En Dinamarca, más de 30.000 personas salieron a las calles para expresar su deseo de ayudar a las personas que llegan al país. En Viena el número de participantes rondaba las 5.000 personas. En Londres más de 10.000 se juntaron en la Plaza del Parlamento para exigir que su gobierno reciba un número mayor de refugiados. En Budapest centenas de personas se reunieron en la estación central de la ciudad.
En el Estado español las dos actividades más expresivas tuvieron lugar en Madrid y Barcelona que contaron con la participación de 7.000 y 1.000 respectivamente. Corriente Roja (CR) convocó y participó en las manifestaciones en Madrid, Barcelona y Sevilla.
Las demostraciones de solidaridad también ocurrieron en Estados Unidos y Canadá. En Brasil y otros países de América Latina también hay actos confirmados para los próximos días.
Las protestas ocurren en un momento en que la UE vive una crisis con la entrada de los refugiados. La reunión de los ministros para “buscar una solución” fracasó, como era de esperarse, una vez que la respuesta de la UE es únicamente aumentar la represión y recibir una ínfima parte de los solicitantes de asilo.
Hungría ha empezado hoy a aplicar las nuevas medidas punitivas a las personas que entran “sin autorización” al país. Otros países como Dinamarca, Suecia, Polonia y Alemania imponen restricciones en sus fronteras.
Frente a la hipocresía de la UE y de los gobiernos, organicemos la solidaridad.
¿Abrir o no las fronteras de la UE?
La reunión de los líderes de la UE celebrada el miércoles 23 en Bruselas para debatir la crisis migratoria fracasó rotundamente. La crisis se profundiza, una vez que el influjo de personas no cesa (los pedidos de asilo en Europa en lo que va de año superan la cifra de 530.000). Hungría batió un nuevo récord esta semana con más de 10.000 personas habiendo entrado en sus fronteras en menos de 24 horas. Grecia e Italia abrirán en las próximas semanas “centros de acogida” (más bien centros de detención) para separar los migrantes económicos de los que huyen de la guerra. El fascista primer ministro húngaro Viktor Orban se negó a incluir a su país en el plan de apertura de dichos centros argumentando que el aumento de la represión debe ser la medida prioritaria para “detener la entrada ilegal de inmigrantes”. (…)
¿Abrir las fronteras europeas?
La crisis migratoria abrió un debate en los medios de comunicación y los movimientos de solidaridad en Europa sobre cómo enfrentarla. La disyuntiva existente es: ¿abrir las fronteras o controlar la entrada de personas en Europa? El establishment europeo defiende el control de las fronteras, mediante la represión, la construcción de muros y la posterior selección de los que entran.
Que los burócratas en Bruselas tengan esta opinión no es de extrañarse. Lo que sí causa perplejidad es que grupos y líderes de la izquierda europea se pronuncien en la misma dirección. (…)
Por otro lado, están los sectores vinculados al estalinismo y a los viejos PC’s que insisten en responsabilizar únicamente a la OTAN y los EEUU por la guerra siria, como si se tratara de una conspiración para derrocar a un gobierno progresivo. Nada más falso. No denunciar a las dictaduras árabes y, sobre todo, en este caso, el papel de Assad como mayor responsable por la guerra y la muerte de más de 400.000 personas en Siria conlleva en la práctica la propagación del argumento de EEUU, Rusia e Israel de que el gran enemigo a derrotar en Siria e Irak es el Estado Islámico (EI), cuando distintas organizaciones de derechos humanos han afirmado que Assad ha matado a muchos más sirios que el EI.
Hay un progresivo movimiento de solidaridad con los refugiados en distintos países de Europa. Entre 40% y 60% de la población de Alemania (según la encuesta) apoya activamente la política de bienvenida a los refugiados. De hecho, los gobiernos solo han reaccionado tras este masivo apoyo popular. Participar activamente en este movimiento es una tarea esencial de las luchadoras sociales de todas las ideologías y matices. Presentar un programa de exigencias a los gobiernos que de momento han hecho muy poco o nada para recibir a las centenas de miles de personas que vienen a Europa es urgente. La desinformación es total. No se sabe cuántas personas vendrán ni a qué países irán. La lucha inmediata y concreta por la ampliación de las irrisorias cuotas obligatorias y por un mejor trato a las refugiadas que ya se encuentran en países europeos se hace necesaria.
No obstante, es preciso también llevar a cabo una lucha política estratégica. Primero, de explicación del carácter reaccionario de la UE, contra aquellos que dicen ser posible su reforma, y segundo de denuncia de los criminales gobernantes árabes que son tan responsables cuanto la UE por esta grave situación, como Assad, el régimen iraní, la monarquía saudí, entre otros. Solo planteando el fin de la Unión Europea imperialista, discriminatoria, opresora de los pueblos y protectora de los grandes capitalistas, lograremos responder correctamente a esta crisis. Hay que redoblar la movilización para presionar a los gobiernos estatales, autonómicos y municipales. Estamos por la apertura de las fronteras europeas a todos y todas que pidan asilo, sean de donde sean, sin distinción de país, religión, etnia o formación profesional.