En la última semana de noviembre -mientras el gobierno militarizaba para la cumbre del G20-, en el ferrocarril Belgrano Norte hicieron correr un listado notificando a 29 compañeros que no podían tomar servicio. Todos ellos tercerizados, a cargo del estado, si bien hacen tareas para la concesionaria Ferrovías. Allí trabajan unos 1.100 efectivos y 350 tercerizados efectivos del estado. Ante estos despidos y la parálisis del «nuevo» cuerpo de delegados (de la oficialista lista Verde), unos 200 compañeros se autoconvocaron en la seccional (Boulogne). Por las listas sábanas, si bien en Material Rodante -el sector más numeroso- no ganó la Verde, igualmente impuso allí sus delegados. Y dice que no se puede hacer nada pues los despedidos son «del estado». ¡Pero para recibir la cuota sindical no dicen lo mismo! Como la seccional estaba cerrada, los compañeros autoconvocados decidieron parar el 6/12 y reunirse en asamblea general. El gobierno entonces dictó la conciliación obligatoria, que vencía el 27/12. Ese día se concentraron autoconvocados en Retiro, para intentar divulgar el conflicto en todo el país. El gobierno prorrogó hasta el 7/1 la conciliación, para seguir con su campaña por aceptar retiros voluntarios al 120% de indemnización. Que son en realidad despidos emcubiertos. Excepto los trabajadores de las concesionarias (hasta mediados del 2019) Ferrovías y Metrovías, los demás ferroviarios «del estado» no cobraron el bono de $5.000 en dos veces.
¡Asambleas esta semana previa en todos los sectores y en todas las líneas, para garantizar una masiva autoconvocatoria el 7/1 en la seccional para retomar el paro por la reincorporación de todos los compañeros que quieran seguir trabajando! ¡Ni despidos directos ni encubiertos como retiros voluntarios! Macri y demás ajustadores están empeñados en achicar los presupuestos públicos para destinarlos al pago de la fraudulenta deuda a banqueros y demás especuladores. Vienen por todos los «estatales», no sólo los del Belgrano Norte. Por eso la exigencia a la Unión Ferroviaria para que paren todas las líneas, todos los ferroviarios unidos. Entre los despedidos de todas las listas, de todos los colores. Que las asambleas y la autoconvocatoria del 7/1 reclame también por el pago del bono a todos los ferroviarios y contra el impuesto al salario, mal llamado impuesto «a las ganancias» pues el salario no es ganancia. En varios municipios y en ATE cobraron $7.000 y más de bono. De modo que no es excusa ser ferroviario «estatal» para que no lo paguen. La paritaria no llega a cubrir el 48% de inflación anual.