Ante los iniciales informes del acuerdo, rápidamente los distintos sectores patronales, que venían pidiendo que se avanzara en eso lo antes posible, salieron a pronunciarse de manera favorable.
Tal vez el sector más resonante fue el llamado grupo G6, compuesto por la Unión Industrial (UIA), la Sociedad Rural (SRA), la Cámara de Comercio (CAC) la Cámara de la Construcción, la Bolsa de Comercio y la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (ADEBA).
Estos serán los grandes beneficiados, de igual manera que lo fueron cuando el Gobierno de Macri contrajo la Deuda con el FMI: fueron los principales generadores de la fuga de dólares. En la lista de quienes fugaron más dólares en el período que la Argentina recibía dinero del Fondo Monetario se encuentran Pampa Energía, American Express, General Motors, Grupo Clarín, Techint, Arcor, Aceitera General Deheza, entre tantos otros.
No obstante, los elementos de crisis política en las alturas, también se ven en relación al acuerdo. Mientras que el sector del radicalismo y la Coalición Cívica ya anunciaron su apoyo al acuerdo, el PRO rápidamente llamo a una reunión con economistas para “analizar” la posibilidad de no votarlo en el Congreso. Aunque es posible que no sea más que un acto de demarcación de cara a la carrera electoral 2023 que ya comenzó, muestra las diferencias al interior de la oposición patronal respecto de cómo ubicarse.
Por su parte el Frente de Todos arrastra disputas internas y algunos componentes amenazan con abstenerse a la hora de votar, además de los pronunciamientos contra el acuerdo de sectores adeptos al Gobierno como Hebe de Bonafini, sectores de la CTA, y el economista Claudio Lozano, director del Banco Nación.
¿Quiénes contrajeron la deuda?
En el discurso inaugural de la asamblea legislativa, cuando Alberto Fernández se refirió al acuerdo con el FMI señalo: “Este Acuerdo tampoco releva al Poder Judicial de avanzar en esa investigación. Los argentinos y las argentinas tienen el derecho de saber cómo ocurrieron los hechos y quienes fueron los responsables de tanto desatino» haciendo alusión al Gbierno de Mauricio Macri. No es casual que el Gobierno no apunte contra el sector empresario que tanto se benefició con el endeudamiento, ya que varios de los principales fugadores hoy son sus aliados estratégicos como la familia Ezkenazi, con quienes hicieron excelentes negocios durante el periodo de los Kirchner en YPF. También se encuentra en la lista Mauricio Filiberti, flamante dueño de EDENOR, junto con los massistas Vila y Manzano.
Estos ejemplos son la muestra de que la única intención del Gobierno es utilizar la supuesta “investigación” con fines electorales y para contentar a sus sectores afines que ven con malos ojos el acuerdo, y mientras, que los grandes empresarios se sigan llenando los bolsillos a costa del hambre de los trabajadores y sectores populares.
Quien deja bien en claro cuáles son las intenciones de investigar la deuda es Itaí Hagman, el diputado de Patria Grande, quien señala que “el objetivo de la investigación no es una cuestión revanchista con nadie, sino que sirva para no cometer los mismos errores en el futuro”.
El nuevo acuerdo con el FMI le depara un próspero futuro a un sector importante de la burguesía que sigue acumulando grandes fortunas mientras que para el pueblo trabajador se vienen todavía peores condiciones de vida, con mayor precarización, desocupación y hambre.