Con una actitud pedante e hipócrita Javier Milei se viene refiriendo al “Superávit Fiscal” que según sus números se alcanzó en el primer trimestre de 2024. Y elogió sus conceptos sobre “motosierra” y “licuadora”, que utiliza constantemente al referirse al brutal ajuste realizado en las cuentas del Estado desde que asumió. Así su declaración en la cena de la Fundación Libertad: “…. la motosierra es un poquitito más grande (que la licuadora): de hecho la mayor parte del ajuste es motosierra”.
Veamos que significan estos conceptos para entender el plan maquiavélico económico del presidente libertario. Aplicar la “motosierra” en el gasto público significa lisa y llanamente suspender y/o eliminar partidas en forma permanente del presupuesto estatal, como por ejemplo cortar los contratos laborales y programas sociales, o hasta eliminar las transferencia de fondos a las provincias sin respetar lo que dispone el régimen capitalista, de por sí parcial y limitado, como la coparticipación impositiva y/o paralizar la obra pública.
Respecto a la “licuadora” mileista del Gasto Público, este se licúa (se achica). No se reduce en términos numéricos, pero a una alta inflación como la interanual a abril 2024 del 287%, ese número se desactualiza y las partidas de gastos solo alcanzan para una menor cantidad de bienes y servicios que en años anteriores. El presupuesto para las universidades públicas y la educación, por ejemplo.
Que partidas fueron afectadas
Según datos aproximados de la Oficina Nacional de Presupuesto del Ministerio de Economía en el primer trimestre 2024 los gastos del Estado se redujeron en forma real un 34,6%, unos $7,4 billones a precios actuales. De esta reducción un 59,8% fue por licuación de partidas, un 28,3% por recorte de partidas y un 11,9% por postergación de pagos al sector energético.
Vale aclarar que en salarios estatales el ahorro entre licuadora y motosierra la diferenciación se complica, dado que por una parte hubo miles de despidos y por otra parte perdieron valor por la inflación. Del ahorro conseguido por Milei un 38% fue por menores gastos en jubilaciones y pensiones, que sufrieron una caída del 35% real en tres meses. Los gastos de funcionamiento del Estado se redujeron un 10,6% y en programas sociales un 4,9%. A las universidades un 2,2%, asignaciones familiares 0,8% y otros gastos corrientes 3,2%.
La motosierra funcionó principalmente en gastos de capital, es decir las obras públicas, con caída real del 86,8%, el 22% del total del ahorro trimestral de Milei. Y por otra parte las transferencias a las provincias se achicaron en un 76,6%, 6,4% del recorte total.
A donde fueron esos recursos
El argumento del Gobierno para reducir el Déficit estatal, tanto en campaña electoral como desde que asumió es que la emisión de dinero (billetes) es una de las causas de la inflación, además del los gastos excesivos del Estado. Pero elude decir las consecuencias de la maxidevaluación de diciembre 2023 que generó hasta ahora imparables aumentos de precios para transferencias de millonarios recursos a los grandes capitalistas. Sin embargo por la reducción del Déficit el destino de esos recursos robados a los trabajadores y al pueblo no fueron para mejorar su calidad de vida, lo que venimos denunciando y explicando en Avanzada Socialista.
La reducción de estos gastos en el Estado tramposamente eliminó el déficit primario pero del ahorro no gastado en beneficios de la población transfirió un 48% entre diciembre y enero de estos recursos a los servicios (intereses) y capital de la Deuda Pública. Pero Milei nada dice de ese otro Déficit, el Secundario, en este caso principalmente la Deuda Externa. Vencen este año con el FMI U$S 7.285 millones, de los cuales unos U$S 2.800 millones son intereses. En el primer trimestre ya se le transfirieron unos U$S 3.000 millones. En las dos últimas semanas otros U$S 2.000 millones por capital y U$S 800 millones por intereses del préstamo concedido a Macri y aprobado por el gobierno peronista de los Fernández y el Congreso en su mayoría. El verdadero destino de los menores gastos que aduce el Gobierno libertario, a instancias del plan impuesto por el FMI. Además de la enorme Deuda con el sistema Bancario y los fondos buitre.
En lo que va del 2024 el Gobierno aumento la Deuda Pública en U$S 16.507 millones llegando el total a U$S 403.000 millones. Muchos números asustan pero muestran la realidad donde el Gobierno capitalista destina los recursos que producimos los trabajadores con su sometimiento económico, siendo una falacia lo que pregona Milei que sería ¿un esfuerzo para estar mejor? Mientras los salarios y haberes jubilatorios caen, aumenta la desocupación, la pobreza en el 50%, no hay obra pública, se ataca la educación pública, cierran empresas chicas y medianas, no se fabrican viviendas accesibles, la Salud cada vez peor, la inflación sigue siendo imparable, una crisis económica a la que el capitalismo no puede dar solución.