La empresa avanzó con una ola de despidos en refinería. Según denuncian muchos de los despedidos son activistas y referentes de luchas pasadas y recientes, algunos que participaron en listas de oposición al sindicato o enfrentaron atropellos de la empresa, incluso trabajadores ya reincorporados por despidos en el pasado.
Sucede que Shell-Raízen (como todas las patronales) está envalentonada ya que el gobierno de Milei la viene favoreciendo con leyes y decretos, mientras quita derechos, desprotegiendo aún mas a los laburantes.
El gobierno, ¿contra la casta o contra los trabajadores?
A pesar de que el discurso del gobierno es “contra la casta” y los abusos “del estado” (negocios corruptos y “robos” que están a simple vista hace años) los golpes terminan cayendo contra los trabajadores y jubilados. En cambio las empresas como Shell-Raízen que ya se llenaban de plata a costa de incumplir normas, contaminar, discriminar a sus trabajadores y demás, con los gobiernos anteriores, ahora lo hacen aún mas.
Milei es representante de la clase empresarial que vino a recuperar para ellos la porción de las ganancias que estaba en manos del Estado. Es decir, quiere al Estado ausente de sus negocios, pero presente para reprimir a los trabajadores para avanzar con lo que ellos llaman reformas estructurales: retroceder cien años las conquistas laborales de los trabajadores. Estas reformas son una necesidad para el capitalismo por eso “la casta” le votó las leyes en el Congreso. Parte de las consecuencias son el incremento de los despidos, la pobreza, el congelamiento de salarios y el desfinanciamiento en salud y educación.
Resistir a pesar de las direcciones traidoras
Por eso distintos sectores salen a luchar para intentar pararle la mano al gobierno: los químicos de Praxair, los obreros de Pilkington, los trabajadores de salud mental del Hospital Bonaparte… la clase obrera resiste, demostrando que si no hay un plan de lucha unificado es porque las direcciones sindicales pactan con las empresas y el gobierno recortes y despidos.
Para que Raízen pueda sacar provecho de la Ley Bases y sus beneficios (excenciones impositivas para trabajadores nuevos, despidos con 8 meses de antiguedad sin indemnización, reforma en tareas y horas de trabajo, etc), primero tiene que borrar del mapa a los que levantan la voz y meter miedo entre los trabajadores.
Por eso, creemos que el sindicato (SIPGER Y BIOPA) y la Comisión Interna deben defender a todos los trabajadores y no hacer de verdugos de la empresa, sean o no críticos y opinen lo que opinen de política. Aunque digan que “al que se quede piola no le va a pasar nada”, cuando lo cierto es que van a seguir despidiendo para que los trabajadores tengan miedo de perder el trabajo y se sometan. Hoy es un “crítico”, mañana uno que se mandó un error trabajando, pasado uno que le contestó a un jefe, después uno que no le gustó la cara y así.
Unidad de los trabajadores
Hay que ir construyendo desde abajo la unidad sin confiar en las direcciones de las CGT y CTA que han jugado a favor del gobierno dejando pasar el ajuste llamando a medidas tibias. Hay que empezar a romper las barreras que nos ponen. En el Docke los trabajadores de DAPSA, Deposur, la Arenera, el puerto y los propios vecinos no son ni enemigos ni competencia, sufren lo mismo que los trabajadores de refinería, recortes y despidos. Hay que ser solidarios y llevar el apoyo a las demás luchas construyendo una coordinación contra los ataques, ya que es muy difícil ganar si cada uno resiste por su lado.
Al plan del gobierno y las patronales lo tenemos que enfrentar todos juntos. Sin embargo, tan importante como la resistencia es la alternativa política de los trabajadores que tenemos que construir. Ya no hay lugar para nuevas expectativas en el PJ. Ellos ya gobernaron y son los responsables de que Milei haya llegado al gobierno. Y ahora le dejan correr su plan de ajuste.
Desde el PSTU te invitamos a construir esa herramienta política que nos hace falta a los trabajadores para poder aplicar nuestro propio plan obrero, socialista y revolucionario.
NO A LOS DESPIDOS EN SHELL RAIZEN.
NO A LA PERSECUCIÓN A LOS TRABAJADORES.
NO A LA REFORMA LABORAL.