ORGANIZAR LAS PELEAS POR AUMENTO SIN TECHO

Los datos de la inflación de diciembre confirman el mazazo para el bolsillo de los trabajadores y los sectores populares. Y parece que enero no será mejor. Según el INDEC el costo de vida llegó al 36%, pero el de los alimentos, en promedio llegó a más del 42% (en algunos rubros importantes como las carnes, y las verduras llegan hasta el 90%). Hay que tener en cuenta que para los laburantes, sobre todo los de más bajos sueldos, gran parte del salario va a parar a la compra de alimentos por eso la pobreza crece entre los trabajadores ocupados. Cuesta salir del asombro: ¡un obrero debe trabajar todo un día para comprar 2 kilos de asado!!

¿Quiénes están pagando la crisis?

Pese a que el gobierno asegura que hay una “recuperación de la economía”, los salarios de la mayoría de los trabajadores están en la lona. Ya con Macri habíamos perdido un 20% de nuestro salario, y con los Fernández continuó cayendo. Ya hay casi un 45% de pobreza y el ajuste a los jubilados y pensionados hace dramática la vida de nuestros viejos. A las suspensiones y despidos en la era Macri, hay que agregarle los casi 2 millones de desocupados nuevos durante la pandemia. El Presupuesto enviado por el Gobierno y aprobado en el Congreso hubo un recorte real en los rubros salud, educación y asignaciones sociales.

Somos los trabajadores quienes estamos pagando los platos rotos de la economía, mientras los empresarios y oligarcas siguen ganando: durante la pandemia el gobierno los subsidió (con los ATP, les bajó retenciones y les sigue haciendo concesiones). Los monopolios y multinacionales que exportan granos (soja, maíz, trigo), los exportadores de carne y los bancos volvieron nuevamente a ser los ganadores.

El gobierno de los Fernández se ha demostrado incapaz de resolver estos problemas que causan la angustia en la mesa de los humildes y siguen beneficiando a las grandes cadenas de supermercados. Es el caso del “acuerdo de precios” para la carne: se “abaratan” unos diez cortes, pero el volumen que se venderá será solo en 3% del total del consumo.

Con acuerdo con el FMI no hay salida para el país

Hay una inflación que “está por venir”. Se van a liberar tarifas de los servicios públicos: transporte, gas, luz y agua. ( la nafta ya subió 10% en lo que va del año y  ya liberan prepagas, telefonía, cable e internet, etc.). Esta es una exigencia del FMI para llegar a un acuerdo. En estos días Alberto y Guzmán le pagaron intereses al FMI por más de 300 millones de dólares. ¿Qué recuperación económica puede haber para el país si el FMI y los buitres son una aspiradora de dólares de la deuda externa? ¿Qué recuperación del salario y el empleo puede haber, si las que deciden qué tiene que hacer el gobierno son las multinacionales y las grandes patronales? ¿Cómo se garantizará el aborto legal y gratuito y la implementación de una política contra los abusos y femicidios, si las riquezas del país se la llevan las Chevrón, Cargill, Dreyfus, las mineras y multinacionales?

La CGT, CTA y los dirigentes sindicales son cómplices

Los Daer, Caló, o Baradel, pelean por una silla en la mesa de un “acuerdo de precios y salarios” que con el verso de “parar la inflación”, atan de pies y manos a los trabajadores aceptando paritarias a la baja “moderadas, para no disparar los precios”.

Alberto y Cristina han demostrado que no quieren ir a fondo con ninguna medida que toque los intereses del FMI, y las multinacionales. El jefe de gabinete ya habla de que quieren imponer a las paritarias salariales un techo del 30% de aumento ¡Es decir por debajo de la inflación! No lo podemos permitir: desde la clase obrera y sectores populares debemos prepararnos para recuperar lo perdido en todos estos años debatiendo un programa que empiece a solucionar el problema del salario y el empleo. La salud, la educación y la vivienda. La violencia contra las mujeres y la independencia de nuestro país. Está planteada la pelea por la suspensión inmediata del pago de la deuda externa. Un aumento de emergencia de los salarios, jubilaciones y pensiones. Por la reincorporación de todos los despedidos, por un plan de obras públicas (construcción de viviendas, refugios para las mujeres acosadas y violentadas, hospitales y escuelas). Necesitamos nacionalizar los bancos y el comercio exterior que es por donde se fugan los capitales, etc. Los trabajadores aceiteros demostraron que se puede romper el techo de las paritarias. Pero para eso es necesario desde cada sector empezar a organizar la pelea y con esta presión obligar a la CGT, la CTA y a todos los dirigentes sindicales que dejen de apañar los planes patronales y la política del gobierno  o pasarlos por encima para poder salir a luchar.

Hay muchas peleas en curso, es necesario apoyarlas y coordinarlas sectorial o regionalmente, porque el aislamiento solo beneficia a las patronas, los dirigentes sindicales traidores y los planes del Gobierno. La unidad de todas las luchas es hoy una necesidad para poder ganar y en ese camino de la unidad  ir construyendo una instancia de coordinación nacional, una Asamblea Nacional de Trabajadores y Trabajadoras ocupados y desocupados.