(Carolina Defilippi, Comision Directiva del SUTE- Mendoza)
La legalización del aborto es una necesidad para nosotras, mujeres trabajadoras y pobres, porque somos las que morimos por abortos clandestinos e inseguros, pero además porque bajo el capitalismo, no está garantizado el derecho de las mujeres a ejercer una maternidad de forma digna, y esto en muchos casos es lo que nos obliga a recurrir al aborto, o nos obliga a la maternidad, aunque no la deseemos.
Pero solo la garantía legal del aborto no resuelve el problema si no se proveen las condiciones para que las mujeres tengamos acceso a él a través de la red pública de salud.
Es en este punto que queremos debatir con conducciones como la del ENM, quienes han aggiornado la consigna del aborto legal, seguro y gratuito, reemplazando el “en el hospital” por el “en cualquier lugar”, lo que implicaría quitarle responsabilidad al Estado, dejando de lado la exigencia de mayor presupuesto para salud pública, o sea significa que el Estado no tendría ninguna obligación de garantizarlo.
Es decir, con la legalización se blanquearía que en las clínicas privadas se realizan abortos, pero nada nos garantizaría que podamos realizarlos en hospitales públicos. Esto, para las mujeres que no tenemos $40.000 para pagar un “aborto oficial” es lo mismo que nada. Para nosotras el objetivo no es sólo que sea legal, sino también que sea accesible. Si el Estado se desentiende, aunque podamos adquirir las pastillas legalmente, deberíamos seguir haciéndolo en lugares insalubres y aun seguir muriendo en el intento.
Creemos que la salud y la vida de las mujeres no pueden ser un asunto exclusivo de quienes cuentan con recursos económicos y que pueden pagar estos servicios médicos privados.
Nuestra bandera es y seguirá siendo por el aborto legal, seguro, gratuito y en el hospital, y que la plata para garantizarlo salga del no pago de la Deuda Externa.
Es casi seguro que Alberto Fernández será el nuevo presidente luego de diciembre y por eso, apenas asuma, debería legalizar el aborto inmediatamente por decreto. No podemos esperar ni un día más, por ser una necesidad urgente del pueblo pobre y trabajador. Ya que Fernández tiene la «decisión política” de legalizarlo, que lo haga. Solo así no van a seguir muriendo mujeres.