Este 24 de marzo se cumplen 41 años de la última dictadura militar. No promete ser un aniversario más. Este año el Gobierno fracasó en su intento de convertirlo en un feriado móvil, para intentar borrarlo de la memoria. El repudio popular lo obligó a retroceder demostrando que no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos.
Esto no es aislado, sino que es parte de una política para intentar imponernos el olvido. Los militares vuelven a hacer desfiles, se le dio la prisión domiciliaria a más de 50 genocidas, que ahora también pueden volver a atenderse en el hospital militar.
Diferentes funcionarios han puesto en duda el número de desaparecidos, pero todos han tenido que recular porque inmediatamente eran repudiados por la opinión pública. Y desde los medios intentan colocar nuevamente “la teoría de los dos demonios” donde miles de inocentes fueron víctimas de dos políticas extremas.
No lo lograrán. Marcharemos a la Plaza de Mayo para decirle que lo que sucedió no fue una “guerra sucia”, fue un genocidio planificado desde el Estado para imponer un plan económico de entrega, que luego avalaron y continuaron los distintos gobiernos que le siguieron hasta el día de hoy.
Porque los horrores de la última dictadura siguen grabados a fuego en la memoria de los trabajadores, incluso en los que no la vivimos. Tanto es así que en las últimas semanas se logró la prisión efectiva para Milani, prueba de que la lucha por Memoria, Verdad y Justicia sigue firme.
Más de 30.000 motivos para marchar
La lucha por los Derechos Humanos excede el repudio a la represión del Gobierno Militar. Derecho humano es también el derecho al techo, a la comida, al trabajo. La dictadura vino en ese momento a imponer un plan económico de hambre y miseria para los trabajadores, en favor de la ganancia empresarial (ver página 15). Este plan tiene continuidad, hoy, en el ajuste que está aplicando Macri.
La pobreza alcanza ya a un tercio de la población del país (ver recuadro), los despidos y las suspensiones aumentan. Nuestras familias encuentran cada día menos sustento y ya nadie le cree al Gobierno cuando dice que todo va a mejorar “pronto”.
Los trabajadores venimos de protagonizar una semana intensa de lucha contra el ajuste macrista, el 6, 7 y 8 de marzo. La próxima cita importante en nuestra agenda de lucha es este 24 de marzo. Tenemos que darle continuidad a esas jornadas, movilizándonos masivamente contra la impunidad de ayer y hoy, pero también contra el plan económico del Gobierno.
La unidad, un debate necesario
Desde hace años venimos participando de la convocatoria del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, que reúne a organismos de derechos humanos y organizaciones políticas (la mayoría de izquierda). Así como en el año anterior, venimos insistiendo en la necesidad de que haya una única marcha para enfrentar los ataque del Gobierno a los Derechos Humanos en forma unificada. Lamentablemente, a pesar de nuestros esfuerzos una vez más esto no se dio y habrá dos marchas. Por un lado, las organizaciones kirchneristas quieren atar la convocatoria a la defensa del gobierno anterior y su política de Derechos Humanos. Esto es inadmisible. No nos representa a muchos trabajadores que hemos sufrido el ajuste y la represión de manos de los gobiernos kirchneristas, que mientras hablaban de memoria ponían a Milani al frente del ejército. Respetamos su derecho a defender su política, aunque la consideremos errada y queramos discutir fraternalmente nuestra posición. Pero el pretender que nos subordinemos a una convocatoria con la que no acordamos es, en los hechos, dividirnos.
Por ello, al igual que en años anteriores nos movilizaremos junto al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia porque coincidimos con el programa de la convocatoria. Sin embargo, no podemos dejar de señalar que desde las organizaciones de la izquierda que lo componen tampoco se ha hecho demasiado para tender los puentes en la unidad en la acción que necesitamos, negándose en forma sistemática a cualquier medida que avance en la unidad para luchar.
Compañeros del PST ¡Presentes!
Este 24 marchamos en memoria de nuestros compañeros del PST asesinados y desaparecidos por la Triple A y la dictadura genocida, que murieron luchando por construir una sociedad nueva. Lo hacemos porque hoy continuamos con orgullo su lucha.
Marchamos para elevar nuestra voz por justicia para nuestra compañera Ana María Martínez, por la destitución y la prisión para el fiscal Garello de Mar del Plata, responsable de su desaparición.
Vení con el PSTU
Este 24 vamos a Plaza de Mayo levantando las banderas de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pero también vamos con a gritar con fuerza que necesitamos garantizar el Paro General y un plan de lucha para enfrentar al ajuste del gobierno macrista, que amenaza nuestro derecho a vivir dignamente.
Marchamos contra la represión de ayer, por cárcel común a los genocidas, por la apertura de los archivos de la dictadura y contra la política de “reconciliación” de Macri. Marchamos contra la represión de hoy, contra la baja de la edad de imputabilidad, por justicia por Julio López y por el desmantelamiento de los aparatos de inteligencia del Estado. Marchamos contra la herencia económica de la dictadura, que se expresa en la fraudulenta deuda externa, que nunca terminamos de pagar.
Por todo esto, este 24 te invitamos a que nos acompañes.