El 3 de octubre de 2016 un paro de mujeres realizado en Polonia frenó la criminalización del aborto; siguieron reclamos similares de las mujeres irlandesas por sus derechos reproductivos y de las coreanas contra la imposición de penas más altas a los médicos que realizaran abortos y luego, el 19 de octubre de Argentina con huelgas y manifestaciones contra la violencia y los femicidios. Las protestas dieron lugar a la conformación de la IWS (International Women’s Strikes) o PIM (Paro Internacional de Mujeres), a fines de octubre, que comenzó a organizar acciones conjuntas: en 2016, el 25 N; en 2017 la solidaridad con las marchas del 21 de enero contra Trump en Washington. Y, actualmente, planea paros y protestas para el próximo Día Internacional de la Mujer Trabajadora en unos 30 países.
El Siglo XX vio el desarrollo de dos grandes olas de luchas femeninas.
A principios del Siglo la Primera Ola tuvo dos vertientes. Una la protagonizaron mujeres de las clases altas: peleaban por su derecho al voto, a la educación superior y a manejar sus bienes. Otra vertiente, obrera, dirigida por las socialistas, que luchaba por mejorar los miserables salarios y las terribles condiciones de trabajo instauró la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora y desembocó en la Gran Revolución Rusa de 1917.
La Segunda Ola, en los años ´60, tuvo al frente las mujeres de las clases medias. Obtuvo el divorcio, el derecho al aborto y otras conquistas en varios países europeos y en la mayoría de los estados de EEUU.
Hacia los ´70, la astucia del imperialismo encauzó esas luchas hacia el ámbito académico, florecieron distintas corrientes feministas, se acuñaron las políticas “de género” y años más tarde, el “empoderamiento”.
Pero la llegada del Siglo XXI, la caída del estalinismo, una crisis económica y política mundial de enormes proporciones y la sucesión de revoluciones democráticas en Latinoamérica, Norte de África y Medio Oriente, están colocando a las mujeres en la primera fila de la lucha y haciendo que los trabajadores y los pueblos asuman como propia la pelea contra la violencia hacia la mujer y por el conjunto de los derechos femeninos.
Vamos por un 8M grandioso
En Argentina y en muchos lugares la bronca estalló por ¡Basta de violencia y femicidios!
Pero los programas de ajuste y represión, la miseria y decadencia social que generan, están ampliando el horizonte de reclamos y abren paso a la intervención de las centrales obreras. Por ejemplo, en Brasil la CSP-Conlutas convoca a parar el 8M y está haciendo un llamado a que se sumen las centrales mayoritarias: CUT y Força Sindical.
En Argentina, el Plan Macri, sostenido por los gobiernos patronales de provincias y municipios, obedece fielmente los deberes del amo imperialista y quiere pegarnos duro. Ya se están realizando reuniones del colectivo NiUnaMenos, las CTAs, organizaciones kirchneristas, de izquierda y feministas que acordamos en forma unánime exigir a la CGT que convoque a parar el 8M. Sobran motivos: en los 46 días que van de 2017 ya hubo 57 femicidios (más de 1 por día), la brecha salarial no baja de 27 %, la desocupación femenina es dos puntos mayor, las mujeres trabajamos tres horas más promedio por día a causa de la desigual ocupación en las tareas domésticas y de cuidado.
La resistencia y las peleas crecen, se toman empresas como AGR-Clarín o Banghó, los metalúrgicos marchan contra los cierres de fábrica, los bancarios van al paro, los docentes preparan un no inicio de clases. Pero la CGT solo amaga con un paro a fin de marzo.
Necesitamos hacer retroceder el siniestro Plan Macri, necesitamos un Paro Nacional y un Plan de Lucha ya.
Necesitamos que la CGT y las CTAs convoquen a parar el 8M, organizando la concurrencia, unificando con la marcha que anunciaron para un día antes.
Tenemos que hacer reuniones, asambleas, plenarios de delegados, sacar mandatos y discutir iniciativas que ayuden a imponer a las centrales el llamado a un Paro Por las Mujeres el 8M (en vez de un Paro de Mujeres) para incluir a los compañeros varones.
Tenemos que obligar a CTERA y a los sindicatos docentes a combinar en forma efectiva el 8M con las huelgas del sector.
Tenemos que lograr un día grandioso de huelgas y movilizaciones, nacional e internacional.
Tenemos que organizar marchas multitudinarias encabezadas por las compañeras de la Comisión de Familiares de AGR-Clarín , por las metalúrgicas, las docentes, las bancarias y todas las trabajadoras que estén luchando en cada lugar para esa fecha.
Tenemos que dar un buen golpe al Plan de Trump y el imperialismo, que es el que aplica Macri en nuestro país, con un contundente Paro Mundial Por las Mujeres.
Notas complementarias: