¿Con más cárcel se resuelve el problema?

No pasa un día sin que nos golpee alguna noticia brutal. Micaela, Belén y Agostina, asesinadas en la misma semana, Araceli, que aun no aparece,… la violencia no da tregua.
En Argentina el Plan Macri es el rostro de la crisis mundial, la raíz de esa barbarie creciente. Mientras nos mordemos de rabia por las violaciones y femicidios, nos conmueven los despidos de GM o nos duelen los palos que recibieron los docentes frente al Congreso o en Santa Cruz, se reafirma la voluntad obrera y popular de resistir, de luchar y movilizarse. 

Severidad penal: una respuesta efectista y engañosa

A las torturas y asesinatos de niñas y mujeres, a la conmoción que siguió al caso de Micaela, los políticos patronales responden con una salida “fácil”.
Reflotan en el Senado un proyecto, con media sanción en Diputados, para eliminar el beneficio de las salidas transitorias y la libertad condicional a condenados por violaciones y otros delitos.
Ninguno se escandaliza por el mísero presupuesto para combatir la violencia machista (ver cuadros), ni por los despidos y cierres de los pocos servicios que atienden ese problema.
La cuestión es demasiado compleja y dolorosa para abordarla en pocas líneas pero nos permitimos hacer algunas reflexiones.
En primer lugar la mayor penalización mostró no ser salida para el problema. Estados Unidos, por ejemplo, tiene una de las legislaciones más duras contra los violadores y una tasa de violación altísima. (1)
En segundo lugar, el estado de las cárceles es deplorable. El hacinamiento, la escasez de presupuesto, las casi nulas políticas de reinserción social (la posibilidad laboral y de estudios solo alcanza al 3% de los presos), la permanencia de autoridades y personal corruptos, que venden “favores”, participan en el tráfico de drogas, etc, convierten a las cárceles en escuelas de perfeccionamiento criminal. (2). Así, un violento que cumpla 10, 20 años o cadena perpetua (25 años) saldra algún día y sera peor que cuando entró.
Por último, reducir la solución de la violencia contra la mujer a un debate penal es llegar tarde, cuando ya fuimos abusadas o estamos muertas. Es tratar de ocultar que violadores y femicidas, aunque merezcan castigo, son casos extremos, en que se manifiesta el machismo que la sociedad capitalista tolera y alienta, con el aval de la Iglesia Católica y de las demás iglesias.
En cambio, los reclamos de las enormes movilizaciones por Ni Una Menos apuntaron a exigir políticas públicas de prevención y cuidado, de combate al machismo: no a los despidos y a la precariedad laboral, trabajo, salario y jubilaciones que garanticen la independencia económica de las mujeres, igualdad salarial, aplicación y ampliación de la Ley 26.485, Emergencia por la Violencia hacia la Mujer ( garantizar un presupuesto acorde con esa emergencia, patrocinio jurídico gratuito para víctimas de violencia machista, atención de salud física y psicológica, subsidios, casas de refugio, campañas estatales de combate al machismo, educación no sexista impartida desde el sistema educativo, de salud, desde los medios de comunicación etc,)
Son reclamos que no se atendieron ni se atienden (ver cuadros), aunque aumenten las cifras de violaciones, femicidios y crímenes de odio; son reclamos que dan cuenta de lo poco que importan nuestras vidas para esos políticos.

¡Basta de Macri y su Plan de violencia contra la mujer!

Lo que sucedió con Micaela y con tantas, la violencia machista que desató los Ni Una Menos, el Paro Internacional por las Mujeres del 8 de Marzo, el mismísimo Paro Nacional del 6 de abril, no cederá con las propuestas de Macri o de Massa, que van por la punición extrema. Tampoco con las de los “progresistas”, como algunos sectores K, que se limitan a la reinserción social de los presos.
No hay recetas “fáciles”. ¿Qué pasaría si los miles de jóvenes “Ni Ni”, pudieran estudiar, con becas para hacerlo, y tener garantizada una ubicación laboral? ¿Y si en el 40% de los hogares con “jefa” y en todos los hogares obreros tuviéramos trabajo, buenos salarios y jubilaciones? ¿Por qué el estado no puede garantizarlo organizando un plan de obras públicas que construya viviendas, hospitales, escuelas, caminos, que mueva la industria? ¿Ese plan, no debería incluir guarderías, jardines maternales y de infantes, institutos para cuidar ancianos? ¿Quién dijo que por ser mujeres tenemos que ganar menos y la obligación de ocuparnos de las cosas de la casa y de los hijos? ¿Cuántas vidas se ganarían destinando fondos a la salud pública, a la educación sexual, a garantizar el derecho al aborto a las mujeres pobres, a erradicar toda discriminación y violencia contra la mujer, así como contra los inmigrantes, los LGBT, los pueblos originarios y todos los oprimidos? ¿No sería mejor que las cárceles fueran lugares con condiciones dignas de vida? ¿Acaso éstos no son problemas de toda la clase obrera, no deberían tomarlos y luchar por ellos los sindicatos y centrales obreras, combatiendo el machismo en sus filas y educando en la autodefensa? ¿No se construiría así una sociedad menos violenta, más segura, mejor?
Todo esto debería ser parte de un Plan B, al servicio de los trabajadores y el pueblo, el que Macri dice que no tiene, porque su Plan es de los CEOs, las multinacionales y los buitres.
Aprovechemos que las huelgas y las movilizaciones masivas nos devuelven transformadas a nuestros trabajos, escuelas, universidades y a nuestras casas. Si nos quedamos quietas esperando la votación de octubre, nos pasan por encima. Usemos esa energía para organizarnos ahora, para ganar a los varones a la lucha contra el machismo. Sumemos la potencia de la mujer obrera a la de toda la clase trabajadora para empujar a la CGT y a las CTAs a convocar más paros y marchas nacionales, a incluir la pelea por los derechos femeninos, a derrotar al Plan Macri y a imponer uno nuestro, de los trabajadores.

(1) Página 12, 16/04/17
(2) Página 12, Las 12, 21/04/17



PRESUPUESTOS DEL CNM* EN LOS ÚLTIMOS AÑOS

2014 > $ 16.200.000
2015 > $ 50.000.000**
2016 > $ 250.000.000

*CNM (Consejo Nacional de las Mujeres) órgano de aplicación de la Ley 26.485, de Prevención, Erradicación y Sanción de toda Violencia hacia la Mujer
** Aumentos importantes (aunque todavía mínimos en relación a las necesidades) a partir de las masivas movilizaciones por Ni Una Menos


PRESUPUESTOS COMPARADOS 2016

Plan Macri contra la Violencia (2016- 2018) $250 millones por año $1 por mujer por año
Pago a los buitres U$ 9.300 millones 560 veces más
Quita y baja de retenciones al campo $23.604 millones 94 veces más
Quita retenciones a mineras U$ 200 millones 12 veces más
Subsidios a Iglesia Católica y otras $22.000 millones 88 veces más


REFUGIOS

Actuales (luego de 12 años de kirchnerismo) 60
Propuesta del Plan Macri Contra la Violencia 36
Total en 2019 96
Necesidad según cantidad de población 4400*

*1refugio cada 10.000 habitantes de acuerdo con la ONU