Mientras los infectólogos, periodistas y dirigentes políticos, insisten en que no se sabe cuándo vendría el pico, y nos avisan que ya hay más de 250 mil infectados y más de 5 mil muertos, que colapsan los hospitales y que “la cuarentena hay que cumplirla”, al mirar alrededor te preguntás: ¿cuál cuarentena?. Viajás mal, sin las condiciones mínimas de higiene en el transporte. Y al llegar a la fábrica o al lugar de trabajo, las cosas no son mejores. Lejos del discurso y la publicidad y del “riguroso protocolo” anunciado, tenés que trabajar sin las condiciones ambientales adecuadas, sin distanciamiento y elementos de seguridad indispensables. Entonces te das cuenta de que aunque el Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, diga que “El principal foco de contagio, son las fiestas, los abrazos, tomar mate,…”, o que Alberto asegure que la “gente se relajó…”, eso es un verso. Te lo confirman los trabajadores de La Salteña y de Ledesma (ver recuadros).
Más contagios y muertos: ¿de quién es la culpa?
En Felfort llevan más de 60 compañeros contagiados. Entre los ferroviarios ya son más de 400 compañeros infectados, arriba de 70 en el subte y días pasados murió un compañero de la Línea C. Hay choferes afectados por el covid 19, empleados de comercio como en COTO, donde según denuncian sus empleados, son ya más de 500 trabajadores contagiados. Entre los trabajadores de la salud se superan los 50 muertos. Es una larga lista en todo el país.
El Gobierno y Gobernadores tienen un doble discurso y tratan de ocultar estas cifras de la pandemia. Le echan la culpa a la “irresponsabilidad individual”. Pero no son “los mates ni los abrazos”. Son la falta de interés y la codicia de los patrones, avalados oficialmente, las responsables de la escalada de contagios y muertos. No son “los paseos en las plazas”. Son la falta de elementos de seguridad e higiene y la precariedad del sistema de salud, los que están matando a los trabajadores y al pueblo humilde en las fábricas y barrios populares. No solamente no hay cuarentena, hay una política consciente de las patronales.
Hay que organizarse como en La Salteña o Felfort para parar la producción e imponer un protocolo al servicio de la salud obrera. Pero no hay posibilidad de defender la vida solamente fábrica por fábrica o por lugar de trabajo. Los dirigentes de la CGT/CTAs abandonaron a los trabajadores a su suerte. Hay que reclamar y obligarlos a una pelea unificada y a un Plan de Lucha por un protocolo discutido en asambleas, para imponérselo a las patronales, que no vacilan en sacrificar la vida obrera con tal de llenar sus bolsillos.
14 de Agosto de 2020.-