other

PANORAMA: INFLACIÓN , CORTES Y CARRERA ELECTORAL | ¿CUÁLES SON LAS TAREAS DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS?

 

 

Al cierre de esta edición una ola de calor recorre parte importante del país. El calentamiento global, producto del desastre ambiental al que lleva el modo de producción capitalista, empieza a ser cada vez más evidente y a meterse en nuestras vidas. Claro que nos afecta a todos igual, la desigualdad social, también se ve más evidenciada con el calor, con el que las casas de chapa, el trabajo bajo el sol, la falta de agua potable, hacen que la alerta roja, sea más roja. 

También la falta de infraestructura de las escuelas se pone en evidencia, obligando a algunas a suspender las clases o a otras continuarlas aun con alerta roja por el calor y en condiciones de precariedad. 

A esto se suma la falta de luz y agua en varios distritos. Una vez más se devela el negocio de redondo de las empresas de servicio privatizadas que reciben subsidios millonarios y aprobación de aumento de tarifas, mientras invierten poco y nada en infraestructura y, otra vez, los platos rotos los paga el pueblo trabajador. 

La inflación de enero fue un 6% y la de febrero, que aún no fue publicada, tiene una previsión de entre el 5,5% al 7%. Es decir que, en solo los dos primeros meses del año, nuestros salarios se redujeron más de un 12%. Pero si tomamos en cuenta los tarifazos en el transporte, servicios y demás, realmente el número es mucho mayor.  Por otra parte, la baja de más de 100.000 planes sociales complica además la situación de trabajadores desocupados y trabajadores informales. 

La inseguridad y represión son otras de las penurias permanentes: el caso del nene asesinado en Rosario y la represión contra la comunidad qom que protestaba por el homicidio son un botón de muestra de una situación que es cada vez más común en los barrios populares. Igual el caso de la comunidad wichi en Chaco, reprimida brutalmente por protestar por la desaparición de un joven.

 

Sequía, dólares y FMI

La sequía histórica que hay en nuestro país, que también es consecuencia del desastre ambiental, y las consecuencias de la guerra de Ucrania aumentan la sequía de dólares, que es uno de los problemas estructurales de una economía dependiente como la nuestra. 

Las patronales agrarias, acompañadas por los medios de comunicación amigos, usan la excusa de la sequía para llorar y pedir asistencia (apuntando siempre a la quita de retenciones), cuando en verdad tuvieron ganancias siderales todo el año pasado y fueron beneficiados no solo por subsidios sino también por el dólar soja concedido por los Fernández.

Frente a este panorama el Gobierno salió rápidamente a renegociar las metas del acuerdo con el FMI y a renegociar el canje de bonos en pesos con los Bancos. La renegociación que se oficializaria en los próximos días da cuenta de la intención del FMI mantener el acuerdo de forma cumplible, pero preservando la calma en un año electoral como el que estamos.  

Claro que el saqueo se intensifica: la explotación de Vaca Muerta sigue batiendo récord, la de petróleo off shore por parte de la multinacional noruega Equinor, esta dando sus primeros pasos y es defendida a capa y espada por el gobernador Kicillof, como una palanca de desarrollo, omitiendo que son las empresas quien se llevarán los réditos de dicha explotación y el pueblo trabajador quien paga los costos ambientales.

 

Carrera electoral

En este panorama, lleno de ataques a las condiciones de vida del pueblo trabajador, los políticos patronales están lanzados a todo o nada en la carrera electoral desde hace meses, con un calendario electoral que ya comienza en varias provincias.

 Por un lado, el Frente de Todos que sigue dando que hablar con sus disputas internas. Si bien lograron hacer la “mesa política” donde empezar a discutir las candidaturas, la incertidumbre sobre cuáles serán aun es lo que prima, aunque varios ya anunciaron sus precandidaturas. 

 El debate sobre si existe proscripción a Cristina o no recorre el frente. El llamado fuego amigo, no parece apaciguarse, en la medida en que competirán varias listas en la PASO. Aun con un fuego amigo álgido, ningún sector se propone aun por fuera, hasta Juan Grabois que varias veces amenazó con salirse y se dice opositor al acuerdo del FMI lanzó su precandidatura presidencial dentro del Frente de Todos, igual que Claudio Lozano, también considerado del sector crítico. 

 Por ahora, todo indica que se mantendrá una convivencia no pacífica, pero convivencia al fin. 

Por su parte, la oposición patronal también está encendida con las internas y varias precandidaturas lanzadas: Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, Facundo Manes y Patricia Bullrich , quieren ganar la candidatura presidencial, viendo que, con la situación actual, tienen importantes posibilidades de ganar. 

Preocupa a este sector el reciente armado nacional de los libertarios que les disputa votos con la candidatura de Milei, por lo que los discursos se ponen cada vez más de derecha para capitalizar ese fenómeno. 

En la carrera electoral también está el Frente de Izquierda Unidad, en donde, aunque aún queda mucho de rosca, la posibilidad de llevar la fórmula presidencial a competir en las PASO parece ser un horizonte posible, como lo fue en 2015. Hoy hay tres pre candidaturas propuestas: el PTS propone a Bregman y Del Caño, cambiando la fórmula que venían trabajando desde el año pasado que en el que Alejandro Vilca era el candidato a vicepresidente; el Partido Obrero propone a Solano para la presidencia y a Del Pla para la vicepresidencia; el MST Celeste Fierro y Alejandro Bodart. 

¿Cuáles son las tareas de los trabajadores en este panorama?

 

 

En este panorama, los medios y políticos patronales nos inculcan a tener un rol pasivo: esperar a ver como quedan las listas y votar en agosto y noviembre. Los dirigentes sindicales son parte de esto: son parte de las roscas electorales y a lo sumo, los sectores vinculados al kirchnerismo, llaman a pelear contra la supuesta proscripción de Cristina como la gran tarea del pueblo trabajador. 

Sin embargo, las necesidades que se viven día a día son muy distintas: el aumento general de salarios indexado a inflación es una necesidad para no seguir perdiendo poder adquisitivo. Las paritarias engañosas que vienen firmando todos los gremios, en cuotas, hacen que la recuperación del salario real esté cada vez más lejos. Las pautas salariales que ya se están firmando nuevamente quedan debajo de la inflación (ver
página 8). Algunos gremios estatales de distintas provincias rechazaron los aumentos ofrecidos y empieza a haber conflictos, como la asamblea y el posible paro el 22 de marzo de Petroleros Chubut (que no solo es salarial sino por pedido de inversiones).

El control de precios que supuestamente hace el gobierno es una pantomima, necesitamos un verdadero control de precios obrero y popular de toda la cadena de producción y comercialización, que arranque desde las fábricas con la exigencia de la apertura de la contabilidad de las empresas y continúe con las grandes distribuidoras y cadenas de comercio.

Para dar esta pelea y todas las demás, tenemos que tomar los problemas en nuestras manos, como hacen los vecinos/as que salen a cortar las calles en forma autorganizada por los cortes de luz, organizarnos por abajo desde cada lugar de trabajo para preparar las peleas, y unificarlas en la medida que se vayan dando. Los dirigentes sindicales no impulsan las luchas, y cuando se dan, las aíslan, hay que combatir el aislamiento uniendo todas las pequeñas peleas que se dan en distintos barrios y lugares de trabajo, así como unificar las luchas de ocupados y desocupados.

No podemos dejar que nos condenen a meros espectadores de la realidad política mientras los que siempre cargamos las crisis en nuestras espaldas somos los trabajadores y trabajadoras. Ni que pretendan que
sigamos obligadamente los canales institucionales cuando nunca nos benefician. La rosca electoral de los partidos patronales sobre la que nos quieren hacer girar, nos es ajena, y hace que en lugar de preparar las peleas por nuestras necesidades nos resignemos a ir a votar.

Y preparar cada una de las peleas no puede ser dejado como algo para mañana: por el salario, condiciones laborales, por trabajo genuino, por el medio ambiente, por la infraestructura de las escuelas, contra la violencia machista y demás. 

¿Las elecciones no importan?

Los políticos patronales, burócratas sindicales y medios de comunicación nos dicen que las elecciones son nuestra gran oportunidad de resolver nuestros problemas votando por tal o cual candidato o lista. Pero, ¿qué solución real para nosotros ha salido de allí? Eso no implica que no tengamos que involucrarnos.” Por un lado, porque las elecciones son un hecho, y la inmensa mayoría va a ir a votar. Pero, además, desde el PSTU creemos que las elecciones son una oportunidad, para pelear por la independencia política de los trabajadores. Es decir, para que los trabajadores dejemos de estar atados a los programas de las fuerzas políticas patronales que, unas con discursos más progresistas, otras con discursos más derechosos, gobiernan en favor del FMI, los empresarios y las multinacionales. Debemos presentar una alternativa propia.

Por eso que haya alternativa unitaria que plantee la independencia de clase, y un programa desde esa perspectiva es muy importante. Así como el perfil obrero de las candidaturas. Los candidatos de la izquierda deberían ser luchadores obreros o referentes de las peleas en curso. Desde el PSTU entendemos que las candidaturas no deberían determinarse por la rosca, sino que la mejor forma sería en asambleas de lugares de trabajo o barrios.

Para quienes somos revolucionarios las elecciones son también una gran oportunidad de difundir el programa revolucionario, y aprovechar esa tribuna para plantear el conjunto de nuestro programa y la necesidad de la Revolución Obrera y Socialista. Desde el PSTU haremos esa experiencia por segunda vez en Comodoro Rivadavia presentando nuestra lista y haremos nuestra campaña en el marco del frente más unitario que se desarrolle a nivel nacional.