LOS QUE NO PIERDEN Y QUIEREN MÁS

En la ciudad de Bariloche se reunieron en el Foro de Llao-Llao, junto a candidatos capitalistas como Macri, Larreta y Milei, los principales empresarios millonarios de la Argentina y algunos extranjeros. Y acompañados también con la presencia del Ministro de Economía, Martín Guzmán. El tema principal fue como encarar el panorama político venidero al calor de continuar el crecimiento de sus ganancias pos pandemia a costa de reformas laborales, previsionales, impositivas y permisivas para seguir ampliando sus riquezas. 

 

Estos representantes de la burguesía argentina asociada con grandes empresas internacionales no son precisamente los que perdieron con la economía pre pandemia, durante la pandemia y ahora pos pandemia. Todo lo contrario, ampliaron sus patrimonios y crecieron inclusive sus millonarias ganancias a costa de la superexplotación de los trabajadores y el pueblo avalada por el Gobierno de Fernández, que los subsidió en plena epidemia de Covid-19.

 

Datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y de la Revista Forbes, vocero del ámbito burgués millonario mundial, muestran que entre febrero 2020 y febrero 2022 de las 11 familias más ricas de la Argentina, 8 incrementaron notablemente su patrimonio, a costa de voluminosas ganancias extraídas de la producción de alimentos principalmente y otras por la energía y el comercio con sus empresas.

 

Entre lo más representativos están los mencionados desde hace años: Paolo Rocca (de Techint –metalúrgica-), Luis Pagani (del grupo Arcor –alimentos-), Rubén Cherñajovsjy (grupo Newsan –electrónica-), familia Bulgheroni (petróleo y energía), Carlos Blaquier (alimentos), Nicolás Caputo (Grupo Mirgor Construcciones), Eduardo Eurnekian (construcciones y aeropuertos), y grupos como Clarín (telecomunicaciones), Macro (financiero) y La Anónima (comercio de alimentos).

 

En recuadro aparte se detallan las millonarias utilidades que en los últimos meses algunas de estas empresas privadas, la mayoría monopólicas, repartieron a sus socios  accionistas, que no precisamente sufren penosas condiciones de vida amparados en la sagrada propiedad privada de los medios de producción. En la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Alberto Fernández resaltó que “….el crecimiento es muy grande, la recuperación del empleo es real, el consumo crece…”. Algo idílico para el Gobierno, pero hipócrita y ofensivo ante la inflación y especulación generados por estas empresas. Esto no es para todos, ya que hay 17 millones de pobres en el país y en aumento la indigencia.

 

El campo y los bancos no paran de aumentar sus ganancias

 

Aunque frente a la remota posibilidad del aumento de las retenciones salieron a protestar con el tractorazo del 23 de abril, los dueños de las tierras cultivables son también socios de la superexplotación de los trabajadores y el pueblo al aplicar los precios internaciones de los cereales sin controles que generan inflación y cuantiosas ganancias, con la excusa del libremercado capitalista. Un ejemplo es la soja que llega a los U$S 645 la tonelada, precio record, colosal aumento al igual que el resto de los cereales. 

 

De la 36 millones de tierras cultivadas, casi el 50% es explotada directamente por capitales terratenientes y pools de siembra. Y casi el otro 50%, unas 18 millones de hectáreas, están arrendadas por estos dueños a otros productores y cobrando rentas vinculadas a la variación generalmente de la soja en el mercado internacional, generando puja de rentismo económico entre los propios productores. Obviamente el productor pequeño pondrá el grito en el cielo ante pagar el alquiler del campo, y las retenciones vigentes, a valor dólar e internacional. No obstante las ganancias ante los precios especulativos profundizados por la guerra ruso-ucraniana son astronómicos.

 

En el 2021 el sistema bancario privado ganó 133.700 millones (U$S 1.162 millones) , $365 millones por día. Un festín financiero que incluye los bonos Leliqs del Banco Central por los cuales paga intereses del 44% anual a 7 días y deben solamente tomados por las entidades bancarias.

 

La aspiradora de la Deuda Pública

 

Sin la Deuda en Leliqs llega a casi U$S 350.000 millones, de los cuales las dos terceras partes es Deuda Externa. Se van miles de millones de dólares en intereses, como los $267.000 millones ((U$S 2.321 millones) pagados en el primer trimestre del 2022, o como los derivados al propio FMI en este mes de mayo por U$S 1.049 millones. 

 

Continuamente el Gobierno emite millonarios bonos atados a la inflación y por los cuales debe pagar miles de millones de ajustes de capital e intereses. Con la Deuda con el FMI no difunden los intereses que el organismo percibiría por la renovación periódica de los vencimientos del préstamos otorgado al gobierno de Macri. 

 

Según el INDEC, en época de crecimiento económico pos pandemia, y sin tener en cuenta al Sector Público, las patronales se llevan un 54% de la riqueza generada, y como contrapartida la participación de los asalariados  la disminuyeron al 34%. Moraleja: SI ESTO NO ES AJUSTE, ¿EL AJUSTE DONDE ESTÁ?

 

Fuentes

El Destape – 20-04-2022 y 25-04-2022

Página 12 – 29-04-2022

CBA 24 – 02-05-2022

Diario Perfil – 02-05-2022

Ámbito – 03-05-2022

Infobae –