¿En qué consiste?
El 26 de Julio pasado, Mauricio Macri, junto a Maria Eugenia Vidal, Gabriela Michetti y Fabiana Tuñez (directora del Consejo Nacional de las Mujeres), anunciaron el Plan Nacional para la Erradicación de la Violencia de Género. Es un plan bianual, a ser implementado entre el 2017 y el 2019 y para el cual se destinarán 750 millones de pesos del presupuesto nacional para cumplir con los objetivos fijados por la Ley 26.485 de erradicación de la violencia hacia las mujeres y responder a las obligaciones asumidas en los Tratados Internacionales de Derechos Humanos. Es decir, 0,09 centavos por mes, por cada mujer de nuestro país.
Surge del trabajo realizado por el Consejo Nacional de las Mujeres, el organismo a nivel nacional creado en 1992, para la defensa de los derechos de las mujeres y para velar por el cumplimiento de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW). Recién en 2009, impulsada por el kirchnerismo, se vota la Ley de Violencia, la 26485. Y aún así tuvieron que suceder muchos más femicidios y dos marchas inmensas con la consigna de “Ni Una Menos” para que surja algún anuncio desde el Gobierno tomando alguna medida al respecto.
La agencia Télam nos cuenta que en 150 páginas, el Plan Nacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres estructura su implementación en acciones preventivas, de atención integral, de monitoreo y evaluación, de formación en todas las áreas estatales y de fortalecimiento institucional. Cada ítem del documento elaborado, identifica a los organismos responsables, los asociados y los plazos para lograr los objetivos… En salud, propicia la incorporación del parto humanizado y del protocolo de interrupción voluntaria del embarazo en la currícula de todas las carreras sanitarias y en capacitaciones al sector. Otro eje es la promoción de una educación no sexista desde el nivel inicial hasta el universitario. Promueve la sanción de una ley contra el acoso laboral, licencias por violencia de género y políticas de corresponsabilidad de cuidados que incluyen ampliar licencias maternales y paternales. La política pública también incluye a los medios de comunicación, propiciando diversas acciones que impidan que reproduzcan estereotipos de género que naturalizan la violencia.
En relación a los agresores, programas de reeducación para varones y tobilleras para los agresores. El patrocinio jurídico gratuito para mujeres, microcréditos, el programa Ellas Hacen, entre otros, que posibiliten su autonomía económica y “empoderamiento.”
Aparentemente, es un buen plan. Revisemos entonces qué cosas esconde bajo tan supuestas bellas intenciones.
¿Qué no nos dicen cuando el Gobierno habla de violencia hacia las mujeres?
La presentación del plan cuenta con una carta firmada por la directora del Consejo Nacional de Mujeres, Fabiana Tuñez, quien cierra diciendo: “Porque de la violencia se puede salir, y los femicidios se pueden evitar si todas y todos nos unimos para hacer realidad el derecho de vivir una vida libre de violencia.” No hay ninguna línea dentro del proyecto que hable sobre las responsabilidades del Estado y de este sistema capitalista en la violencia ejercida hacia las mujeres. No dice que es el mismo Estado, y sus gobiernos, quienes responden a los intereses del capital financiero, quienes ejercen, perpetúan y sostienen las desigualdades, la discriminación y la violencia sobre las mujeres trabajadoras ya que todas las medidas que tomó el gobierno de Macri desde que asumió fueron para beneficiar a los ricos: el pago a los “fondos buitres”, el levantamiento de las retenciones al agro, y del cepo cambiario, etc. Descargando así más miseria y por ende violencia sobre los trabajadores y por supuesto sobre las mujeres trabajadoras y pobres, con los tarifazos, los miles de despidos, etc .
Botón de muestra de lo que podemos esperar con este anuncio son los 0,09 pesos por mes por mujer y la creación de 36 refugios en distintas localidades del país. 0,09 pesos por mujer y 36 refugios en todo el país!!! Cuando según las estadísticas hechas sólo en CABA 1 de cada 10 mujeres sufre violencia física.
Utilizan mucho la palabra “empoderamiento”, (el empoderamiento de las mujeres significaría que las mujeres deben competir dentro del sistema para ocupar cargos de importancia que luego les permitan trabajar para mejorar las condiciones de vida del resto de las mujeres). En ese marco, la misma Tuñez sería un ejemplo de “empoderamiento” femenino. Una mujer que surge de los movimientos sociales, que es absorbida por el sistema y que aceptó tomar el mando del CNM para ser referente y cara visible de un organismo estatal. Y ahí está Tuñez, quien ha sido una de las voces destacadas por la exigencia del aborto libre seguro y gratuito, trabajando para un gobierno que asegura que bajo su gestión es impensable el tratamiento de la ley de aborto y que todos los días cierra servicios de violencia y echa a la calle a su personal.
A pocos días de anunciar el plan, en el que se desarrolla ampliamente el concepto de violencia hacia la mujer y se hace una descripción detallada de todos los tipos de violencia (a la que estamos expuestas en todos nuestros ámbitos de vida), el presidente Macri en una entrevista con un medio mexicano, declara que no está dentro de la agenda de su gobierno, tratar el tema del aborto. Habló de defender la vida y dijo: ”Vuelvo a insistir que acá lo importante es defender la vida”. Y completó: “Traer a un niño a este mundo es una de las cosas más lindas que le puede pasar a una pareja, una persona es la expresión más linda de amor que hay, siempre me quedo del lado de la defensa de la vida”. Desconociendo que miles y miles de mujeres, jóvenes y hasta niñas no tienen ninguna posibilidad de elegir en qué condiciones ser madres. Ocultando que mantiene en la cárcel a mujeres pobres que han acudido al hospital público para no morir por causa de un aborto, como Belén. Es así entonces, como uno de los ejes de intervención en los que se desarrolla el plan, que es el protocolo para la interrupción del embarazo, va perfilando sus características de letra muerta.