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MIGAJAS PARA EL PUEBLO TRABAJADOR, MILLONES PARA LA DEUDA Y LAS EMPRESAS

La pandemia está llevando a niveles impredecibles la crisis económica, que ya venia de antes, generando aún más pobreza, a pesar de algunas medidas populistas del Gobierno más preocupado por las negociaciones de la Deuda Externa con los buitres, que, de garantizar una redistribución digna a un trabajador, ocupado o desocupado, de los recursos acumulados por las patronales durante años. 

Los medios capitalistas dedican horas y horas a hablarnos de los infectados y muertos por la pandemia en el mundo. Pero evitan expresamente mencionar cuáles son las consecuencias económicas en la clase trabajadora que ya sufre niveles de explotación y pobreza en continuo aumento. Parecería que los que más lo padecen son las empresas, grandes comercios y sectores de alto poder adquisitivo. Pero la pobreza creciente afecta con más intensidad a trabajadores marginales o cuentapropistas, obreros, empleados, desocupados y a miles de familias como las de las grandes concentraciones urbanas de Argentina como el Gran Buenos Aires.

Hay una franja de clase media baja , trabajadores de servicios, pequeños comerciantes, autónomos que dependían fundamentalmente de su trabajo, para quienes cayó abruptamente su situación económica teniendo efectos sobre el consumo básico y alimentario. Tenían ingresos de $30 mil a $40 mil y perdieron sus empleos. Una desigualdad persistente y una pobreza estructural, consecuencia de un sistema económico capitalista que genera exclusión, marginalidad y desigualdad, a nivel socio-cultural, socio-demográfico y socio-ocupacional y ahora potenciado por la pandemia.

Los números muestran la realidad de los trabajadores

A diciembre 2019, según las estadísticas del propio INDEC, en Argentina había 16,1 millones de pobres con casi 47 millones de habitantes, existiendo en los conglomerados urbanos unos 28,02 millones de personas. Para la entidad oficial el índice de pobreza llegaba al 35,5% y la el de indigencia era de 5,7%. En el conurbano bonaerense, la pobreza había alcanzado el 40,3%. Tomando los 31 aglomerados urbanos controlados, por debajo de la línea de pobreza se encontraban 2.423.562 hogares con 9.936.711 personas, y dentro de ello unos 2.236.739 indigentes.  

A la par del INDEC, para el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) la pobreza a fines del 2019 llegó al 40,8% con un 8,9% de indigencia. Para Agustín Salvia, director de la entidad “las consecuencias de las medidas tomadas para contener la pandemia son difíciles de medir, pero significará una profundización de los niveles de pobreza e indigencia”. La misma UCA estimó que la pobreza en abril última, en plena pandemia ya llegaba al 45% por las consecuencias económicas y reflexiona que podría llegar al 50% de continuar la cuarentena. Y por la crisis para no ser pobre tenías que tener ingresos por $42.593.- cuando millones están lejos de esa cifra. Uno de cada dos chicos menores de 14 años es pobre en la Argentina y el 45% de las familias vive de la economía informal. 

Mientras tanto el Gobierno se debate y duda en como contener a una población que se empobrece aceleradamente con una inflación proyectada del 45% y precios de los alimentos y medicamentos que las patronales e intermediarios aumentaron hasta un 100%. Concede el miserable IFE de $10.000.- para casi 9 millones de trabajadores que no tienen ingresos, que se paga a los dos o tres meses, préstamos con requisitos imposibles de cumplir, ayuda a las grandes empresas abonando la mitad de los salarios con fondos del propio ANSES, decreta que no haya despidos, pero las patronales se le burlan con miles de trabajadores en la calle, amenaza con un impuesto a la riqueza desde hace tres meses pero espera al corrupto Congreso, no suspende impuestos a sectores de la población imposibilitados de pagarlos, congeló servicios, es cierto, pero igual te lo cortan, y a los jubilados se les burla con un 6,12% de aumento. Y así muchos otros ejemplos. 

A su vez, le vino pagando a los buitres millones de dólares en intereses (al cierre de esta edición se conocía la noticia del pago de 130 mil millones de deuda) y quiere negociar a toda costa la continuidad del pago. Está preocupado por la rentabilidad de las empresas, pero recursos para las consecuencias económicas para los trabajadores, bien…gracias.