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Nuestra economía capitalista hacia el abismo

Una situación económica insostenible para los trabajadores y el pueblo. El “caradurismo” del Gobierno capitalista de Javier Milei auspiciaba que los precios deberían bajar ante el reacomodamiento del “mercado” luego de la tremenda devaluación cuando asumió. Pero los costos de los alimentos y medicamentos esenciales siguen subiendo y el bajo consumo paraliza algunos sectores con despidos y suspensiones de trabajadores, llegamos a una “híperdepresión”.

Mientras, la fiesta de la especulación financiera iniciada en gobiernos anteriores como el peronista de los Fernández continúa, se profundiza y el clima cambiario y bursátil está de fiesta.

Síntomas de la tragedia

  • La producción económica próxima a la de la pandemia del Covid-19
  • Los salarios de convenio, los no registrados, y las jubilaciones están pulverizados.
  • La megadevaluación transfirió enormes recursos de los trabajadores a los sectores capitalistas concentrados económicamente.
  • Las desregulaciones del DNU son en contra de la población en general.
  • Hay despidos masivos en el sector público y en el privado.
  • Más tarifazos expropiadores en gas, energía eléctrica y agua.
  • Con el dólar quieto por ahora la especulación de inversores es con las altas tasas de interés. 
  • Suben los bonos de Deuda y baja un poco el Riesgo País para los buitres.
  • Fuerte caída del Producto Bruto Interno (PBI), lo que producimos.

La reducción del Déficit Fiscal de Enero y Febrero se originó en la “poda” de los gastos del Estado, especialmente en Salarios, Jubilaciones y por despidos, más la suspensión de obras públicos en todo el país. Mientras el “Círculo Rojo” capitalista, los grandes millonarios de empresas dominantes están de acuerdo y apoyan al Gobierno ante la promesa de una Reforma Laboral.

Pera los pagos de Deuda no se tocan

A la par del la destrucción del sistema productivo, pago de la Deuda Estafa sigue. Si lo financiero es lo que predomina para el Estado, en el capitalismo no hay política económica que aguante.

Milei impulsa reformas impositivas, pero aplica el mayor impuesto que existe con los trabajadores y la población: la inflación. Ello permitió una mayor recaudación por los diferentes impuestos, y acompañado por reducción de gastos estatales y sociales. logró eliminar un Déficit primario del Estado, los principales gastos. Pero el Secundario, los intereses de la Deuda enorme estatal (U$S 400.000 millones), incluyendo al FMI, se vienen pagando religiosamente como los U$S 3.000 millones en el primer trimestre. 

Se calcula que los intereses de este año y los venideros llegan a los U$S 14.000 millones. Y Milei está contento porque desde que asumió el BCRA  compró unos U$S 8.000 millones que deducidos algunos escasos pagos por importaciones suman reservas para cumplir con los usureros.  Este mes vencen U$S 1.300 millones por intereses para el FMI. No se destinan a generar empleo genuino, obras públicas, hospitales, Salud, Educación, viviendas, transporte, etc.  

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VIENEN POR TODO

El Gobierno viene haciendo público su alineamiento total con las políticas exteriores de Estados Unidos, centralmente en lo que refiere a los intereses económicos y geopolíticos yanquis.

Respecto al plan estadounidense de controlar política y militarmente la región,  y pedidos de romper con todo vínculo con China, en nota de página 2 se puede acceder a nuestra postura. Pero respecto a lo económico centralizamos las visitas recientes,  como inclusive durante el Gobierno anterior de los Fernández, proponiendo la apertura lisa y llana a capitales extranjeros americanos en varios rubros. 

El Gobierno cómplice

De la adoración de Javier Milei y su séquito de obsecuentes se desprende la ansiedad del Gobierno argentino de abrir las puertas a los inversores norteamericanos, sean multinacionales o fondos buitres para quedarse con nuestro recursos principales. Y a la par ingresar divisas para engrosar las reservas del BCRA para el pago de fraudulentas Deudas, con el aval del FMI.

La movilización de los trabajadores y el pueblo en su conjunto contra este proyecto de entrega de recursos y soberanía es más que urgente. Un proceso revolucionario político y económico que expulse a estos delincuentes económicos internacionales es urgente, y que los trabajadores asuman de una vez por todas el control de lo que debemos producir y como distribuirlo. De ello depende nuestro futuro y el de nuestros hijos.