ORGANIZARSE PARA SEGUIR PELEANDO POR SALARIO

 

Los empresarios vienen metiendo de a poco una nueva Reforma Laboral, que siempre va en contra de quienes trabajan a cambio de un sueldo para poder vivir. La mayoría además tiene que changuear para poder llegar a un salario que alcance para mantener a nuestras familias, y tampoco se llega. La inflación desbocada y el descontrol de precios se comen nuestros salarios. Por eso es urgente conquistar un salario igual a la canasta familiar, pero que acompañe la inflación y que no sea siempre para ir a pérdida. Los empresarios no pierden plata, pero quienes trabajamos perdemos cada vez más. 

DEFENDER LOS PUESTOS DE TRABAJO ES FUNDAMENTAL

Si bien el gobierno de Fernández intenta convencernos con cifras «dudosas» respecto a las fuentes de trabajo que hemos recuperado pos pandemia, lo concreto es lo que se ve día a día en las calles: lo que más creció es el trabajo precario, y en condiciones cada vez peores. La desocupación fabril femenina es altísima. El miedo a la desocupación corroe la voluntad de cada trabajador/a para salir a luchar, por la incertidumbre de poder o no mantener la familia.  

Ante la desocupación es necesario crear más puestos de trabajo en la industria, en la construcción de obras públicas etc. Mientras algunas/os trabajan horas extra y se “rompen el lomo” en una fábrica, otras/os no tienen nada. Hay que repartir las horas de trabajo entre ocupadas/os y desocupadas/os, pero partiendo de que cada una/o debe cobrar un salario igual a la canasta familiar e indexado mes a mes con la inflación. 

¡Necesitamos más puestos de trabajo urgente!! Hay que poner en marcha una bolsa de trabajo que sea controlada por las y los obreros de cada fabrica, y que priorice el ingreso de las esposas, hijas e hijos, y que incluya a las y los desocupadas/os del barrio. Con métodos transparentes y democráticos de cómo instrumentarlo, es posible de hacer. 

¿EL ESTADO ESTÁ A FAVOR DE LAS Y LOS TRABAJADORES?

Cada vez que salimos a luchar por algún reclamo, los patrones apelan al arbitraje del Estado. Ya sea en forma de conciliación obligatoria o paritarias. Nos dicen que cuando el Estado interviene con sus ministerios es para mejor. Pero confiar en eso nos debilita y deposita en manos de funcionarios estatales lo que tanto esfuerzo nos cuesta. Nuestro salario y nuestras condiciones dependen de nosotras/os. El Estado burgués tiene muchas herramientas que siempre usa a favor de los patrones, para beneficiarlos a ellos y no a nosotras/os. 

¿Y esto porque sucede así? El Estado argentino, (y cualquier estado del mundo), es la herramienta que tienen los más poderosos, los dueños de todo, para gobernar y aplicar sus leyes contra nosotras/os. Y cuando eso ya no alcanza, también sus fuerzas represivas, como la policía cuando reprime alguna lucha o movilización. La guerra entre los patrones y las/los trabajadores es parte fundamental del sistema, y es la pelea por quien se lleva la ganancia que se produce.

No podemos confiar en el Estado y sus herramientas, sus ministerios y funcionarios. Existen contra la clase trabajadora. Lo único que tenemos es nuestra organización y nuestras fuerzas.

PARA SALIR A LUCHAR, TENEMOS QUE ORGANIZARNOS

Cuando salimos a pelear, en cada lugar y fábrica tenemos que decidir con la mayor democracia obrera, para que todas/os seamos parte de la decisión de cómo encarar lo que se viene. El método de la asamblea es fundamental para esto. Igual que en la fabrica BedTime, que viene luchando por sus fuentes de trabajo, y contra la persecución a las/los trabajadores, y donde la decisión de la base es lo fundamental. 

La clase obrera va a tener que enfrentarse también a los planes del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, que siguen dejando correr a las patronales, y que quieren meternos más ajuste para seguir pagando sus compromisos con el FMI, y entregando nuestros recursos naturales a las multinacionales.

Preparar la pelea implica la mayor unidad en cada fábrica, incorporando en un pliego de reivindicaciones conjuntas los reclamos de los sectores e incluso tomando las necesidades de los barrios de alrededor, donde la desocupación y la pobreza hacen estragos. La necesidad de poner en pie Comités de Trabajo que tomen estas tareas es urgente para prepararse: ir a cada fábrica del gremio o al barrio, juntar plata para un fondo de lucha o como defendernos ante la represión en un conflicto son tareas que no se hacen de un día a otro.  Si hay que salir a pelearla, nos van a encontrar listos para eso

La unidad por abajo que hay que construir también implica extender la pelea en cada fábrica en los gremios, sabiendo que los sindicatos nacionales nada van a hacer. Se llenan la boca hablando de lograr paritarias que “empatan” la inflación, y todos sabemos que la plata no alcanza para nada. Son cómplices y socios del Gobierno y de las patronales para garantizar una “paz social” que para nosotras/os sólo es más explotación y miseria. ¡Hay que pasarlos por arriba!!

SOLO PODEMOS CONFIAR EN NUESTRAS PROPIAS FUERZAS

No habrá soluciones definitivas sino decidimos tomar en nuestras manos cada paso a seguir. Solo las y los trabajadores sabemos cómo hacer funcionar nuestras fábricas, escuelas, hospitales, yacimientos, minas, etc. Porque somos quienes ponemos en marcha todo, es profundamente injusto que un puñado de avaros se lleven todo el fruto de nuestro esfuerzo, del tiempo que no estamos con nuestras familias, del sufrimiento que implica no poder acceder a lo básico trabajando todos los días.

Hay que empezar a discutir la necesidad de que seamos las y los trabajadores quienes gobernemos. En 2023 hay elecciones y nos van a llamar a confiar en los mismos que vienen haciendo desastres en nuestro país. Pero siempre gobiernan de la mano de los patrones que, en cada lugar, nos quieren reventar. No es contradictorio: quieren la manija del Estado para usarlo contra nosotras/os. No solo hay que organizarse para defendernos de cada ataque, sino ir un paso adelante, y tomar las riendas de nuestras vidas definitivamente.

Sin una Revolución Socialista dirigida por la clase obrera, que dé vuelta todo al servicio de los intereses de las y los trabajadores y el pueblo pobre, no hay salida. No es un camino fácil, pero más difícil es seguir sobreviviendo en un sistema que solo tiene para nosotras/os un destino de hambre, miseria y destrucción.

Nuestro partido, el PSTU, pone todas sus fuerzas a disposición de este objetivo junto a las y los trabajadores que luchan contra las injusticias y desigualdades. Necesitamos cambiar de raíz este mundo, y que sea de una vez y para siempre un mundo digno de ser vivido para nosotras y nosotros, y para nuestras familias.