A medida que se acercan las elecciones, los dirigentes sindicales de la CGT y CTA hacen todo lo posible para que ningún plan de lucha de los trabajadores ponga en cuestión el calendario electoral y nos mienten cuando nos quieren hacer creer que apoyando a uno u otro candidato de los partidos patronales la cosa puede cambiar. Cada uno tiene sus intereses y sus arreglos con sus candidatos, sean macristas, kirchneristas, massistas, etc. Desde el Momo Venegas hasta Pignanelli. Desde Moyano hasta Caló. Desde Acuña hasta Viviani y Smith. Mientras tanto, además de lo dicho en el otro artículo de esta página, ahora están negociando con el gobierno el salario mínimo en $10000. Una burla, teniendo en cuenta que según un estudio de la propia CTA lo que necesita una familia son $23000 para cubrir apenas las necesidades básicas.
Todos estos dirigentes, al igual que los políticos que apoyan están comprometidos a fondo en sostener al gobierno, por eso quieren que nos limitemos a votar en agosto y octubre y que no salgamos a luchar para pararle la mano al plan Macri.
Para romper eso , tenemos que avanzar en la organización por abajo en los lugares de trabajo para exigirle a los delegados y hacer asambleas para discutir cómo peleamos por lo nuestro. No podemos esperar a las elecciones Y de esa manera obligar a los dirigentes traidores a hacer lo que no quieren, que es ponerse a la cabeza de la lucha, como lo hicimos el 7 de marzo, y como lo están haciendo los trabajadores brasileños con la Huelga General que realizaron el 28 de abril y la movilización a Brasilia de hoy para echar al gobierno de Temer.
Pero por otro lado es indispensable que avancemos mas allá de la exigencia a los dirigentes y que aprovechemos cada conflicto que exista, por más pequeño que sea, para rodear de solidaridad a los que luchan, organizarnos por abajo, elegir delegados democráticos que defiendan nuestros intereses y avanzar en una coordinación de todos los compañeros y delegados que quieran enfrentar el plan de ajuste de Macri. Este encuentro o coordinación puede ser una referencia que aparezca como alternativa para todos los trabajadores del país que quieran salir a luchar y una herramienta para construir la unidad y romper el aislamiento que impone la CGT y CTA, y de esa manera ir forjando una nueva dirección para recuperar nuestros sindicatos y ponerlos al servicio de un plan obrero de emergencia.
Por eso, es necesario para todos los trabajadores del país que las direcciones sindicales combativas y que quieren enfrentar a Macri, como el Pollo Sobrero, el SUTNA, la CGT San Lorenzo, los aceiteros (que rompieron el techo salarial) lideren esa convocatoria hacia un encuentro o coordinación de lucha. En ese sentido, la reunión que se realizó en Ferroviarios de Haedo hace poco más de un mes es un espacio conquistado y que tiene que tener continuidad con un nuevo encuentro y medidas de acción concretas.
Y por ese camino ir construyendo una nueva dirección. Porque está comprobado que con los actuales dirigentes de la CGT y CTA, el que se impone es el plan Macri.