Los “capos” de la CGT se unen para dejar pasar el ajuste del gobierno

Y finalmente el presidente Macri vetó la “ley antidespidos”. A su vez, como lo hizo antes Cristina, en nombre de la atracción de capitales premia a los evasores y a los capitalistas dejandoles blanquear la plata sin tener que declarar como la obtuvieron. Para colmo, nos tiende la trampa de hacerlo en nombre de nuestros jubilados, mientras los tarifazos en el transporte y los servicios públicos hacen estragos en el bolsillo popular. En sintonía con esto, el gobierno le otorgó más autonomía a las Fuerzas Armadas, medida que sirve para fortalecer el aparato represivo del Estado, preparándose para los grandes enfrentamientos contra la población que resistan el ajuste, como se ven en algunas provincias del país. (Ver página 3) 

Al pie de la máquina, en las fábricas y en los lugares de trabajo, queda muy lejos la promesa de que en el segundo semestre la cosa va a mejorar. No hace falta ser economista para saber que para nosotros nada vendrá de la mano de las medidas anunciadas. En casa la familia estudia por donde recortar los gastos y hay miedo a perder la fuente de trabajo. Encima nos toman el pelo diciendo que lo que está sucediendo es un “sinceramiento”. Indigna ver como se pasan la pelota y nos dicen que no hay otra, que los trabajadores nos tenemos que acostumbrar a pagar siempre la cuenta de la crisis que no provocamos. Una vergüenza, además de una mentira, que no se puede permitir.

¿Para cuándo el paro nacional?

 En este marco, se juntaron los capos sindicales en un Comité Central Confederal y anunciaron con bombos y platillos que el próximo 22 de Agosto se unifica la CGT. Moyano, Caló y Barrionuevo dicen que van a dar un paso al costado para facilitar la unidad. En los diarios desfilan los posibles candidatos a Secretarios Generales, si es uno o varios, pero nada se dice de las necesidades de los trabajadores. Como sucede en cada lugar de trabajo, los periodistas aprovecharon la oportunidad del anuncio para preguntarles a los capos sindicales si ante el veto presidencial de la ley antidespidos no había llegado el momento de cumplir con las amenazas previas y convocar el paro nacional. La respuesta fue que no, que sólo pensaron en hacer unas ollas populares -sin mucha claridad de cómo y cuándo- como señal de protesta. Una verdadera burla para quienes venimos sufriendo despidos, suspensiones, tarifazos, y todo tipo de ataques a nuestras condiciones de vida. La pregunta que se impone es otra: ¿qué más hace falta para convocar un paro nacional? El 29 de abril pasado miles de trabajadores nos movilizamos contra los despidos y las medidas del gobierno. Mientras los trabajadores ganábamos las calles, los dirigentes nos dijeron que la salida era votar una ley antidespidos en el Congreso. Desde estas páginas, ya hemos manifestado que esa ley no era ninguna solución, y realizamos una serie de propuestas de fondo para comenzar a dar respuestas. Y hemos señalado que al plan de Macri y los gobernadores sólo lo podíamos frenar con un paro nacional y un plan de lucha unificado, organizado desde las bases, que permita derrotar el plan de ajuste y represión al servicio de las patronales. No obstante, estos dirigentes ni siquiera fueron capaces de defender su propia propuesta. El gobierno se les burló en la cara y no hicieron nada. Una nueva traición al movimiento obrero argentino. El propio Barrionuevo reconoció que “somos los grandes responsables de darle gobernabilidad a la democracia” (1). Este traidor suele ser muy claro en sus definiciones. En criollo, nos dice que esta conducción sindical es la responsable de no impulsar las medidas que necesitamos para frenar el plan antiobrero en curso. La “gobernabilidad” y la “democracia” de la que hablan son al servicio de las patronales a costa de que sean nuestras familias las que paguen la cuenta con más padecimientos. Los trabajadores no tenemos que defender la “democracia” de los que nos explotan para seguir amasando fortunas a costa de nuestro esfuerzo, debemos defender nuestras reivindicaciones derrotando el acuerdo de “gobernabilidad” que nos ataca permanentemente.

Apoyemos y coordinemos las luchas para romper el pacto desde abajo

A pesar de las traiciones de los dirigentes, el movimiento obrero argentino ha demostrado que está vivo y va dar pelea. El momento político luego del 29 de abril lo ha demostrado. Se han levantado los trabajadores patagónicos, como demuestran las puebladas en Tierra del Fuego que desafían el frío y la represión de Bertone, la gobernadora K. En Santa Cruz los maestros no dieron el brazo a torcer contra la gobernadora Alicia Kirchner. Los petroleros le “cortaron el gas” al gobierno de Macri en señal de protesta por los tarifazos. En Comodoro y el norte de Santa Cruz las luchas de los petroleros y de los trabajadores no paran. Los estatales siguen movilizados en todo el país. A tono con lo que sucede en Latinoamérica, los estudiantes se han levantado en defensa de la educación pública como no sucedía hace mucho tiempo. Y a su vez, el pasado 3 de Junio hemos realizado una nueva movilización multitudinaria en la Capital y en las principales ciudades del país contra la violencia contra las mujeres denunciando al Estado como responsable. Esta semana los trabajadores de Ecotrans cortaron la autopista desafiando a la propia gendarmería, los de las líneas 165-112-243 hicieron lo mismo en tribunales de Lomas y los trabajadores de Cresta Roja volvieron a la calle denunciando la farsa del gobierno de Macri. No hay tarea más urgente que rodear de solidaridad y apoyar estas luchas para que ellas triunfen. Los hechos han demostrado que la unidad por “arriba” de los capos sindicales está al servicio de hacer pasar el ajuste, es cómplice de los ataques patronales. Por eso abandonan a quienes sí están luchando. En consecuencia, debemos coordinar con todos los que están peleando. La unidad que nosotros necesitamos es la de todos los trabajadores, organizada junto a los sectores populares, para luchar y derrotar el plan de Macri y los gobernadores. Por allí iremos construyendo la nueva dirección obrera que hace falta y acumulando la fuerza para imponer a la dirigencia el paro nacional y el plan de lucha que tanto precisamos y que tanto resisten.

(1) Leer nota completa en www.larazon. com.ar/economia/CGT-anunciaron- unificacion-partir-agosto


La Corte Suprema en contra de los luchadores

Por si hacía falta algo para comprobar de que se trata de un “acuerdo de gobernabilidad” para reventar a los trabajadores, esta semana salió el fallo de la Corte que dice que las acciones de lucha solo pueden ser ejercidas por las asociaciones gremiales. Una vez más, la justicia demuestra que está al servicio de los poderosos. Y los trabajadores debemos rechazarlo en forma tajante.
La sentencia, que data de un reclamo de un trabajador del correo en el pasado, es un muy mal precedente. Es una señal tendiente a reducir los niveles de conflictividad, que restringe el derecho a huelga, determinando la “legalidad” de las medidas de fuerza y fortaleciendo el control de la burocracia sindical sobre los mismos, que como hemos visto, forma parte del pacto para que pase el ajuste.
“La Corte, siguiendo su propia doctrina, aclara expresamente que la facultad de declarar la huelga les cabe tanto a las asociaciones con personería gremial, como el caso de las agrupadas en las tres CGT, como a los sindicatos simplemente inscriptos, que por lo general adhieren a las dos CTA. Pero en ambos casos se trata de gremios. En cambio, los otros grupos de trabajadores, como organizaciones sociales o cooperativas, no son titulares de ese derecho”.