“No sirve de nada sacar un aumento del 40% si no tenemos trabajo”, dicen Caló y compañía, que viven con ingresos 15 veces superiores a los nuestros.
Desde el PSTU estamos a favor de estatizar el comercio exterior para asegurar el ingreso de todos los fondos por exportaciones y controlar que las importaciones se reduzcan a lo indispensable para el verdadero desarrollo de una industria estatal pesada y semi pesada, única forma de recuperar para el país los resortes básicos de la economía, en manos de multinacionales y sus socios locales.
Pero estamos en contra de que las empresas nos usen como rehenes para conseguir subsidios u otro beneficio estatal para sus ganancias y que pagaremos todos los laburantes.
Que la UOM pase del “estado de alerta y movilización” a la convocatoria urgente de un Congreso de Delegados con mandatos escritos de bases, para organizar un plan de lucha conjunto para pararle la mano a las patronales avaladas por su gobierno de turno. ¡No al aislamiento de los conflictos! Aumento salarial mínimo del 40% incrementado mensualmente por costo de vida real.
¡No a los despidos y suspensiones! ¡Basta de secreto comercial y bancario! Así como cualquier patrón tiene acceso a saber inmediatamente lo que los trabajadores ganamos, tenemos derecho a conocer las ganancias patronales reales. ¡Que muestren su contabilidad y verdadera “rentabilidad”! ¡Veremos que plata sobra para pagar los salarios adeudados y repartir las horas laborales entre todos los compañeros sin achique salarial alguno!
Si los dueños dicen no estar en condiciones de aplicar estas medidas, que el Estado se haga cargo de las empresas, sin pago y bajo control de sus trabajadores. Por el contrario:¡Embargo de sus bienes mal habidos por malversación de fondosy fraude! ¿Techint no tiene plata, por ejemplo? ¿O Eitar? Son como las heladerías, que en 3 meses la juntan en pala para todo el resto del año. ¡No nos dejemos engañar ni usar para conseguirles beneficios a sus bolsillos!
La UOM y demás sindicatos, y las centrales CGTs y CTAs, deben levantar un programa económico obrero alternativo al ajuste, al saqueo y a la represión de los empresarios y su gobierno. Discutamos en asambleas y congresos de delegados con mandatos de base medidas, como las que proponemos aquí, y organizar un plan de lucha para conseguirlas.