Esta semana se dio media sanción al Proyecto de Ley de Participación en las Ganancias de las Empresas a los trabajadores telefónicos. El FPV presentó el proyecto a través de Hector Recalde. El FIT lo apoyó a través de Néstor Pitrola y Nicolás Del Caño entre otros, que consideran la media sanción un paso adelante.
Esto abre un viejo debate entre los trabajadores sobre los “beneficios” de participar en las ganancias patronales. Directivos sindicales y gobierno dan el ejemplo de Firestone en los 90: el acuerdo de participar en las ganancias abonó la decisión empresaria de quedarse en el país.
Nosotros, basándonos en la experiencia de años de historia del movimiento obrero y en las enseñanzas de los revolucionarios, siempre lo consideramos una trampa.
Para entender esta discusión partimos de una verdad elemental: toda la riqueza que se crea es producto del trabajo de la clase obrera. Una parte de esa riqueza creada por los trabajadores va a cubrir las necesidades de la familia obrera en la forma de salario. Pero los patrones nos roban otra parte de esa riqueza que creamos los trabajadores, y ésa es su ganancia. La ganancia del patrón surge de la explotación de los obreros, del robo de una parte de la riqueza que creamos los trabajadores.
Ganancias patronales contra salarios obreros
Que “participemos” de las ganancias “suena” bien. Pero con ese cuento nos convencen de trabajar más para producir más en menos tiempo (más productividad) y así generar más ganancias. Así, con el cuento de la participación en las ganancias, las patronales logran aumentar nuestra explotación. Por eso está en el art. 14 bis de la Constitución Nacional, hecho en 1957 por los gorilas de la “Libertadora”, el golpe militar contra Perón.
La más elemental lucha obrera es por lograr que nuestros salarios alcancen para pagar nuestros medios de subsistencia: alimentar, vestir, educar a nuestros hijos. Pero el justo reclamo de mayor salario para cubrir la inflación, siempre choca con la feroz oposición de los capitalistas, que defienden sus ganancias que se achican si tienen que dar aumento.
Entonces salarios obreros y ganancias patronales son opuestos.
“Participar en las ganancias” es una gran trampa.
Porque justifica la ganancia empresaria, que sale del robo de nuestro trabajo no pagado. Ilusiona a los obreros con ser “socios” de “parte del negocio”. Nos hace cuidar la “rentabilidad” patronal, con mayor “productividad”, a cambio de un “mordisquito”. Y fomenta aún más la división de los obreros. Porque la minoría de los empleados de planta y en blanco que “participa de las ganancias”, estará a favor de la mayor explotación de sus hermanos de clase precarizados, contratados eventuales, que producen más ganancias y no tienen “participación”.
En lugar de “participar de las ganancias” debemos exigir a las CGTs y CTAs que reclamen para todos los trabajadores un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar y con ajuste automático mensual de acuerdo a la inflación, sin ninguna exigencia de aumento de la productividad y con el pase a planta y en blanco de todos los precarizados.