Los textiles vienen sufriendo las suspensiones y cierres de fábricas y talleres en todo el país a causa de las importaciones (que permite el ingreso de productos terminados de China y Brasil a bajo costo y a pésima calidad) y de la caída del consumo.
Alpargatas, en el 2016 empezó despidiendo a todos los tercerizados y suspendiendo a miles de empleados en todas sus plantas adelantando vacaciones y en diciembre suspendió a casi toda su plantilla (alrededor de 4000 trabajadores), ya en el 2017 esta situación se profundizo, la empresa fue la primera en ingresar al Plan de Transformación Productiva anunciado por el gobierno que le otorga un seguro de desempleo ampliado y capacitación a los despedidos, con esto la firma decidió cerrar las secciones de calzado, provocando el cierre de la planta de San Luis y el achique de personal en Florencio Varela.
Sin embargo, sus dueños, el holding brasileño J&F Investimentos posee la firma Alpargatas Brasil y otras firmas asociadas en otros países, como la empresa Swift de Argentina, donde gana otro tanto a raíz de las exportaciones de carne.
No dejemos que nos hagan pagar los platos rotos de la crisis a los trabajadores. Que muestren los balances de la empresa y de todas las firmas asociadas para comprobar las ganancias que obtuvieron.
Defendamos la industria textil
La Asociación Obrera Textil (AOT) en sintonía con el triunvirato de la CGT se lleno la boca criticando el ajuste que el gobierno le está propiciando a los trabajadores pero en ningún momento decidió llamar a alguna medida lucha. En lo que va de la gestión Macri, ya hubo 3.345 despidos y 11.720 suspensiones y NO HUBO NINGÚN PARO, ASAMBLEA, MOVILIZACION PARA FRENARLOS.