El lunes 30 de noviembre se difundió la recuperación del nieto 119. Se trata de Mario Bravo de 38 años de edad, de Las Rosas, Santa Fe, y fue uno de los pocos que pudo reencontrarse con su madre, Sara.
Sara fue secuestrada en julio de 1975 en Tucumán. Ella vivía en la capital tucumana junto a sus dos hijas, de tres y un año y trabajaba en un hotel de esa ciudad, y un día, al regresar del trabajo, por la madrugada, fue detenida en la puerta de su vivienda. Mario nació en la cárcel tucumana de Villa Urquiza, entre mayo y junio de 1976, mientras su mamá estaba en manos de las fuerzas de seguridad provinciales, en cautiverio.
Por las fechas del secuestro y del nacimiento, se presume que el embarazo fue producto de una violación a la que Sara había sido sometida durante su encierro, una práctica aberrante y común entre las formas de tortura usadas durante el terrorismo de Estado.
Luego, el bebé le fue arrebatado al nacer por un enfermero que ni siquiera le dejó saber su sexo. Sara fue liberada en noviembre de aquel año.
En estos días, habiendo superado el horror, Sara y Mario se volvieron a encontrar, y pudo decirle: “nunca más te van a separar de mí”.
El terrorismo de Estado
Su historia no es extraña a la historia de miles de trabajadores en aquellos años. En 1975 la clase obrera argentina estaba altamente organizada y llevaba adelante luchas históricas con huelgas generales y tomas de fábricas.
Por eso, porque la burguesía veía peligrar su poder y sus ganancias, primero la Triple A y luego la Dictadura Militar, desaparecieron a miles de trabajadores y los torturaron de la forma más cruenta. La apropiación de niños nacidos en cautiverios fue una de las formas más terribles usadas por las Fuerzas Armadas para doblegar a la clase trabajadora.
Pero la movilización masiva por el Juicio y Castigo a los responsables y por la aparición de los nietos, logró que se llegaran a recuperar ya 119 nietos de los 500 que fueron apropiados y se logró encarcelar a varios represores.
El kichnerismo ¿defensor de los derechos humanos?
Veamos los hechos. El año en que más nietos se recuperaron fue en 1984, cuando la movilización de la población era masiva, se recuperaron en un año 12 nietos. Durante los 12 años de kichnerismo en ningún año se recuperó a tantos de ellos.
Aún hoy, dentro de las Fuerzas Armadas hay 9000 efectivos que participaron de la dictadura militar, Jorge Julio López sigue desaparecido en democracia, hay 210 jóvenes desaparecidos por el gatillo fácil y miles asesinados, Carlos Fuentealba, Mariano Ferreyra, los qom, los petroleros de Las Heras condenados a cadena perpetua y los docentes y camioneros de Tierra del Fuego condenados a prisión, todo ocurrido durante “el gobierno de los derechos humanos”.
Por todo esto los trabajadores no podemos confiar en el kichnerismo como nuestro defensor, ni dejar que el macrismo avance contra los derechos humanos, solo nuestra movilización y organización nos dará la fuerza para recuperar al resto de los nietos y condenar a todos los represores.