El PTS, PO e IS realizarán un acto el 19 de noviembre, bajo un programa de enfrentamiento al Gobierno, delimitación del kirchnerismo, denuncia a las burocracias sindicales y de construcción de una alternativa política independiente para las elecciones.
En esta ocasión el PSTU no participará. Más allá de compartir varios de estos planteos en general, queremos debatir con esos partidos, sus militantes y con toda la vanguardia nuestros argumentos de por qué consideramos que la orientación política que el propio acto coloca es equivocada en este momento.
¿Encuentro obrero amplio o acto electoral limitado a los simpatizantes del FIT?
Estamos viviendo un momento de ataques tremendos a los trabajadores y el pueblo. Necesitamos imponer un plan de lucha nacional, lo más amplio posible, obligando a las centrales y sindicatos a llamar a la huelga general, y peleando para “pasarlos por arriba” hasta derrotar al Gobierno.
En nuestra opinión, un llamado dirigido a todos los luchadores –incluyendo muchos compañeros que se consideran aún peronistas- a un gran Encuentro para organizar la lucha y la solidaridad sería un gran paso. Podría unificar a miles de activistas peronistas y de toda la izquierda (incluyendo a la que no es parte del FIT) detrás de un programa de emergencia, y con un plan de acciones, para participar de manera común en todas los conflictos obreros y populares, e imponer a la CGT un paro nacional antes de fin de año, como inicio de un plan de lucha.
En relación a esta tarea, el acto electoral que nos proponen es sectario. No solo deja por fuera a miles de luchadores peronistas, sino a sectores de izquierda que no se sienten representados por el FIT. De hecho, la invitación al acto dividirá incluso a las direcciones independientes de la burocracia, en tanto muchas de ellas no son parte del FIT, o son compartidas por compañeros del FIT con otros que no lo son.
Es un acto de espaldas a las necesidades más inmediatas
Por supuesto, el FIT tiene derecho a realizar actos electorales. El PSTU ha participado en las elecciones de las listas del FIT, y fue parte de actos de esta naturaleza. No es eso lo que cuestionamos. En medio de procesos electorales, es correcto realizar actos electorales.
Pero no es el caso. Para las elecciones falta mucho. En este momento, un acto electoral va en contra de las más inmediatas necesidades del conjunto de la lucha de la clase obrera, de los estudiantes, contra la violencia hacia la mujer y demás peleas. Estas requieren unidad, amplitud, y firmeza para derrotar la tregua de la burocracia sindical y la oposición política (Massa, Cristina, los dirigentes peronistas) con el ajuste del Gobierno. El acto del 19 no es un capítulo en la lucha contra el plan, sino un capítulo en la pelea electoral del 2017.
En ese sentido, y más allá de las intenciones de quienes lo convocan, es un acto que fortalece la tregua. La política de la patronal, en la que todos están de acuerdo -desde Macri hasta el Papa, desde Obama hasta Cristina, desde Moyano hasta Yasky- es sostener la estabilidad para que Macri llegue al 2019. Es decir, que toda la oposición al Gobierno debe ser canalizada hacia las elecciones, impidiendo que se abra un curso que pueda cuestionar la gobernabilidad, como ocurrió en el 2001 con la caída de De La Rúa.
Es necesario denunciar esta política, llamando a la clase obrera y el pueblo a no esperar, a enfrentar a este gobierno hasta derrotarlo. Por eso, el acto que propone el FIT es un error. Porque en medio de las luchas, y faltando mucho para la próxima elección, llama a un acto para presentar una alternativa… en la próxima elección. De ese modo, colabora con la estrategia política capitalista de que todo se canalice a través de las elecciones.
Un acto de espalda a la lucha real
Esto sería así, aunque no hubiera ninguna medida de lucha programada. Pero el día 18, varias organizaciones sociales (CCC, Barrios de Pie, CTEP, etc.) con apoyo de la CGT, marcharán por miles hacia el Congreso, para reclamar un millón de puestos de trabajo.
Siendo parcial y limitada, es una medida concreta para enfrentar al gobierno. El apoyo de la CGT le sirve para mostrarse combativa, mientras pospone el necesario paro general. Pero aún así, será una acción importante contra el gobierno, y una oportunidad para denunciar la tregua y exigir un plan de lucha que inicie con una huelga general, por un plan económico obrero y popular.
En lugar de jugarse con todo a esta oportunidad de la lucha de clases, la militancia de los partidos estará embarcada en un acto electoral el día posterior, dentro de un estadio y de espaldas a la lucha.
Toda la atención en la lucha, y no en las próximas elecciones
Por eso, con todo respeto por los compañeros de esas organizaciones, queremos reflexionar juntos, y de cara a todos los activistas sindicales y políticos. Ahora es el momento de poner todos los esfuerzos en enfrentar al Gobierno en la lucha, en la calle. Ya llegará el momento de pensar y participar en las elecciones.
Es nuestra responsabilidad luchar para impedir que el gobierno, el Papa, la burocracia sindical, la oposición patronal y sus medios de difusión nos vuelvan a embarcar todo el tiempo en sus trampas de la democracia patronal.