El Congreso debatirá una modificación al cálculo de la movilidad jubilatoria para reemplazar la establecida por la repudiada Ley de Reparación Histórica del 2017. El FMI presiona por esta ley y un mayor ajuste económico para renegociar el préstamo concedido a la gestión de Macri. El Gobierno necesita mostrar que reduciría el déficit fiscal para obtener recursos para el pago de Deudas, como todos los gobiernos anteriores. Así prepara otro saqueo al bolsillo de los jubilados/as, y a todos los planes de asistencia social del ANSES, como se refleja además en el Presupuesto 2021 con 11% menos para Seguridad Social.
Alberto Fernández en campaña electoral del 2019 prometía: “Vamos a recomponer la pérdida que sufrieron los jubilados y lo vamos a hacer en cuanto lleguemos» (22-07-2019), y “…voy a incrementar las jubilaciones un 20%, costo que se cubrirá al dejar de pagar los intereses de Leliqs” (29-07-2019).
Pero una vez asumido, suspendió la movilidad jubilatoria de la Ley del 2017. Paradójicamente, aprobada en el Congreso hasta por legisladores peronistas hoy vigentes, permitía ajustes por inflación seis meses para atrás, que el Gobierno de Macri suponía que controlaría, a pesar de devaluaciones.
Fiel al capitalismo que defiende, Alberto no permitió antes de la pandemia la movilidad por inflación. En marzo, cuando correspondía un 11,8% aumentó un 2,5% más dos sumas fijas de $1.500.-, (un 13% mentiroso) que los haberes más altos (unos 3,5 millones de jubilados) no percibieron, devaluando sus haberes (un 5,5% promedio).
Y en junio y septiembre, decretó 6,12% y 7,5% respectivamente, cuando correspondían un 10,8% y 9,8%, aumentando las pérdidas de poder adquisitivo. Estudios económicos calculan que en los últimos años la devaluación jubilatoria llegó al 30%. Una mínima de $18.128.- al dólar paralelo al cierre de esta edición ($160.-) sería solo de U$S 113, en junio ya era de U$S 127.-
Más ataques al Sistema Previsional
El proyecto enviado al Congreso es un nuevo robo a los jubilados:
- En diciembre el aumento otra vez por decreto. Lo incrementado en 2020 hasta septiembre es 16,12% y la dudosa inflación del INDEC a octubre llega al 26,9%. Pero el Gobierno peronista de Alberto, despreciando a la clase pasiva, y ante las presiones del FMI solo ajustará dictatorialmente un 5% miserable, cuando debería concederse más del 10% al sumar la inflación de noviembre. Con algún bono fijo navideño de unos pocos pesos para los que cobran la mínima trataría de maquillar su política repudiada por trabajadores activos y pasivos.
- La fórmula de nueva movilidad reajustará cada seis meses y ata las jubilaciones a la evolución salarial y a lo que recauda ANSES. Pero los aumentos no podrán superar nunca la recaudación del organismo más un 3%. Aunque no es lo que está sucediendo, si los salarios aumentaran más que la inflación, los beneficiarios de ANSES no lo verán.
Y este maxi ajuste a los jubilados es para reducir el déficit pedido por el FMI, más allá de las críticas populistas de algunos legisladores oficialistas. Un mecanismo que va contra la esencia del Sistema de Reparto del ANSES, según los aportes realizados durante la vida activa del trabajador/ra. Una verdadera estafa.
Lejos quedaron las promesas de Fernández de aumentar el 20% a los jubilados al no pagar intereses a Bancos y fondos buitre de más del 30% de los Bonos Leliqs del Banco Central. Como ya informamos esta entidad adeuda unos U$S 65.000.- al sumarle los Pases entre Bancos. El populismo no tiene límites, y Fernández declaraba en un reportaje en abril del 2020: “…mantener a una persona con vida cuesta mucha plata”, por la extensión de la edad de los jubilados. Para el capitalismo de Alberto las personas mayores son un simple gasto.
LA JUBILACIÓN EN LOS GOBIERNOS KIRCHNER
Cuando asumió el Gobierno Néstor Kirchner en el 2003, la economía capitalista era caótica. Todavía los jubilados reclamaban por la rebaja del 13% de De la Rúa y su Ministro Cavallo. El Sistema Jubilatorio era afectado por la colosal crisis del 2001 y seguían funcionando la AFJP privadas junto a las jubilaciones del Estado.
En 2008 Cristina Kirchner suprimió las AFJP y se dispuso un único sistema estatal controlado por ANSES. A pesar de los reclamos por el 82% móvil el Gobierno no lo promovió y un trabajador se jubilaba con el 50% del salario, generándose miles de juicios reclamando la rectificación de haberes. La tramposa movilidad jubilatoria se dispuso en base a los reajustes salariales y la recaudación limitada.
El resurgir de ciertas ramas productivas permitió algunas mejoras fiscales, pero los salarios se firmaban en paritarias menores a la inflación de por sí maquillada por el INDEC. El Déficit Fiscal Primario se lo destinaba al pago de la estafa de la Deuda Externa.
En Octubre de 2010, el Senado sancionó una ley con el 82% móvil para las jubilaciones. En un trámite exprés, al día siguiente la presidenta Cristina Kirchner la vetó.
Y el Gobierno “populista” K promovía además los trabajos tercerizados, el monotributismo individual, y el trabajo precario y en negro para alegría de las patronales que eludían aportes al Sistema de Seguridad Social. Ello, unido a las nuevas ayudas sociales como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y los planes “Trabajar”, afectó los recursos del ANSES, organismo creado principalmente para administrar las jubilaciones, afectadas con menor poder adquisitivo y no tener movilidad por inflación en aumento.
Como denunciamos oportunamente desde nuestra corriente, los fondos de reserva de los jubilados, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, se utilizó en parte para pagar al FMI, al Banco Mundial y la indemnización a Repsol YPF. Lo que el Estado capitalista argentino aún hoy registra como Deuda Interna o “Intraestado”.
LA JUBILACIÓN EN EL GOBIERNO MACRI
Al asumir Mauricio Macri los haberes previsionales ya mostraban una reducción del poder adquisitivo (entre un 10% y 15%). El Gobierno necesitaba bajar más el Déficit Fiscal a instancias del FMI para pagar Deuda Externa e Intereses. En diciembre 2017, a pesar de la resistencia de miles de trabajadores, el Gobierno impuso en el Congreso con apoyo de sectores del propio peronismo la Ley de Reparación Histórica con un sistema de ajuste ligado a la inflación pero seis meses para atrás, con la perspectiva de que la inflación iba a reducirse.
Por otra parte estableció un chantaje a todos los jubilados que hicieron juicio al Estado ofreciéndoles menos indemnización o juicios sin fin. Las sucesivas devaluaciones le jugaron en contra a los planes macristas y contradictoriamente esta Ley en el tiempo benefició a los jubilados como lo fue hasta diciembre 2019, tipo de movilidad suspendida por Alberto Fernández reemplazándola por decretos a la baja.
Considerando la evolución de la inflación (el Índice de Precios al Consumidor –IPC-que releva el Indec), entre 2015 y 2019 el poder adquisitivo se retrajo 19,1%. Por cada $100 que cobraba un jubilado de la mínima en 2015, en 2019 cobró el equivalente a $80,90. Unido a la pérdida que venía arrastrando anterior los jubilados a diciembre 2019 sufrían una devaluación de sus haberes del 30%.
HAY UNA SALIDA
- Exigir al Gobierno que el proyecto contemple el 82% móvil.
- Que la movilidad esté ligada a la evolución de la inflación y con aumentos adicionales para recomponer el poder adquisitivo robado en los últimos años.
- Ningún jubilado debe cobrar por debajo de la línea de pobreza de $45.000.
- Que se exija a las Centrales Obreras romper con este Pacto Social que lleva a más miseria a trabajadores activos y pasivos.
- Que los recursos que destinan para pago de la estafa de la Deuda con los “buitres” se destinen a recomponer el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) apropiado por los gobiernos patronales.
- ¡¡ BASTA DE AJUSTE A LOS JUBILADOS Y PENSIONADOS !!