Desde que asumió el gobierno de Macri, hemos escuchado en repetidas ocasiones a Moyano, o a algún otro dirigente sindical, amenazar con una convocatoria a un paro nacional, si el gobierno seguía profundizando sus medidas anti obreras. Lo han dicho respecto al techo miserable a las paritarias, a la ola de despidos, al mantenimiento del impuesto al salario y los tarifazos.
Durante el segundo trimestre del año, la cantidad de conflictos en el sector privado aumentó un 22% (1), mostrando que hay disposición de los trabajadores a plantarse en contra del ajuste. Pero el paro nacional aún no da signos de existir, cuando más se hace necesario. Los dirigentes vendidos empiezan a repetir frases como “hay que darle tiempo”. Tiempo del que no disponemos los trabajadores, cada vez sufrimos más el hambre y la pobreza.
Los $2700 millones de pesos que adelantará el Gobierno a las obras sociales son los huesos para domesticar a sus perros. Plata que no irá a mejorar la salud de los trabajadores, que seguimos siendo atendidos en pésimas condiciones.
Como venimos diciendo desde las páginas de Avanzada Socialista, lamentablemente, la unidad de la CGT, prevista para el 22 de agosto, no está en marcha para plantear una salida unitaria contra los ataques del gobierno macrista, sino para garantizarle que pueda hacer pasar su plan de ajuste tranquilo.
Por su parte, las CTAs, aunque han impulsado paros por sector y ahora la Marcha Federal, no se juega a organizar el Paro Nacional y Plan de Lucha Unificado que tanto necesitamos.
1) Observatorio del Derecho Social de la CTA
Notas complementarias: