Ensenada representa el pico de contagios COVID-19 de la actual ola en la provincia de Buenos Aires, con más de 70 casos positivos diarios y 5 fallecidos en las últimas 24 horas. La continuidad de las clases presenciales es un factor central de esa situación.
La conducción Multicolor de la seccional, en sintonía con la política de las organizaciones que la dirigen, y con una política similar a la conducción Celeste provincial, no ha planteado el cese de prespecialidad en las escuelas de manera concreta y con acciones directas. En particular, las corrientes docentes del PTS y el Nuevo MAS directamente se niegan a reclamar el cierre de las escuelas. Mientras se reclaman las vacunas de manera tibia o enunciativa se dilata el tiempo y las clases continúan, lo que se traduce en más y más contagios.
En esa situación de riesgo creciente e inacción de la dirección, las bases han producido una rebelión. En primer término, impusieron una gran asamblea general en la Plaza central de Ensenada. Y luego, lograron un gran triunfo, votando un paro de 48 horas, movilización y nueva asamblea el viernes para poder discutir si hay alguna respuesta de las autoridades y ver con qué medidas seguir, que aisló la posición de los dos primeros y obligó al resto a votar la exigencia de cierre de las escuelas. La votación de 90 a 19 fue un logro de la base docente impuesto a la Multicolor de Ensenada.
Con esta política la docencia del distrito emerge como una referencia para el resto de los trabajadores de Ensenada. El Gobierno sigue diciendo que en fábricas y escuelas no hay contagios y eso es falso. La docencia tomó en sus manos el problema de la defensa de la salud.
Sigamos por este camino de lucha para lograr el fin de la presencialidad escolar y un plan masivo de vacunación. Los y las docentes de Ensenada marcan el rumbo para defender la salud de las familias trabajadoras.
¡Todas y todos a la asamblea del viernes 9/4 para seguir luchando en defensa de nuestras vidas!