Los días 11,12, y 13 de octubre, se realiza en la provincia de Salta el XXIX Encuentro Nacional de Mujeres. Compañeras de distintos puntos del país viajan miles de kilómetros para poder debatir de manera colectiva los problemas que sufren cotidianamente, en el marco de ajuste que vivimos hacia la mayoría de la población. Es fundamental que este encuentro se transforme entonces en una gran tribuna para denunciar cómo son atacados día a día nuestros derechos, y debatir entre todas cuál es la manera de salir a enfrentarlo.
En el último tiempo el Gobierno Nacional y los gobiernos provinciales vienen asestando un brutal ajuste a nuestra calidad de vida como pueblo trabajador. El techo al aumento de nuestros salarios que pactaron junto a los patrones a principio de año, la inflación que hoy ya superó ampliamente esos míseros acuerdos, los despidos y suspensiones que llegan a más de 400 mil a esta altura, junto a la avanzada represiva, con Berni a la cabeza, cuando salimos a reclamar contra estas cosas, es el combo que venimos viviendo y que con la decisión de la Presidenta de pagar sí o sí a los buitres se viene profundizando cada vez más. Pero si somos mujeres y más aún, si además somos jóvenes, este marco es todavía más hostil y terrible. Pese a que parezca cosa de otro tiempo, las mujeres ganamos en promedio un 24% menos que los hombres. La precarización laboral nos alcanza en un 37,7%, mientras que un 40 % de las familias tienen a una mujer como jefa de hogar. En el ámbito de la violencia las cifras son cada vez más alarmantes, sólo en el mes de Agosto de 2014 se cometieron cinco femicidios en una semana y basta prender el televisor diariamente para conocer un nuevo caso de violencia hacia la mujer. No tenemos derecho a decidir el momento de nuestra maternidad, mueren al año más de 200 jóvenes y niñas en nuestro país, producto de abortos clandestinos realizados en situaciones terribles, y desde el 2007 que todos los proyectos por la legalización del aborto que se vienen presentando en el Congreso (con mayoría kirchnerista) pierden estado parlamentario y no son tratados. Tampoco tenemos mejor suerte si queremos tener un hijo, ya que el Estado no garantiza el acceso a salud, nos echan de nuestros empleos si estamos embarazadas, no tenemos jardines maternales en los lugares de trabajo ni de estudio, así como tampoco una buena salud y educación para nuestros niños.
La deuda es cosa de mujeres, la lucha también.
Muchas compañeras pueden preguntarse ¿qué tienen que ver los buitres y la deuda externa con estas problemáticas? Es muy importante entender nuestros problemas específicos como algo integrante de la realidad que nos atraviesa. Si las decisiones del Gobierno son siempre las de favorecer a las grandes empresas, a los organismos internacionales o los bonistas de la deuda, eso traerá entonces más ajuste para nosotras. La Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar toda Violencia contra las Mujeres, que se sancionó en 2009, podría haber sido un principio para ocuparse de la grave situación que atravesamos, sin embargo, su miserable presupuesto no permite tener profesionales y recursos a disposición de las mujeres en situación de violencia. Mientras Cristina grita a los cuatro vientos que pretende pagar a los buitres miles de millones de dólares, a costa del endeudamiento del país, para el auxilio concreto de las mujeres que sufren violencia (en toda la Argentina ¡se destinan sólo 12.600 pesos por día!). Sin ir más lejos, un programa nacional de emergencia para extender las licencias por maternidad, paternidad y familiares costaría 13.764 millones de pesos, valor aproximado al que reclaman los fondos buitre. En este Encuentro queremos debatir esto con todas las compañeras, queremos discutir sobre la necesidad de enfrentar el plan de ajuste que tanto el gobierno de Cristina, como la oposición patronal junto a los dirigentes sindicales vendidos quieren imponernos, porque somos las primeras que perdemos el empleo, las que debemos hacer malabares con un mísero salario para alimentar y vestir a nuestras familias, las que nos desgarramos ante el panorama de miseria y delincuencia que el sistema ofrece a nuestros hijos como única salida. Si lo principal es pagar a los buitres de todas las especies y la fraudulenta deuda externa, la consecuencia será entonces la falta de inversión en salud, vivienda, educación y transporte, y eso nos golpea a nosotras con mayor dureza. Comenzar el camino para poder liberarnos como mujeres implica enfrentar este plan, enfrentar a una mujer que a pesar de su condición de género no le tiembla el pulso en condenarnos a las trabajadoras a cada vez más miseria y legislar para los patrones y los dueños del mundo. Debemos tomar el ejemplo de las luchadoras de la independencia como Juana Azurduy o Macacha Güemes y combatir para romper en serio esta política de dependencia y sometimiento que el kirchnerismo lleva adelante a pesar de su retórica antiimperialista.
Nuestra liberación está atada a la conquista de una Segunda y Definitiva Independencia. Tomemos entonces esta lucha en nuestras manos, salgamos a pelear con todos los trabajadores y defendamos nuestro derecho a luchar. Para poder enfrentar estas políticas de ajuste de manera efectiva debemos unir nuestros reclamos al del conjunto del pueblo, para eso es fundamental que los espacios de organización también sean nuestros, nuestros sindicatos, centrales obreras o centros de estudiantes y federaciones deben tener como parte fundamental de sus demandas las necesidades de las mujeres, pero sobre todo debemos lograr que estas organizaciones garanticen que las compañeras puedan participar y así tener la fuerza necesaria para conquistar nuestras demandas como mujeres.
Suplemento Lucha Mujer (PDF) : http://nuevo.http://nuevo.pstu.com.ar/wp-content/uploads/2014/09/trotskyarchivo.jpg.com.ar/wp-content/uploads/2014/10/luchamujer-octubre2014.pdf