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MUJERES EN LA PRIMERA LÍNEA DE LA LUCHA POR LA VIVIENDA

Desde que estalló la pandemia oímos las recomendaciones: “Quedate en casa” o “Lavate las manos”. Pero ¿cómo cumplirlas sin trabajo, sin comida y sin casa (o bajo un techo precario, donde conviven varias familias), con falta de agua potable y servicios de saneamiento? Las mujeres e identidades disidentes de los barrios populares toman en sus manos la resolución de esos problemas que reciben atención mínima por parte del Gobierno de Alberto Fernández y su Vice Cristina y de los distintos gobiernos locales, tanto del Frente de Todos (FdT) como de Juntos (ex Juntos por el Cambio). 

La pandemia significa sobrellevar una brutal crisis, que no es solo sanitaria, sino económica y social. No es lo mismo en Puerto Madero que en la ex Villa 31 de Retiro o en los lugares más desprotegidos del conurbano bonaerense y del interior del país.

Las mujeres de los barrios obreros y populares, sobre todo las que son cabeza de familia, llevan la peor parte. Están obligadas a salir en busca del sustento diario, el agua de la que no disponen o a trasladarse hasta comedores y merenderos. 

Muchas deben convivir con sus agresores, sin que haya políticas decididas para que tengan acceso a una vivienda. Otras sufren desalojos de hecho, al no poder pagar el alquiler.

Pero no se rinden. Son ellas quienes inauguraron durante la pandemia ollas y comedores populares y merenderos, superando la ausencia de sostén estatal y múltiples carencias.

Y también son gran parte de quienes están al frente de la ocupación de terrenos, peleando por tener vivienda. Las vimos en las Tomas de Guernica, La Matanza y La Plata. Las seguimos viendo principalmente en los suburbios o alrededores de las grandes ciudades, como en estos días las 80 mujeres con sus 175 hijas e hijos que acampan en un basural de la ex Villa 31 en Buenos Aires o las compañeras del Barrio La Sexta, que luchan por lo suyo en Rosario.

Las más pobres

En Argentina hay un déficit de entre 3,5 y 4 millones de viviendas, que incluye un 60% que existen, aunque en condiciones deficientes y/o de hacinamiento crítico (cuando duermen más de tres personas por cuarto) o bien no tienen acceso a la red de agua ni cloacas.1 

Un informe oficial2 reconoce que en el momento de mayor cierre de la economía, la crisis dejó 1,5 millones de mujeres sin actividad, a nivel de 20 años atrás, con una caída más aguda para las mujeres jefas de hogar sin cónyuge y con niños, niñas y adolescentes a cargo ( los NNyA). 

Agrega luego que en el mismo período, la pobreza tuvo su máxima expresión (59%) en este último tipo de hogares, alcanzando a un 68,3% de los niños, niñas y adolescentes.

Y concluye:  “(…) Las mujeres a cargo de hogares NNyA son las más afectadas por la crisis, enfrentan una peor inserción en el mercado laboral (mayores niveles de informalidad, mayor inestabilidad, salarios más bajos), a la vez que experimentan una pobreza de tiempo profundizada por la pandemia (…)”

Vivienda: pocas soluciones, muchas topadoras

En este dramático escenario descripto por el propio Gobierno, se desplegaron una serie de políticas de contención: el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), en 3 pagos bimestrales de $10.000, que llegaron a 8.9 millones de personas, el 55% mujeres; la Tarjeta Alimentar que alcanza a 1,5 millones de personas, el 97% mujeres; bonos extra para las mujeres que perciben Asignación Universal por Hijo y por Embarazo (AUH y AUE) y otras.3

Además, el Presidente anunció en diciembre la construcción de 264 mil viviendas en los próximos tres años (hasta ahora se entregaron apenas 6.800), con una inversión cercana a los $900 mil millones, a través de distintos planes y 87.000 créditos para el programa Casa Propia.4

Son medidas y promesas para aguantar la tormenta. Pero los problemas siguen ahí. ¿Qué propone el FdT para resolverlos?

Victoria Tolosa Paz, quien encabeza la lista de legisladores nacionales del FdT de la Provincia de Buenos Aires en las próximas elecciones, declaró en ocasión de la Toma de Guernica, “(…) la ley está para hacerla cumplir y claramente la usurpación de la propiedad privada es un delito penal (…)”5.

Lo mismo opinaron Alberto Fernández, Kicilloff, Berni y la dirigencia peronista en pleno. En eso coincidió, sin grieta, Juntos y también la Iglesia Católica. Por eso la Toma de Guernica fue desalojada con una violenta represión. Por usaron la fuerza policial para arrancar de su vivienda a familias del Barrio La Sexta (ver recuadro). Por eso Larreta ordenó el desalojo de la Toma de la Villa 31. ¡Quienes nos gobernaron los últimos 40 años, los responsables de que haya millones sin pan y sin techo, todos unidos contra los pobres! 

Un plan económico obrero y popular

El PSTU y Lucha Mujer apoyamos las tomas de tierras. La vivienda es un derecho y una urgencia, que hasta ahora no resolvió ningún gobierno.

Alberto Fernández pagó desde que asumió, en concepto de capital e intereses por la Deuda U$S 7.000 millones y pagará hasta fin de año unos U$S 4.400 millones más que acordó con el FMI, montos superiores a los $900 mil millones (U$S 9.300 millones) que proyecta para viviendas en todo su mandato. 

La necesidad es ahora. Tenemos que organizarnos y coordinar las luchas de las tomas de terrenos, de los barrios obreros y populares, de las fábricas, escuelas y universidades. En esa organización preparar nuestra propia defensa para impedir los desalojos y cualquier represión a las luchas, formar comités, ir armando el plan obrero y popular que no harán la CGT, las CTAs, ni las direcciones del movimiento de mujeres, afines al Gobierno. 

Ese plan deberá empezar con medidas de emergencia: dejar de pagar la Deuda-usura, eliminar todo subsidio y aplicar fuertes impuestos a las grandes empresas, ningún hogar con ingresos menores a la canasta familiar, prohibición real de despidos y suspensiones, prioridad en el empleo para mujeres jefas de hogar con hijos e hijas a cargo y para víctimas de violencia machista, expropiación de viviendas y edificios ociosos de grandes propietarios para las familias sin techo, hacinadas y de víctimas de violencia machista, que los grandes supermercados, frigoríficos y alimenticias entreguen 20% de lo que comercializan o producen para que toda familia reciba una canasta de alimentos de calidad, entre otras. 

Será un plan que deberemos imponer con pelea y organización. Te convocamos a hacerlo junto al PSTU y a Lucha Mujer.

1La Nación, Cómo es el déficit de cantidad y de calidad que hay en Argentina, 09/05/20212Ministerio de Economía, Joint SDG Found (Fondo Conjunto para los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS), UNICEF, El impacto de la pandemia en hogares con niños, niñas y adolescentes a cargo de mujeres, mayo 2021.

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5Youtube La Nación, Terapia de Noticias, 01/10/2020