Nuestro homenaje a Mohammad Ali, que luchó en los cuadriláteros para convertirse en el mayor ídolo del boxeo de todos los tiempos, y fuera de ellos, tuvo que librar una lucha aún más dura contra el racismo. Su negativa a servir en la guerra de Vietnam le costó la suspensión por años en el boxeo. “Nunca he visto ningún vietcong faltándome el respeto. Es en América que soy llamado negro“, dijo. Al convertirse al Islam, Mohammed Ali abandonó su antiguo nombre, Cassius Clay, porque decía que era ese su “Nombre de esclavo”. Deja la vida para entrar en la historia.