Mientras los trabajadores pagaremos hasta un 600% más de luz (por un servicio pésimo), sufrimos la inflación y los despidos, Macri se muestra más que generoso ya no sólo con los empresarios, sino también con los buitres. Nada bueno puede venir de esa negociación para nosotros, y por ello tenemos que enfrentarla.
La generosidad de Macri con los buitres.
Con la idea de dar señales de buena voluntad y de mostrarse a los mercados internacionales como un gobierno confiable, a fines de la semana pasada Macri hizo una oferta a los fondos buitres de 6500 millones de dólares.
Parece mentira, pero es real el sometimiento del gobierno a los usureros internacionales: Macri se arrodilla y ruega a Estados Unidos, al FMI, al juez Griesa y a los fondos buitres, que por favor nos dejen pagarles millones de dólares para que después podamos “volver” a endeudarnos con nuevos créditos.
Los 6500 millones de dólares es una oferta aun mayor que la cifra que Cristina les había ofrecido, a pesar de los discursos “soberanos”, y que los buitres habían rechazado para poder hacerle juicio al país por mas plata. Ante semejante entrega, Estados Unidos, el FMI y el mediador ante el juez Griesa, Daniel Pollack, han abundado en elogios hacia la buena voluntad de Macri.
No es para menos, ya que la oferta de Macri significa una ganancia de más del 300% para los buitres con respecto a la supuesta deuda original.
Dos de los seis fondos buitres más grandes ya aceptaron la oferta. Ahora Macri espera convencer a los 4 más duros, que siguen especulando con que en unos meses empeore la situación económica para reclamar aun más.
Mientras más pagamos, mas debemos: una deuda que se multiplica.
Pero si los buitres aceptan la oferta, para efectivizar el pago el gobierno necesita que el Congreso derogue la llamada “Ley Cerrojo”, la cual ley impide hacer cualquier otra oferta a los acreedores de deuda que no entraron en los canjes de 2005 y 2010 (los holdouts o fondos buitres). Si se levantara la “Ley Cerrojo” y se pagara a los buitres, significaría que los que sí entraron en los canjes y ya cobraron, ahora reclamarían un acuerdo igual al que ahora se les da a los buitres, es decir mucho mayor.
Así, queda claro que cuanto más pagamos, más se engrosa la deuda.
Este es el negocio de la deuda externa, de los buitres y banqueros internacionales: destruir las economías de los países semicoloniales para poder someternos mejor y expoliarnos más.
Este es el juego que Macri viene profundizando: garantizarles a las multinacionales, a organismos internacionales de crédito y a países imperialistas sus ganancias a costa de que la crisis económica mundial la paguemos los trabajadores y los pueblos.
La oferta a los buitres es una continuidad de lo que el gobierno macrista viene haciendo en sus primeros 60 días de gestión. Desde que asumió, el Gobierno Nacional y los Gobiernos Provinciales no paran de endeudarse a través de la emisión de bonos y letras del tesoro nacional. Además, Macri se endeudo en 3 mil millones de dólares a través del llamado préstamo “swap” con China.
La necesidad de acaparar dólares del Gobierno es grande. ¿Para hacer una plan de viviendas? ¿Para hacer un plan de infraestructura que evite las inundaciones? ¿Para recuperar nuestros recursos naturales? Nada de eso. Obtiene préstamos para cumplir con el pago a los usureros internacionales.
Un tarifazo del 600% para los trabajadores
Además de eliminar por decreto retenciones a los capitalistas del campo e imponer la colosal devaluación de nuestra moneda en más de un 40%, el gobierno de Macri continúa con su política económica de hacer pagar un enorme ajuste a los trabajadores y el pueblo. Ahora es con el tremendo tarifazo en la energía eléctrica.
Un tarifazo colosal.
El Ministro de Energía y Minería y ex presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, anunció que se aumentará hasta un 300% el costo de la electricidad que compran las distribuidoras mayoristas en nuestro país, en forma provisoria hasta abril. Sí, después más incrementos. Según lo informado por el propio Aranguren, “un hogar que paga $ 25 pagará ahora $ 150”, más lo analizado por instituciones de defensa de los consumidores estos costos de distribución serán trasladados a los precios calculándose entre un 500 % y 600 %. (1).
Para el ministro macrista “se pretende ahorrar U$S 4.000 millones. En los últimos años, el subsidio a la energía eléctrica costó U$S 51.000 millones, con un sistema tarifario injusto… y con un sistema eléctrico al borde del colapso”. Ni una palabra sobre donde fueron destinados estos millonarios subsidios transferidos por el kirchnerismo a las grandes patronales como Edenor, Edesur, Edelap y demás del interior que no invirtieron un peso en actualizar la infraestructura. Y ahora esta debacle quieren que la paguemos los trabajadores y el pueblo de nuestros bolsillos.
El aumento para las privatizadas y para pagar la deuda.
Con el tarifazo se apropiarán de enormes fondos salidos del esfuerzo de los trabajadores que ya soportan la devaluación, la inflación, bajos salarios, techos paritarios, suspensiones, desempleo y precariedad laboral. Fondos que en definitiva por las decisiones y artilugios contables del Estado capitalista van a ir a parar a las mansiones de los explotadores y especuladores financieros, en lugar de destinarlos a serios planes de trabajo digno, viviendas, trasporte, salud y educación.
¡Ni un peso a los buitres de la deuda!
Estatización de toda la industria energética
Los despidos, la inflación, el sueldo que alcanza cada vez menos, los femicidios y todos esos problemas que tenemos los trabajadores, no serán solucionados mientras las riquezas del país sean destinadas a pagar la deuda externa y a aumentar las ganancias de las empresas multinacionales.
Por eso en cada pelea que damos contra los despidos, por aumento salarial, por terminar con la violencia hacia las mujeres o por cualquiera de nuestras necesidades, tenemos que saber que ese reclamo concreto tiene que ir unido a la exigencia de que el Gobierno deje de pagar de inmediato la deuda, que no le dé un solo peso nuestro a los buitres, porque esa plata es a costa de nuestros derechos.
A la vez tenemos que reclamar que se estaticen sin indemnización y bajo control de los trabajadores a todas las empresas de energía que hace años se llenaron de dinero con los subsidios, no invirtiendo nada y prestando un servicio desastroso. De igual manera también se debe hacer con todos los recursos naturales, el petróleo, el gas, y todas las empresas que despidan personal. El Estado también debería hacerse cargo de la banca y el comercio exterior.
Tenemos que pelear por romper con los imperialistas que nos someten para saquearnos, tal como hace 200 años el pueblo, junto con sus hermanos de América Latina, luchó para independizarse y echar a los españoles y que culminó con la declaración de independencia de 1816, de la cual se cumple éste año.
Por ello llamamos a todos los que quieren defender verdaderamente nuestra soberanía, en unidad con el conjunto de los trabajadores latinoamericanos, para construir la Segunda Independencia que tanto necesitamos, a emprender juntos esa tarea.