El presidente Macri a través de un decreto redujo el presupuesto para educación del 6% del PBI al 3% e intenta avanzar con la ola privatizadora. Se niega a abrir las paritarias docentes atacando frontalmente junto a Vidal a los trabajadores de la educación.
Las escuelas primarias tienen grandes problemas edilicios sumado a que no contamos con la cantidad de escuelas ni de jardines de infantes necesarias para garantizar pleno acceso en condiciones dignas de enseñanza – aprendizaje. Junto a esto la casi nula cantidad de guarderías estatales y jardines con salas de 3 años de edad.
Hace más de diez años declaró obligatoria la secundaria, pero por más ley que haya el 50% de los jóvenes no la terminan, ya que el Estado no garantiza realmente el acceso a la educación. Su plan de fondo, que no es otro que el plan del Banco Mundial que vienen aplicando los sucesivos gobiernos, es dejar a lo sumo una educación primaria de bajos recursos que enseñe lo básico, y privatizar el nivel medio, terciario y universitario. Para hacerlo culpa a los docentes del estado decadente de la educación actual, como por ejemplo con la evaluación Aprender 2016.
Las reformas curriculares junto al recorte de presupuesto buscan vaciar de contenido la educación, es concretamente saqueo de conocimiento al servicio de generar escuelas básicas primarias para los hijos de los trabajadores cada vez más pobres, de las cuales saldrá la mano de obra y otras para los hijos de los ricos empresarios, la patronal y los funcionarios.
El presupuesto para educación pública estatal se recorta al mismo ritmo que se aumentan los subsidios a la educación privada. Los salarios docentes no cubren en su mayoría ni la mitad de lo que necesita una familia para vivir.
Un ataque al conjunto
Todo esto no es más que un feroz ataque a la clase obrera y los trabajadores en general. En primer lugar, nos saca cada vez más el acceso gratuito a la educación, porque por más que aún no puedan concretar la privatización de fondo, estudiar es cada vez más caro, transporte, útiles, materiales de lectura, junto a la vestimenta y la comida adecuada, de niños y adolescentes, para garantizar el estudio se lleva de las familias obreras una gran parte de sus ingresos que el estado debería garantizar.
La ausencia de jardines de infantes es un directo ataque a la mujer obrera, trabajadoras en general y a las de la educación en particular. Cerca del 80% de los trabajadores de la educación son mujeres que a su vez deben pagar jardines privados o a quien cuide de sus hijos desde los 45 días de vida hasta los 5 años durante su jornada laboral. Su salario se esfuma.
Y esto no es casual porque a su vez es la creación de clientes obligatorios para las instituciones privadas, un negocio consciente.
Es por todo esto que desde el PSTU decimos que la defensa de la educación pública estatal es tarea del conjunto de la clase obrera, es enfrentar el ajuste de conjunto, es la unidad para defender lo nuestro.
Propuestas para un plan educativo de emergencia
Esta situación ubica a los docentes, al resto de los trabajadores y a los estudiantes, en un momento muy exigido: el de superar la ideología de la resignación, de la búsqueda de “lo posible” e intentar la búsqueda de otro camino: el de pelear por un plan educativo de emergencia, por una educación para los trabajadores y sectores populares y por una verdadera y definitiva Independencia Nacional. No queremos escuelas para ricos y escuelas para pobres. Necesitamos volver a tener un sistema educativo nacional que incorpore el arte, la ciencia y la tecnología y que disponga de los fondos necesarios para hacerlo.
Para eso proponemos luchar por:
• Fijar ya para los trabajadores de la educación un salario básico nacional mínimo igual a la canasta familiar (mas de $13.000) indexado mensualmente de acuerdo con la inflación real, sin presentismo ni sumas en negro.
•Presupuesto educativo acorde a las necesidades
• Derogación de las actuales Leyes de Educación, de Educación Técnica, de Financiamiento Educativo y de Educación Superior; anulación de las llamadas Reformas Educativas.
• Boleto educativo gratuito para trabajadores de la educación y estudiantes de todos los niveles.
• Poner a pleno el funcionamiento los comedores escolares y universitarios con una dieta que satisfaga las necesidades alimenticias.
• Libros y útiles escolares sin cargo para todos los alumnos.
• Reparación y ampliación de los edificios existentes.
• Creación de nuevas escuelas, en especial jardines maternales (de 45 días a tres años) y jardines de infantes.
¿De dónde puede salir la plata para esto? ¡Plata hay!
• No pago de la deuda externa
• Supresión de subsidios a la Iglesia y a todas las escuelas privadas. Las escuelas que no puedan sostenerse ingresarán sin indemnización a la enseñanza estatal.
• Suprimir todo pago en concepto de viáticos y gastos especiales a funcionarios, asesores y legisladores. Todos los funcionarios y legisladores cobrarán el sueldo de un maestro con jornada completa
• Impuestos a los bancos, a los grandes propietarios del campo, a las mineras, petroleras, hipermercados y grandes empresas radicadas en el país
• Que empresas líderes de alimentación, construcción y papel aporten gratuitamente los elementos necesarios para el funcionamiento de los comedores, la reparación de escuelas y la provisión de útiles. Por ejemplo, con sólo el 4% de la producción de leche de La Serenísima, Sancor y Danone se podría dar la copa de leche a todos los estudiantes primarios del país.
•Estatización de toda empresa que cierre o despida, poniéndola a producir para las necesidades educativas, por ejemplo, la planta de AGR podría producir folletos y manuales escolares; las textiles los guardapolvos y zapatillas.
*Desmantelar el aparato represivo. Por ejemplo con los U$D 2000 millones en armamento de guerra que el Gobierno tramita comprar a EE.UU se podria pagar un aumento de unos $ 3000 mensuales durante un año a un millón de docentes que hay en todo el país.