MÁS DEVALUACIÓN Y CAÍDA DEL SALARIO

Las grandes cadenas económicas que forman el valor de los artículos de primera necesidad continúan remarcando sus listas de precios, con variados argumentos, siendo los principales el Pacto Social que impulsará Alberto Fernández y una nueva devaluación en los últimos días. 

 

Y por otra parte, hay que hacer caso a recomendaciones del presidente electo de “dejar la calle” y esperar que asuma en paz y tranquilidad. Su caradurismo no tiene límites. Los Fernández no ven con desagrado las devaluaciones que benefician a las exportaciones, pero callan sobre la tremenda caída de nuestros salarios y jubilaciones. 

 

Si tomamos un salario promedio testigo de $ 30.000.- antes de las PASO a valor dólar sería de unos U$S 660.- (1 dólar = $45.-). Si le aplicamos el aumento del dólar posterior a dichas elecciones su valor en esta moneda sería de U$S 500.- (1 dólar = $60). Al aplicarle las devaluaciones de los último días, dicho salario sería de unos U$S 410.- (1 dólar = $72), tomando un promedio aproximado entre el valor oficial en los bancos y el dólar paralelo (blue). Sin contar en el ejemplo el valor dólar “Contado con Liquid – CCL”) que manejan las grandes empresas especulando con bonos del exterior y que llega promedio a los $83.- por dólar. 

 

Con las jubilaciones algo similar. Antes de las PASO una jubilación mínima era de $12.937.-, unos U$S 287.- y hasta el viernes esta miserable retribución se devaluó a U$S 184.-

 

Sobre el reajuste salarial o compensación a las jubilaciones ninguna palabra por parte del Gobierno de Macri, salvo los $5.000.- por única vez que no todas las patronales pagan sin que nadie las obligue, haciendo oídos sordos todas las centrales obreras. Mientras tanto, las carnes, los lácteos, el pan, las harinas, los cereales, los medicamentes, etc. son casi inalcanzables al ofrecerlos a valor dólar, a precio de exportación, para exclusivo beneficio de las empresas.

 

En los hechos, los acuerdos entre el Gobierno de Macri y Fernández, controlados por el FMI, sientan la base de una proyectada Reforma Laboral y Previsional. El objetivo de ello es indefectiblemente bajar aún más salario, mayor explotación laboral, y así mayores ganancias. 

 

PAGAR DEUDA SAQUEANDO A LOS JUBILADOS 

 

La Deuda Pública del Estado llega a los U$S 350.000 millones, y con los Bonos Leliqs emitidos por el Banco Central de U$S 30.000 millones, más lo adeudado por las provincias y organismo estatales autónomos alcanzará los U$S 400.000 millones. La crisis de Deuda que venimos denunciando como uno de las causas del ajuste económico tiene que ver  con dos factores: la cancelación de vencimientos y el pago de los intereses anuales.

 

CANCELACIÓN DE VENCIMIENTOS: En octubre el Gobierno de Macri “reperfiló” vencimientos por unos U$S 20.000 millones. Es decir unilateralmente decidió pasar para dentro de 90 a 180 días con el nuevo Gobierno el pago de parte de la Deuda que vence de octubre a diciembre. En los hechos es un “default” (imposibilidad de pago). Algo muy parecido a lo que plantea Alberto Fernández sobre renegociar la Deuda Pública que reconoce en su totalidad, y que le aplicaría una salida a la “uruguaya”, esto es, sin ninguna quita, con nuevos vencimientos, pero pagando los altísimos intereses pactados en origen. 

 

Pero por otra parte, según la conveniencia política con los capitalistas, Macri canceló con acreedores vencimientos en este mes por U$S 2.947 millones, es decir, no los “reperfiló”. Y como parte de la transferencia del costo de esta estafa a los trabajadores optó por tomar préstamos a organismos estatales: unos $ 30.000 millones del Banco Nación y $ 2.000 millones y U$S 175 millones del ANSES    del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del ANSES. Es decir, cancela Deuda Pública, entregando un “pagadios” al sistema previsional con jubilaciones ya miserables. 

 

PAGO DE INTERESES ANUALES: por la Deuda Pública, sin contar la del BCRA con las Leliqs, el costo en intereses anuales aproximado es de U$S 18.000 millones. Supuestamente estaría previsto en las leyes de Presupuesto como para el 2020. Semejante cifra generada por la estafa de la Deuda es el mayor gasto del Estado, y que la decisión política de pagar esta estafa impide satisfacer necesidades básicas y de calidad en viviendas, salud, educación, generación de empleo. Todo al servicio de los inversores especulativos capitalistas.