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Milei y su motosierra poda derechos

Durante décadas pasaron y pasan los gobiernos y la situación de la clase trabajadora empeora cada día.  Más de la mitad de las/los niñas/os y jóvenes son pobres en Argentina, eso quiere decir que no tienen los derechos básicos indispensables para la vida. Entre esos derechos están Salud y Educación, que son pilares para el desarrollo. 

Así lo sabe el candidato presidencial Javier Milei, y sin temblarle el puño, apunta, con su motosierra directo al corazón de las necesidades del pueblo. Junto a La Libertad Avanza (LLA) tiene como objetivo la destrucción de todo lo público, con su política privatizadora y mercantilista que pone en primer plano este debate. 

Hay problemas en cada uno de los ámbitos públicos donde las/os trabajadores deberíamos   hacer efectivos nuestros derechos. Empezando por la salud: los hospitales, las obras sociales que tenemos las/os trabajadores, todo es una decadencia profunda, con semanas y meses en espera de un turno de atención, suspensión de servicios, recortes en la cobertura de medicamentos, cada vez más costosos. Y tantas otras penurias que vivimos día a día, producto del desfinanciamiento por años, desmantelamiento de servicios, falta de construcción de nuevos edificios. 

Para colmo, la nueva forma de Convenio implica aumento de la precarización de los salarios y de las condiciones laborales, el monotributo y los contratos por fuera de la planta funcional. Hace poco tiempo vivimos una pandemia que mostró en carne viva la situación. Los Centros de Salud estuvieron en la primera línea y fueron las/os trabajadores quienes pusieron el cuerpo y la lucha para darle pelea con todo al Covid-19 y a los Gobiernos. Muchas/os dejaron su vida en esta tarea. 

Dice el dicho…”no podemos tapar el sol con el dedo…”, es imposible negar la realidad que tenemos bien difícil. Las propuesta que trae el libertario Milei nos va a poner más difícil aún. Su plan para la Salud lejos está de atender las necesidades del pueblo trabajador, en cambio, está orientado a fortalecer con todo las ganancias de las grandes patronales que mercantilizan la salud: los dueños de clínicas privadas. El plan Milei comienza suprimiendo los aportes patronales a las obras sociales, privándolas de fondos, para que dejen  de atender (de cada $3.- que de destina a la salud, $2.- son aportes patronales y $1.- del trabajador). Lo mismo pasará con la atención a la salud de las/os jubilados, se suspenderán los aportes.  

Propone que toda la población tenga un seguro de vida que pagará gastos específicos. Las enfermedades complejas serán cubiertas de acuerdo a la prepaga que cada uno pueda sostener. Milei propone terminar con la “mala práctica” de mantener con vida a un enfermo terminal. También plantea la compra-venta de órganos y de niñas/os como si fueran objetos de oferta y demanda. 

La Educación Pública no se salvaría  

También es parte del ataque de Milei y las/os suyos. Desprestigiando la labor de las/os trabajadores de la educación que en cada situación del país son los que sostienen y mantienen viva la escuela. 

Así lo vimos durante la pasada pandemia, fueron ellas/os quienes mantuvieron constante comunicación con las comunidades, desde alcanzar los alimentos como las tareas pedagógicas, innovando en las clases virtuales, poniendo al servicio sus propios recursos y cientos de experiencias que se hicieron desafiando al virus para no dejar a las familias en el abandono. También algunas/os perdieron su vida. 

Hoy seguimos con los problemas: falta de polos educativos en los barrios con gran crecimiento demográfico, graves problemas en la infraestructura, escasos o nulos nombramientos de personal, docentes que trabajan en planes socioeducativos sin derechos estatutarios, con bajos salarios, superpoblación áulica, todo en deterioro de la calidad pedagógica. 

La situación socioeconómica que atraviesa la labor pedagógica es por un presupuesto raquítico que no alcanza para responder a toda esta problemática. Sin duda tenemos problemas, pero sin dudas también vamos a defender la Educación Pública. 

Las intenciones políticas de Milei y La Libertad Avanza para la Educación vienen en sintonía con las de Salud. Escuelas Voucher, es su propuesta.  Significa que el Estado debe pagar a cada alumno un monto fijo por un servicio educativo, estimulando la competencia entre escuelas ya que cuanto más alumnos, más fondos se recaudarían. Esto traerá cierres de instituciones, hacinamiento y abandono de los estudiantes, colocando en segundo plano la importancia del aprendizaje. Que se eduque quien lo pueda pagar, ya que las escuelas podrán cobrar cuotas diferenciadas, y cada establecimiento decidiría cuánto cobra, podando de raíz el derecho a la Educación ganado con años de lucha. Se instalaría como principio pedagógico la meritocracia, la competencia, la educación emocional, el negacionismo que reivindica a la nefasta Junta Militar y su accionar, quitando contenidos como la Educación Sexual Integral (ESI), retrocediendo décadas, atrasando los aprendizajes y las posibilidades de nuevos conocimientos.

Aumentaría la desigualdad social

Profundizar la desigualdad que ya existe, además aumentar la pobreza y la exclusión, polarizaría a la sociedad, creando un estado de insatisfacción y discriminación peligroso. 

La libertad que pregona Milei es la de hacer lo que quiere el que puede pagarlo. Con el argumento que lo obligatorio coarta la libertad, expulsaría a los márgenes de la sociedad  a sectores de la clase trabajadora y populares,  beneficiando al negocio  de las empresas privadas de la Educación. Se daría estatus legal a la escuela para ricos, quienes accederán a lujosas casas de altos estudios como las Universidades, donde tendrán que pagar fortunas, ya que los aranceles serán obligatorios. Y  se crearán las  escuelas  para pobres,  para aquellos que puedan sostenerla. 

Para que esta política se haga efectiva, es necesario avanzar con la precarización y contratación de las/os trabajadores, aboliendo Estatutos y cuestionando la sindicalización, limitando el derecho a huelga, criminalizando y judicializando la protesta. 

Desde el PSTU vamos a defender cada uno de los derechos conseguidos con las luchas de las/os trabajadores y el pueblo. Es necesario aumentar el presupuesto para que cada área otorgue al pueblo educación y salud de calidad. Para eso tenemos que dejar de pagar la Deuda Pública fraudulenta y destinar esos fondos al mejoramiento de infraestructura, nombramiento de todos los cargos faltantes, pase a planta permanente, erradicar el trabajo precario, percibir salarios acordes al valor de la canasta familiar, construir de escuelas y hospitales con todos los insumos y aparatología de alta y media complejidad. 

Los socialistas revolucionarios proponemos tener otra salud y otra educación construida por los trabajadores. El PSTU propone hacer una gran Revolución que haga que los trabajadores en el gobierno en un estado sin capitalistas. Que den respuesta a las necesidades de los trabajadores y el pueblo pobre, y no a un puñado de ricachones. Solamente así podremos poner en pie un sistema de Salud que realmente atienda las necesidades de la mayoría. Y un sistema educativo en función del desarrollo de la ciencia y la humanidad. Nuestra propuesta es organizarse por lugar de trabajo, centros de estudiantes, organizaciones sociales y políticas y todas/os aquellas/os que sientan la necesidad de enfrentar esta política capitalista de vender y comprar cualquier cosa que se les ocurra. La única manera de lograr una vida plena y disfrutar de lo que nos merecemos como clase trabajadora es construir una herramienta política que nos arme para conquistar una Segunda y Definitiva independencia hacia una Argentina Obrera y Socialista. El PSTU está en ese camino y queremos ser una alternativa. Te invitamos a organizarte con nosotras/os para llevar adelante esta tarea.