Estamos a pocos días de un nuevo 3J, la fecha que inauguró en 2015 una irrupción popular, con las mujeres al frente. La lucha en las calles ha forzado al gobierno de Macri, y antes al de Cristina, a tomar en cuenta la violencia machista y los femicidios. En 2016 Macri junto con la feminista Fabiana Túñez, al frente del CNM (Consejo Nacional de la Mujer) anunció su PAN (Plan de Acción Nacional contra la violencia). Pero en los presupuestos, las cuentas solo cierran para el FMI, las multinacionales y los empresarios. ¿Cómo impedir que la crisis caiga sobre la espalda de las mujeres trabajadoras y de las jóvenes?
Cada día que pasa hay una mujer más asesinada a causa de la violencia machista y diez han denunciado violaciones; cada tres días una mujer joven y pobre muere por un aborto clandestino inseguro; cada mañana una chica sale en busca de un trabajo que no encontrará, ratificando que las muy jóvenes triplican la media del desempleo, otra ni siquiera busca porque no tiene donde dejar a sus hijos, una tercera cobra su quincena, menor que la de un compañero que maneja la misma máquina.
Fabiana Túñez, al presentar el PAN en Suiza, aventuró: “Con un presupuesto preliminar de 750 millones de pesos para sus tres primeros años de ejecución, el Plan representa un compromiso inédito en materia de inversión pública para la promoción integral de los derechos y pone de manifiesto que la erradicación de la violencia es una política de Estado en Argentina”.
Sin embargo, aun sin contar la estampida del dólar, el vencimiento de las Lebac y el nuevo acuerdo con el FMI, los números revelan otras prioridades.
FMI: más deuda, menos vida
En el cuadro de esta página ya se ve que el presupuesto destinado al CNM, convertido en INAM en 2017, fue y es miserable, a pesar de la sanción de la Ley de Violencia 26.485 y de que la movilización obligó a aumentarlo, tanto a Macri como a Cristina. Esto se agrava porque hay subejecución presupuestaria (la inversión real es menos de lo que estaba asignado).
Yendo al gobierno actual, el 80 % del presupuesto del CNM se consume en salarios y el 80% del PAN en la construcción de refugios (necesarios para las emergencias). El gasto calculado solo comprende la obra pública, o sea, los ladrillos (ganancia para las empresas constructoras), pero no, por ejemplo, cómo y con qué se mantendrían las familias que vivieran allí, ni la atención profesional que requirieran. Para colmo el presupuesto de este año, no distingue partida para el PAN (ver cuadro), los diarios lo han destacado como “mujeres, las grandes ausentes del presupuesto 2018”
Lo más indignante es la comparación con la deuda pública. En el presupuesto 2018 se plantea descaradamente (antes de la devaluación) que el pago de los servicios de esa deuda pasará de 10% a 14% del total.
Mientras lo destinado a combatir la violencia machista es ínfimo, oscila entre 0,0018 y el 0,0070 % del total (ver cuadro).
¡Lo que se llevan anualmente los intereses de la deuda es por lo menos 1500 veces más que el mayor presupuesto para combatir la violencia! ¡El pago de la deuda es lo que hay que eliminar para reducir el déficit fiscal!
Vivas, libres y desendeudadas nos queremos. Pero, ¿cómo lograrlo?
Como en ocasiones anteriores, la organización del próximo 3J, se está debatiendo en la Asamblea #NiUnaMenos, dirigida por un colectivo de periodistas y personalidades kirchneristas.
Ellas acuñaron la consigna #VivasLibresYDesendeudadasNosQueremos y la proponen como vital para la próxima marcha. Hablan de “pensar cómo oponernos a la deuda, de volvernos insumisas al FMI, de derramar potencia y conectar luchas”.
Desde Lucha Mujer y el PSTU coincidimos en el repudio al FMI y la exigencia de No Pago de la Deuda como centro para el 3J que se viene, junto con el reclamo por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito que estará en discusión en Diputados para junio.
Pero creemos que para hacerlo posible debemos reeditar aumentadas, las protestas contra la Reforma Previsional que erosionaron al gobierno en diciembre y entorpecieron la implementación de la Reforma Laboral.
Que para eso, debemos luchar en la más amplia unidad, sin que interfieran las diferencias internas del Colectivo #NiUnaMenos, que ya generaron reuniones divididas para la preparación del 3J.
Que tenemos que promover el combate al machismo dentro de las organizaciones gremiales y estudiantiles, para que desde allí la clase trabajadora con las mujeres a la cabeza, pueda tomar en sus manos las reivindicaciones femeninas, incluso las tareas de autodefensa.
Que debemos exigir a la CGT y las CTA que el paro nacional con que están amagando, sea el 3 de Junio, con una gran marcha hacia Plaza de Mayo y con las consignas de Fuera el FMI y No Pago de la Deuda encabezando todos los reclamos contra el brutal ajuste machista y antiobrero que hace inviable esperar al 2019 y más necesario que nunca pelear para que Macri se vaya ahora mismo.