Todavía falta un mes, y ya hay en movimiento y reuniéndose miles de mujeres a lo ancho del país, para organizar la huelga de mujeres que se repetirá como en 2017 este 8 de Marzo. Llena de emoción ver que en otros países también están organizando esta histórica jornada que se plantea nuevamente “hacer temblar la tierra”.
La violencia que sufrimos a diario se expresa en las cifras de femicidio, de chicas desaparecidas, de denuncias de violencia sexual. Todo el pueblo trabajador está sintiendo el ajuste de Macri, pero la peor violencia la tenemos las trabajadoras y mujeres pobres. El hambre golpea nuestras casas, nos despiden a nosotras primero, nos aplican ritmos de producción insalubres, el recorte a la salud no deja que nuestros hijos y ancianos se traten, es mucho el dolor ante la muerte de nuestros pibes por gatillo fácil. Las más jóvenes no consiguen empleo, y están expuestas a las redes de trata. Ni hablar de las jubiladas o de las muchísimas trabajadoras domésticas que están precarizadas.
¿Sólo nosotras?
Este 8M, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, queremos que todo se pare por nuestros derechos. Queremos parar contra la reforma laboral, contra la reforma previsional y el plan de ajuste de Macri, para que se deje de pagar la deuda y se invierta en presupuesto para combatir la violencia hacia la mujer; queremos parar contra los despidos y la represión. Queremos gritar bien fuerte que Milagro Sala, las compañeras de la Tupac y los detenidos del 14D deben estar libres, que cese la persecución a Sebastián Romero y a todos los luchadores. Tenemos que parar para decir que ¡Macri se tiene que ir!
Pero para eso no basta con nosotras solas como propone el colectivo NiUnaMenos. Necesitamos que TODOS paren POR las mujeres. Para conquistar nuestros derechos debemos pelear contra Macri y su plan y esa no es tarea únicamente femenina.
La gran huelga general que las trabajadoras y trabajadores necesitamos debe tener en cuenta nuestros reclamos como mujeres. Este 21 de febrero deberíamos llenar la movilización para arrancar a esos dirigentes ricos un llamado a paro junto a nosotras. La CGT y CTAs deben parar el 8M, organizar asambleas para debatirlo, iniciar una campaña que combata el machismo en los sindicatos y en nuestros lugares de trabajo. Las compañeras de las CTAs, la Corriente Federal y demás dirigentes sindicales que participan de las asambleas feministas son las primeras que deberían ponerse a la cabeza de esta exigencia, y de impulsar el paro total en sus gremios y centrales.
Que se sienta en todo el mundo
Sigamos impulsando este paro, llevémoslo a nuestros trabajos y lugares de estudio, hagamos asambleas y votemos parar todos por las mujeres este 8M, exijamos a nuestros sindicatos que también lo hagan. Sigamos empujando desde abajo, junto a millones de trabajadoras en todo el mundo para que tiemble la tierra hasta derribar este sistema que nos explota y oprime. Para eso necesitamos de todos los laburantes y sectores populares, salgamos juntos a hacerlo.