Ante los ataques de la patronal y la complicidad de la burocracia que deja correr los despidos sin decir una palabra, el conflicto por la reincorporación de los obreros de Pilkington ha abierto algunos debates políticos y metodológicos entre los trabajadores y también entre las corrientes políticas que actuamos allí, fundamentalmente con el Nuevo Mas (NM).
Aunque no ha terminado la lucha, aun se puede retomar el rumbo de la unidad de los trabajadores y una política correcta para ganar, tal como se vio el primer día en la fábrica. Hacer los debates abiertamente ayudará a ganarle a la patronal para que los trabajadores sean reincorporados y todos estemos en mejores condiciones para las duras luchas que tenemos por delante. En esta nota, abordaremos los debates centrales.
Con los dirigentes a la cabeza, o con la cabeza de los dirigentes.
Las luchas por despidos y suspensiones que han triunfado son aquellas en que se logra la unidad de los despedidos con los que están adentro, obligando a veces a las CI y sindicatos a ponerse al frente. Así fue en el FFCC Belgrano Norte, o incluso en Pilkington el paro del primer día en planta,donde fueron fundamentales las asambleas conjuntas con los despedidos para garantizarlo, pese al boicot de la CI y también en el posterior paro del sector ADC. Las asambleas con los trabajadores de adentro, la presión que hicieron hasta que el delegado de ADC,tuvo que frenar la producción, los escraches en los baños contra los delegados, demuestran que es la fuerza de la unidad lo único que puede derrotar los planes de la patronal y la burocracia.
A contrapelo de esto, el Nuevo Mas se ha negado sistemáticamente a exigirle al SOIVA (Sindicato de Obreros de la Industria del
Vidrio y Afines) y a los delegados que se pongan al frente de la lucha. No movieron ni un dedo para organizar a los compañeros desde adentro y boicotearon la única reunión con el Sindicato que se había votado en asamblea, lo cual fue aprovechado por la burocracia para desligarse de su responsabilidad. Esta política del NM no hace más que favorecer a los dirigentes sindicales traidores y entregarles la derrota del conflicto servida en bandeja.
Una política al servicio de la campaña electoral
Montar bloqueos con militantes aislándose de la opinión de los compañeros de fábrica, hacer actos sólo con la izquierda con lindos discursos combativos, salir en los medios de televisión que se acercan a los cortes de calle casi sin hablar del conflicto y muy lejanos a lo que pasa dentro de la fábrica, no es una casualidad, sino que tiene una lógica distinta a lo que necesitamos para poder ganar el conflicto.
Es decir, en lugar de buscar una y otra vez el modo de unir a los trabajadores en la lucha contra la patronal, apretando a la burocracia y dirigiendo al conjunto dela fábrica, la política del NM se orientó a utilizar el conflicto para ubicarse en la carrera electoral.
Sólo basta ver sus acciones y escuchar los discursos de sus dirigentes para notar que ese es el centro de sus intervenciones, utilizando
los actos para pedir frentes y candidaturas electorales, equiparando la unidad en la lucha con la unidad electoral. El discurso de cierre del
ultimo acto en puerta de fábrica del 9/2 por parte de la CI fue contundente en este sentido.
No estamos en contra de que se lleven banderas y mucho menos la participación de las organizaciones políticas que apoyan un
conflicto. Incluso los bloqueos, la instalación de carpas y los actos pueden ser validas en algún momento. El problema es que eso debe estar al servicio de lograr la unidad y masificación de la solidaridad obrera, y no restringirlo a la izquierda, y mucho menos a la imposición de un solo partido como viene sucediendo. Simplemente porque esto no representa al conjunto de los compañeros de PK, que tienen distintas opiniones políticas, lo que hace más difícil su participación para debatir las ideas entre todos. Y por supuesto quedaremos el debate electoral, pero esta no es la forma.
Su desesperación de acaparar todo electoralmente es tal, que incluso han llegado a agredir físicamente a nuestros compañeros en una movilización para poner una de sus tantas banderas frente a la única del PSTU. Ante el repudio de los trabajadores, el NM insistió en que “son cosas que pasan y pueden volver a pasar”. Las agresiones físicas no son “cosas que pasan”,al menos no entre compañeros y luchadores.
¿Qué es y para qué sirve el fondo de lucha?
Los fondos de huelga o de lucha son la herramienta histórica de los obreros y obreras para sostenerse mientras la patronal nos quita el salario, e intenta quebrarnos
por hambre.Organizar ese fondo fue uno de los objetivos de la Comisión de Mujeres. Sin consultar a nadie, el NM se apropió del dinero del fondo de lucha, abriendo una cuenta personal en un banco, negándose a darle dinero a los compañeros despedidos. Ante los reclamos, siguen alegando que ese fondo es para mantener la carpa que ellos mismos montaron en la puerta dela fábrica, porque ese era “el corazón de la lucha”. También para la organización de los actos electorales y festivales que ellos decidieron hacer e incluso, para pagar micro sa movilizaciones marginales cuyo
único objetivo es aparecer ante las cámaras.
Decididamente, un sector de compañeras de la Comisión ha salido a juntar dinero y organizar actividades como peñas, con el objetivo de repartir el dinero entre las familias, tal como se había acordado desde el principio. Porque el dinero de este fondo debe ayudara financiar las actividades, pero no
Fiel a su lógica aparatista, el NM ha salido a atacarlas con el argumento de que estas acciones dividen y que el PSTU las maneja,subestimando la capacidad y decisión de cada una de ellas. Una vergüenza pocas veces vista de una organización que se reclama socialista.
¿COMBATIR EL MACHISMO DIVIDE LA LUCHA?
La denuncia pública que pesa sobre uno de los trabajadores despedido spor haber violentado física y económicamente en reiteradas oportunidades a su ex compañera y a sus hijos, desató un importante debate en el conflicto:¿es necesario e importante combatir el machismo aún cuando existe un conflicto obrero en curso? Para el Nuevo Mas, parece que no. Ya en 2017, la organización Furia Feminista había buscado por esta cuestión la solidaridad del NM (Comisión Interna de la planta)y de su organización de mujeres, Las Rojas. Sin respuesta, recurrieron al método del escrache en la puerta de la planta para visibilizar la cuestión. Era necesario y urgente hacerla llegar a quienes iba dirigida y poner la cuestión sobre la mesa para que sean las organizaciones que los trabajadores habían creado quienes investiguen las denuncias formuladas. Hubiera sido fundamental al menos escuchara quienes hacían la denuncia en cuestión, y tomar las medidas que los trabajadores creyeran correctas.
Lejos de impulsar esta política, fueron los referentes del NM quienes se negaron rotundamente a tratar la cuestión con el argumento de creerle a priori al trabajador acusado y de afirmar que “los problemas privados no tienen que discutirse entre todos”, aprovechando para montar una campaña furiosa contra el PSTU y LuchaMujer, acusándonos de querer “reventar y dividir el conflicto”.
Lejos de dividir la lucha, tomar en sus manos un tema que muchas veces se esconde y se niega, hubiera dado confianza y fortaleza para continuar avanzando de conjunto. Es el machismo y la violencia que este sistema genera lo que nos impide pelear hombres y mujeres juntos, y los revolucionarios tenemos que ser pacientes pero implacables con nuestros compañeros en este combate. Lamentablemente, también en este terreno, la política del NM va a contramano de una postura principista y de verdadera unidad de la clase, donde las mujeres dejemos de ser violentadas y podamos asumir nuestro verdadero rol en la lucha.