuperar la tradición e historia del movimiento obrero y los revolucionarios para que nos guíen. Es por eso que cada paso que damos lo tomamos de estudiar experiencias pasadas.

Por lo tanto queremos transmitir extractos de dos textos que creemos que tienen mucha actualidad realizados por Karl Liebknecht y James Cannon. (Ver recuadros)

A semanas de que concluya el juicio por las jornadas de diciembre del 2017, consideramos que desde el PSTU a pesar de nuestra debilidad pudimos rescatar las tradiciones de las experiencias pasadas, que el juicio farsa es una conclusión teórica y nuestra intervención en el Tribunal, la cárcel ha sido en los marcos revolucionarios. 

Por ello la nulidad del juicio debe ser la postura y por ende la libertad a Sebastián Romero, la absolución para César Arakaki y a mi persona.

 

 

Textos de Karl Liebknecht

Extractos de “Estado de derecho y justicia de clase”, 23 de agosto de 1907.

Carácter de la justicia 

«Cuando se habla de justicia de clase, se debe hablar antes que nada de Estado. Nosotros, los marxistas, no entendemos por antonomasia bajo el concepto de Estado una organización de humanos que están juntos por su filiación, nacionalidad o su residencia comunitaria. El Estado según nuestra concepción presupone, antes que nada, el hecho de que dentro de la organización humana existen diferentes estratos con distintos intereses. En el concepto de Estado ya va implicado el concepto de Estado de clase. Sociedades de clase las encontramos ya en los períodos más tempranos del desarrollo humano. Desde entonces nos encontramos con un Estado. Este Estado se encuentra organizado en sentido de aquella parte de la población que posee la mayor influencia.» 

Las instituciones y la Policía 

«Pero la minoría garantiza su dominio a través de variados medios de poder particulares de violencia estatal: a través de la legislación, de las escuelas, de la Iglesia, de la Policía, de la Justicia y del militarismo» (…) «Más aún: la Policía interviene también en el sistema judicial, en todos los rincones y callejones, de modo decisivo. Les recuerdo el Delito de Resistencia contra el poder del Estado. La jurisprudencia sobre este tema reside, de modo preponderante, en las
manos de la Policía. Los Tribunales rehúsan interferir en el omnipotente Poder de Policía y se atreven a examinar, sólo en dimensión completamente limitada, la legalidad del ejercicio oficial, aún siendo ese ejercicio tan injusto y brutal. Basta sólo con comprobar, por todos lados, de modo puramente formal y extrínseco, si la Policía actuó en el marco de su competencia. A los ojos de nuestros Tribunales, la Policía es, la mayoría de las veces, intocable y santificada.»

Los piquetes y las leyes del orden

«Un peligro monstruoso asalta la lucha sindical a través de la omnipotencia de la
Policía. El piquete en la huelga es el núcleo, la columna vertebral del derecho de Coalición. Ello representa, de inicio, el medio de hacer realidad el Derecho de Coalición. Precisamente por esta razón, es él, obviamente especialmente desagradable a los empresarios y por ellos particularmente odiado. Sin embargo, una vez que no se lo puede simplemente prohibir por medio de la Policía, en sí y por sí mismo, la Policía recurre a otros medios, colocándose naturalmente del lado de los empresarios con entusiasmo.»

Un juez es siempre parcial 

«¿Cómo se manifiesta la Justicia de Clase? Tenemos un Estado cuyo Poder de Gobierno se encuentra en las manos de las clases poseedoras. El Tribunal es en gran parte, dependiente de ese Estado y se compone de jueces eruditos y laicos que pertenecen a las clases poseedoras. Supongamos que se trate de una audiencia sobre la perturbación de la tranquilidad pública, la rebelión, el tumulto, alta traición. Los jueces poseen, evidentemente, el sentimiento personal de que el Estado se encuentra en peligro, bien como la aspiración instintiva de que el Estado debe de estar a salvo. Este estado de ánimo los hace parciales e incapaces de contemplar el
asunto con total tranquilidad, claridad y objetividad».

Para tener justicia hay que hacer la Revolución y el Socialismo 

«Debemos concienciar al pueblo acerca del hecho de que el Estado es un Estado de Clases y que, por consiguiente, la Justicia contemporánea, que se encuentra en las manos de los enemigos del proletariado, es la Justicia de Clase. Hemos de concienciar al pueblo de que las
condiciones de libertad puede ser apenas alcanzadas si todos los trabajadores permanecen unánimemente juntos, y con todas las fuerzas trabajan por una transformación de nuestra sociedad de clases en una sociedad socialista. Nuestra compañera, que se apresuró a venir de la India, ese maravilloso país, para nuestro Congreso Internacional, declaró ayer de forma simple y sencilla: ¡¡Qué es el Socialismo sino la propia Justicia!! ¡Compañeras y compañeros del Partido! ¡Esa es una verdad profunda! La Justicia es apenas posible por medio de la eliminación del Estado de Clase por la Socialdemocracia. Concluyo solicitándoles mantener siempre en cuenta el hecho de que no podemos esperar nuestra salvación de la magnanimidad voluntaria de los dominadores o de la adaptación amable de los Gobiernos del Estado de Clase. La
consolidación del poder proletario: esa es nuestra salvación. El medio más importante
para esto es, aquí nuevamente: ganar a los trabajadores para adherirse a las organizaciones, para ingresar en el Partido. Sobre todo en esas sedes deben ser ellos formados y madurados para la lucha tempestuosa de liberación del proletariado».1

 

La experiencia de SWP en el juicio en EE.UU.

A Continuación extractos del libro “El socialismo a prueba” de James Cannon 

«Desde el primer momento después de que se presentó la acusación contra nosotros en el Tribunal Federal de Minneapolis en julio pasado, reconocimos que el ataque tenía dos aspectos, y consideramos cada uno de ellos, creemos, en su verdadero significado. La acusación tenía por objeto proscribir al partido y privarlo, quizás durante mucho tiempo, de los servicios activos de varios de sus líderes más experimentados. Al mismo tiempo, era obvio que el juicio masivo, debidamente manejado por nuestra parte, podría brindarnos nuestra primera oportunidad real de dar a conocer el partido y sus principios a amplios círculos de trabajadores y obtener una audiencia comprensiva de ellos.  Nuestra estrategia, desde el principio, tuvo en cuenta ambos lados del problema. Naturalmente, decidimos utilizar en la mayor medida posible todas y cada una de las protecciones legales, tecnicismos y recursos disponibles para nosotros en virtud de la ley y la Constitución. Una dirección del partido que dudara o se negara a hacer esto pondría en peligro frívolamente la legalidad del partido y mostraría una actitud muy derrochadora hacia los cuadros del partido. Un liderazgo así solo merecería ser expulsado con palos y piedras.»

Tipo de defensa en el juicio 

«Por otro lado, planeamos llevar a cabo nuestra defensa en la corte no como una defensa “criminal” sino como una ofensiva propagandística. Sin ignorar tontamente o provocar al jurado o ayudar innecesariamente al fiscal, nuestro objetivo era utilizar la sala del tribunal como un foro para popularizar los principios de nuestro movimiento. Las consideraciones puramente legalistas prevalecen sobre él. Por lo tanto, rechazamos severamente los reiterados consejos de los abogados —algunos que ayudaron a Goldman en el juicio del caso así como otros que fueron consultados sobre la participación— de eliminar o restar importancia a nuestro programa de “propaganda” y dejar la política de defensa a los abogados.»

Usar el juicio para propaganda y educación obrera

«Esa es la política que llevamos con nosotros al juicio. Nos guió en cada paso del proceso. Y creemos que se puede decir con seguridad que la política ha sido ampliamente justificada por los resultados. Nuestros principios se popularizaron ampliamente, cien o mil veces mejores que nunca, y nuestra conducta ante la corte ha recibido la aprobación y la simpatía de los trabajadores militantes que siguieron el juicio y leyeron el testimonio. El juicio fue, con mucho, nuestro mayor éxito propagandístico. Además, incluso aquellos trabajadores que no están de acuerdo con nuestro programa, han aprobado y aplaudido nuestra conducta en los tribunales como digna de personas que se toman en serio sus principios. Tal es el testimonio de todos los compañeros que han informado sobre la reacción de los trabajadores al juicio. En una gira reciente por todo el país, de rama en rama del partido, escuchamos el mismo informe invariable en todas partes.»

El derecho genuino a la autodefensa y la tradición obrera 

«El expediente judicial dice:


Cannon: Bueno, puedo darle mi propia opinión, que estoy muy orgulloso del hecho de que el trotskismo haya tenido algún papel en influir en los trabajadores para que se protejan contra ese tipo de violencia.

Fiscal: Bueno, ¿a qué tipo de violencia te refieres?

Cannon: para eso se organizaron los diputados, para echar a los trabajadores de la calle. Recibieron una dosis de su propia medicina. Creo que los trabajadores tienen derecho a defenderse. Si eso es traición, puedes aprovecharlo al máximo.


El partido defiende a los trabajadores de los guardias de defensa

Fiscal: ¿Le diría al tribunal y al jurado la posición del Partido Socialista de los Trabajadores sobre los guardias de defensa de los trabajadores? 

Cannon: Bueno, el partido está a favor de que los trabajadores organicen guardias de defensa donde sea que sus organizaciones o sus reuniones se vean amenazadas por la violencia de los matones. Los trabajadores no deben permitir que se rompan sus reuniones o que se arruinen sus pasillos, o que se interfiera en su trabajo, por miembros del Ku Klux Klanner o Silver Shirt o fascistas de cualquier tipo, o matones o matones reaccionarios, pero deben organizar una, guardarse y protegerse donde sea necesario.

Fiscal: ¿Cuánto tiempo hace que la idea de un guardia de defensa de los trabajadores fue presentada por primera vez por el grupo del que usted es miembro?

Cannon: Puedo decir que he conocido esta idea, que no inventamos en absoluto, en mis treinta años en el movimiento obrero he conocido la idea de los guardias de defensa de los trabajadores y los he visto organizarse y ayudé a organizarlos. Más de una vez mucho antes de que oyera hablar de la Revolución Rusa.

 

 

KARL LIEBKNECHT (1871 – 1919) Miembro de la socialdemocracia alemana desde 1900. Fue el único parlamentario de este partido que se opuso el 4 de diciembre de 1914 a votar los créditos de guerra. Dirigente del ala izquierda, por sus manifestaciones contra la guerra fue expulsado del partido y encarcelado en 1916-1918. Junto a Rosa Luxemburgo creó el grupo Espartaco y el 1° de enero de 1919 creó el Partido Comunista. Fue asesinado por soldados del régimen de la alianza del ala derecha de la socialdemocracia con generales kaiseristas el 15 de enero de 1919

James Cannon.   En 1941 un total de 18 miembros y dirigentes del SWP que fueron enjuiciados y condenados a prisión de 12 a 18 meses por la ley Smith que los acusó por sedición por sus participaciones en las huelgas con piquetes en la ciudad de Minneapolis.

Entre ellos se encontraba  Cannon además de ser un dirigente obrero fue uno de los principales dirigentes partidarios