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Marina y María José, nuevas victimas de este sistema podrido

Estaban viajando, de vacaciones, conociendo algunos de los lugares tan hermosos que existen en el mundo. Disfrutando de ese placer increíble que es viajar y conocer, más aún siendo joven. Como muchos de nosotros hicimos en el último verano, en los últimos años, experiencias que nos dejan importantes aprendizajes, una etapa de la vida demasiado aprovechable como para no vivirla. Entonces, ese viaje iba a ser uno mas de tantos, de eso se trataba justamente, de disfrutar la vida plenamente. El problema, es que a la gran mayoría de nosotros, jóvenes, trabajadores, mujeres, nos quieren vender el futuro y extraer ganancias de este como si nuestra vida fuera una mercancía.
Conocí a Marina en el colegio secundario,en la antigua escuela de la Universidad de Cuyo,el DAD, hace casi ya 7 años. Era amiga de algunos compañeros de mi curso, llegue a hablar algunas veces con ella. Y a pesar de haber pasado mucho tiempo y no haber cruzado mas que algunas palabras, cuando supe y me entere que estaba desaparecida y todo lo que a eso le siguió, no pude evitar una tristeza increíble. Me sensibilizó como si hubiera sido una gran amiga. Entonces me surgió la necesidad de colocar una posición, un sentimiento, ante tanta matanza hacia las mujeres en el último tiempo.
Marina Menegazzo y Maria Jose Coni desaparecieron en la localidad de Montañitas, en Ecuador. Y aparecieron brutalmente asesinadas después de estar una semana sin noticia alguna de su paradero. Ahí empezó y terminó la nota policial, entonces  se reavivan los prejuicios; «por que beberían alcohol», «se fueron con desconocidos», «como pueden viajar solas dos mujeres en un lugar tan peligroso?» . Y arrancaron las hipótesis, aparecen dos perejiles confesando el crimen e inculpandose entre si. Con las familias de ambas jóvenes negando totalmente esta versión, que no cierra por ningun lado, y que el gobierno de Rafael Correa intenta colocar como cierta, incluso,   jactándose de haber atrapado muy rápido a los culpables.

Como Carolina 

Ecuador, sí Ecuador, el mismo lugar donde desapareció nuestra compañera Carolina Garzón hace casi 4 años. Carolina, joven colombiana militante del PST de ese país, también desaparecida en tierras ecuatorianas. Nosotros  seguimos sin respuestas, sin ninguna información, sin su paradero, sin absolutamente nada. El mismo Correa, el que algunos todavía defienden y reivindican como un presidente de «izquierda» o «antiimperialista», lo único que hizo fue atacarnos cuando reclamamos por la aparición de nuestra camarada, negándola como militante revolucionaria, ninguneándola como «la joven que se dedicaba a hacer pulseritas». Ese mismo que ahora armó toda esta cortina sobre la muerte de Marina y Maria Jose, queriendo tapar la vinculación con las redes de trata que él sostiene y es funcional, de la misma forma que no dijo una palabra de la desaparición de Carolina, hasta que lo obligamos con nuestra lucha y movilización.

Plata para combatir la violencia, no para la Deuda Externa 

Para nosotros, todo esto tiene una explicación clara, todos estos gobiernos, ubicados en discursos mas de derecha o de izquierda, tienen acuerdo sobre lo central: mantener las bases de este sistema capitalista podrido y retorcido, que utiliza el machismo y la opresión como herramienta para explotarnos más y mejor. Y que tanto Correa en Ecuador, Macri o anteriormente Cristina en Argentina, Rajoy en España o tantos otros en todo el mundo, son los principales garantes de que haya cada vez mas femicidios y violencia hacia la mujer. Como en Argentina donde durante el kirchnerismo se destinaba el 0,0013% del presupuesto anual para el combatir la violencia de género mientras se le pagaban miles de millones a los buitres por una deuda que ninguno de nosotros contrajimos. Y ahora Macri, en los pocos meses de gobierno que lleva, cerro programas de salud sexual y despidió cantidad de trabajadores en los planes contra la violencia familiar, incluso volvió hacia atrás la ley de aborto no punible. O siendo cómplices con las redes de trata que secuestran, prostituyen, o en caso de no poder, matan a cada mujer,como creemos que sucedió con Marina y Maria Jose. Siguen permitiendo que en miles de trabajos las mujeres por la misma tarea que el hombre cobren menos salario, que para acceder a ciertos derechos en la salud tengan que casarse, o que nos sigan negando el aborto legal, seguro y gratuito para que las mujeres dejen de morir a causa de abortos clandestinos, que no tengamos guarderías en las universidades ni en la mayoría de los trabajos, negándole la posibilidad de estudiar o trabajar a miles de compañeras que son madres y no tienen con quien dejar a sus hijos. 
Y cuando conquistamos alguno de estos mínimos derechos a través de la lucha, rápidamente quieren recortarlos, como quiso hacer el gobierno de Rajoy en España con la Ley Gallardón.

Las trabajadoras se llevan la peor parte

Claramente, todos estos ataques tienen como destinatario a las mujeres trabajadoras, porque son estas las que no tienen plata para hacerse abortos en clínicas privadas, que no tienen plata para pagar guarderías o jardines maternales, o que mueren asesinadas esperando el colectivo a las 5 de la mañana en los barrios humildes, víctimas de intento de robo o violación.

La única salida: Tenemos que salir a luchar

Por la terrible situación que atraviesan nuestras madres, nuestras hermanas, nuestras amigas, nuestras novias, nuestras hijas, etc, es que este 8 de Marzo, día Internacional de la Mujer Trabajadora, no es un día festivo, en lo absoluto. No es un día para ser mas cariñosos  con las mujeres que nos rodean, regalarles cosas, salir con ellas a pasear o cualquiera de estas cosas, como nos intentan mostrar los medios de comunicación o las distintas empresas que quieren lucrar a partir de esta fecha.
Es un día de lucha. Es un día donde salimos a movilizarnos junto con ellas, a la par, llevando sus reivindicaciones a todos nuestros lugares de estudio, de trabajo, denunciando al Estado como cómplice de la violencia hacia la mujer, exigiendo NI UNA MENOS de verdad, y que se ponga en pie un plan de emergencia para terminar con los femicidios. Para nosotros no hay forma de conseguir todo esto, sino es con la mas amplia unidad de hombres y mujeres, la mas amplia unidad de la clase obrera. Este sistema utiliza el machismo para enfrentarnos y separarnos, cuando sabemos muy bien que los verdaderos enemigos son ellos, los que nos oprimen, los empresarios y patrones, que nos explotan, con todos los gobiernos  y el Estado como garantes de estos.

No hay forma de conseguir justicia por Marina y Maria Jose, por la aparición de Carolina, por cada mujer asesinada y golpeada que no sea a través de la movilización y la lucha,  ya que la justicia está al servicio de sostener y defenderlos a ellos y no a nosotros. Es así, que este 8 de Marzo tenemos que estar todos en las calles una vez más enfrentando los planes de los gobiernos contra las mujeres trabajadores y las jóvenes en todo el mundo.