El gobierno y Scioli tienen como mayor argumento electoral el cuento del lobo: “Si gana la oposición se viene el ajuste y la entrega a los buitres”. ¿En qué consiste el ajuste? Arreglo con los acreedores, incluidos fondos buitres, devaluación, caída de los salarios, despidos, aumento de las tarifas, caída del consumo, baja de la producción.
Macri y los economistas que lo acompañan, Carlos Melconian, José Luis Espert y Miguel Ángel Broda (tres reconocidos ex asesores de Cavallo) aseguran que si gana el candidato de “Cambiemos”, lo primero que hará es devaluar el peso 60%. Broda declaró al diario La Nación: “El ajuste es inexorable; el asunto es si el ajuste se hace de golpe o a los golpes”.
El mismo diario La Nación señalaba el 5 de septiembre: “Son más las coincidencias que las diferencias entre los equipos económicos de Mauricio Macri y Sergio Massa. Levantar el cepo cambiario, bajar gradualmente la inflación a niveles de un dígito, eliminar las retenciones y desarrollar en el tiempo un plan de adecuación del gasto fiscal son todas propuestas que figuran en uno y otro búnker. Al menos así quedó en evidencia ayer en la 36º Convención Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), donde expusieron en un mismo panel dos de los referentes económicos de cada espacio: Rogelio Frigerio, por el macrismo, y Aldo Pignanelli, por el massismo.”
Hasta ahí la postura de los economistas de los principales candidatos de oposición, claramente en favor del ajuste.
¿Pero que propone el candidato del kirchnerismo en materia económica? Miguel Bein, el principal asesor económico de Scioli (que fue viceministro de economía bajo el gobierno de De la Rúa) en distintas entrevistas aseguró que si gana el Frente para la Victoria pagará a los fondos buitres el 70% de lo que reclaman. Y que para cubrir esa deuda y los muchos miles de millones más que vencen el año que viene recurrirá al mayor endeudamiento con el exterior. Además aseguró que habrá aumento general de tarifas de los servicios públicos. Y que los salarios deberán aumentar menos que años anteriores.
En síntesis y como explicaba Ricardo Arriazu, un conocido economista tucumano, a La Nación (12/9/2015) en una reunión de la Fundación Mediterránea (organización empresaria) en Córdoba: “La dirección del cambio es casi única, cualquiera sea el candidato. Es que el desequilibrio fiscal está agravado y llegará al 8% del PBI, con un nivel de gasto insostenible (crece al 40%) y creciente desequilibrios en cuenta corriente. Hay una fuerte pérdida de competitividad por el alto costo laboral unitario y la alta presión impositiva. (…) La pregunta es cómo será el ajuste, si ordenado o desordenado, y de eso dependerá cómo viviremos”, advirtió.
Frente a esta perspectiva queda claro que apoyar a Scioli, Macri o Massa es fortalecer la perspectiva del ajuste. La única alternativa es fortalecer al Frente de Izquierda y los Trabajadores con su propuesta de que la crisis la paguen los patrones y no los trabajadores y el pueblo.
El ajuste que viene aplicando el kirchnerismo
En base a datos del propio gobierno kirchnerista, podemos ver el ajuste que ya se viene aplicando.
Arreglo con los acreedores y fondos buitres: En 2003 la deuda del estado central era de 150.000 millones de dólares. Desde entonces hasta el 31 de diciembre de 2014 el gobierno pagó 174.000 millones de dólares. A pesar de ello, la deuda a esa fecha del estado central (sin contar provincias) es de 260.000 millones de dólares. Del total que pagó el gobierno de deuda a los banqueros y fondos buitres, nada menos que 90.000 millones de dólares salieron del ANSES (dinero de los aportes jubilatorios de los trabajadores que no fue a las jubilaciones) y del Banco Nación (dinero que no fue a créditos productivos).
Devaluación: Desde 2003 hasta el día de hoy los sucesivos gobiernos kirchneristas devaluaron el peso un 233 por ciento. Y desde que asumió Kicillof el 20 de noviembre de 2013 (menos de dos años) la devaluación ha sido del 43,5%.
Industria y empleo: De los últimos dos años, la industria estuvo en caída 22 meses. Durante ese período se perdieron en el país 750.000 puestos de trabajo en el sector privado. Y hay miles de suspendidos. En esta página informamos de la crisis de la industria automotriz.
Inflación y salarios: En los últimos cuatro años se registra una inflación que osciló entre el 25 y el 40%. Los sindicatos negociaron aumentos salariales muy por debajo de esas cifras y en cuotas. Con lo que el poder adquisitivo de los trabajadores ha caído constantemente.
Impuestos: Los dos impuestos con los que más recauda el estado son el IVA, que afecta principalmente a la población de menores recursos y el impuesto a las ganancias sobre los sueldos (4ta categoría). En cambio no se cobra impuesto a los negocios financieros (por ejemplo, no se paga impuesto por las ganancias que se obtienen comprando y vendiendo acciones empresarias)
Tarifas: El gobierno ha sostenido las tarifas de los servicios públicos en la Capital y el Gran Buenos Aires en base a subsidios, mientras en el resto del país esos mismos servicios cuestan mucho más caros. Con la particularidad de que entre los beneficiados por esos subsidios se cuentan la clase media alta y los ricos.