En 2011, Sandra Vigo, esposa del gobernador de la provincia, (Juan Schiaretti, Unión por Córdoba-PJ), inauguró junto a la ex rectora y ex diputada por el FPV, Carolina Scotto, un Jardín Maternal o Sala Cuna que funcionaría en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba. Este hecho era muy importante, porque parecía conducir a democratizar el acceso a la educación.
50 cupos para 200.000 estudiantes
Esa Sala Cuna se formó por un convenio Provincia-Nación, en el cual la Provincia puso el personal y el presupuesto para salarios -¡no más que eso!-, ya que usan unas aulas de la Universidad que estaban deshabitadas.
Sólo había cincuenta cupos para una población de 200.000 estudiantes. Se brindaba atención entre los 45 días de vida y los 4 años, en horario limitado, y sólo hasta las 20 hs. Claramente era muy difícil conseguir una vacante. Sin embargo las gestiones universitarias kirchneristas, nunca pusieron un peso para ampliar las condiciones del servicio ni las vacantes, y el Gobierno Provincial tampoco hizo nada.
Por ejemplo, en 2010 en la toma de la Facultad de Filosofía y Humanidades, dentro del pliego de reivindicaciones quedó plasmada la necesidad de una guardería para la facultad. Sin embargo, hasta el momento y con diversas conducciones del Centro de Estudiantes, no hemos conseguido esto. El conjunto de la izquierda tampoco ha tomado como suya siquiera la consigna de que se ampliase el cupo en la guardería ya existente.
Reducción de los cupos: un ataque a la familia trabajadora
Para ir a trabajar o a estudiar uno tiene que pagar o depender de sus familares para el cuidado de los niños. Eso nos genera contradicciones a muchas mujeres. La mayoría no puede costear un jardín privado y en el caso de los abuelos, éstos pasan más tiempo que nosotras con nuestros hijos, realizando además una tarea que no es remunerada, ni reconocida socialmente.
Pero los gobiernos patronales no consideran esto como un grave problema. Incluso cuando crearon la Sala Cuna de la UNC no lo plantearon como responsabilidad del Estado ausente, como respuesta a un derecho de todas las trabajadoras, sino como una asistencia a las “jóvenes madres en situación de vulnerabilidad social” que no pueden “costear el cuidado de sus pequeños en el ámbito privado”. (1)
Ahora al Ministerio de Desarrollo Social Provincial, dentro de los ajustes que ya viene haciendo, como el despido de muchos trabajadores en esa repartición, por ser supuestamente “ñoquis”, no tuvo mejor idea que dejar sólo cuatro maestras en la Sala Cuna de la UNC, que atienden únicamente a veinte niños en “situación de violencia”. Se insiste en asignar a las maestras un rol contenedor, en lugar de educativo, que sirve también para disimular el achicamiento de los servicios estatales.
El Centro de Estudiantes de Filo, dirigido por La Bisagra, dice que “nada pueden hacer porque ésa es responsabilidad de la Universidad, que ya juntaron firmas… y que ahora está todo mal porque asume el nuevo Rector que es de Cambiemos”.
Desde el PSTU exigimos Asamblea General para no dejar pasar este ajuste, ni los ataques a la mujer y a la familia trabajadora. Los docentes universitarios vienen mostrando el camino con paros y distintas acciones. Los estudiantes debemos movilizarnos junto a ellos y sumar nuestros reclamos. El kirchnerismo que en las elecciones nacionales sostenía que con Macri volveríamos a los ’90 debe poner toda su fuerza para organizar esta lucha.
(1) www.unc.edu.ar/novedades/2011/mayo/ciencias-médicas-inauguró-una-sala-cuna