Cada día cuesta más llevar un plato de comida a la familia. Prendemos el televisor o leemos el diario y vemos que, en el resto del mundo, los trabajadores y el pueblo pobre pasan situaciones muy parecidas. Esto es por la crisis económica mundial que estamos viviendo desde el año 2007.
Suman despidos todos los días y es cada vez más complicado encontrar laburo. El gobierno de Macri dice que lo que necesitamos es “atraer inversiones” para generar empleo, y para eso tenemos que perder derechos laborales que no son atractivos para los grandes empresarios del mundo. Y por eso su plan de Reforma Laboral.
Pero como con todo lo que nos dice Macri no podemos comernos el verso un segundo. Lo que quiere (y necesita) es abaratar todos los costos de producción para que los empresarios sigan ganando fortunas ¿Y por qué tan desesperadamente? Justamente porque la crisis económica nos coloca a los trabajadores como primera variable de ajuste para salvar los negocios empresariales.
Pero no es el único en aplicar estos planes. gobiernos de todo el mundo se mueven desesperados para ver como salvan las ganancias de los ricos y poderosos. Y por eso aplican leyes laborales muy similares a lo largo y ancho del mapa.
Por eso solo podemos enfrentar la Reforma Laboral de Macri si la enfrentamos como lo que es: como parte de un plan a escala mundial para que los trabajadores paguemos los platos rotos.
Europa: crece la explotación en el viejo continente
Las potencias europeas no solo no son ajenas a este ataque masivo a los derechos laborales, sino que han hecho grandes (y nefastos) avances en este sentido. En particular Alemania, cuyos políticos y economistas vendieron ese aumento brutal de la explotación y la precariedad como el “milagro económico” que permitió que su país siguiera creciendo en medio de una crisis que arrasaba el continente; inventando así la receta de la explotación que impusieron al resto de la Unión Europea, especialmente en países como Grecia y España.
Ahora es en Francia en donde la patronal lanza los peores ataques. Tras la Reforma Jubilatoria de 2010, y la Reforma Laboral de 2016 conocida como la ley El-Kohmri -por el apellido de la ministra de trabajo que la impulsó- ahora el presidente Macron busca una nueva reforma que supere a esta última; eliminando derechos laborales históricos, flexibilizando tanto las condiciones de trabajo como las salariales, destruyendo la organización sindical y abaratando el despido.
La Francia obrera sale a la calle…
Pero los trabajadores y el pueblo francés no están dispuestos a dejar pasar semejantes ataques sin lucha. La ley El-Kohmri provocó una movilización monstruosa; meses de marchas, convocatorias y paros masivos que terminaron por desgastar al anterior gobierno, tras un año de agitación social.
Hoy las grandes movilizaciones han vuelto. Ya hubo marchas de centenares de miles de manifestantes, y se ha convocado a un paro del transporte a partir del 25 de septiembre; oscureciendo el panorama para el actual presidente Macron.
Por ahora, los jefes de las grandes centrales sindicales (CGT, FO y CFDT) juegan a estirar los tiempos y desgastar la lucha. Así como evitaron la caída del Gobierno anterior y la ley El-Kohmri rehuyendo de enfrentar verdaderamente a la reforma al no llamar a una Huelga General por tiempo indeterminado, hoy se mueven con una timidez injustificable frente a un Gobierno abiertamente antiobrero. Solo si los obreros de a pie logran empujar a la lucha a esos dirigentes, o directamente reemplazarlos, podrán vencer definitivamente los intentos patronales de arrebatarles sus derechos.
La reforma en Brasil: un problema para los obreros argentinos
Desde que el pasado 11 de julio se aprobara en Brasil la drástica Reforma Laboral que consagra un bestial aumento de la explotación y una marcada pérdida de derechos, los patrones y políticos de este país han estado buscando la forma de implementarla acá.
«Viendo la Reforma Laboral brasileña, la Argentina puede 1) imitarla, 2) salirse del Mercosur, 3) resignarse a perder millones de empleos a costa de Brasil» tuiteó Marcos Galperín, CEO de MercadoLibre, sintetizando el pensamiento actual de la patronal argentina. Y aunque los funcionarios macristas han declarado varias veces que la reforma que buscan implementar no sería tan drástica como la brasilera, el grado de integración de la economía de nuestro país con la de Brasil indica que lo que en realidad buscan no está muy lejos de lo que han impuesto a los trabajadores de Brasil.
Los dirigentes de los sindicatos argentinos salieron a criticar públicamente la reforma que se quiere implementar, pero no mucho más: habiendo congelado el paro nacional exigido por las bases, jugándose a las especulaciones electorales y a las reuniones con funcionarios; no hacen más que repetir el triste papel de los dirigentes de las principales centrales obreras brasileras, que se borraron de la lucha en el momento clave, dejando pasar la reforma, y ahora solo se limitan a prepararse para las elecciones de 2018.
En Brasil, sin embargo, ha habido brotes de desborde y rebelión entre los trabajadores de base; demostrando su voluntad de lucha a través de varias acciones puntuales como las protestas en Brasilia el pasado 24/5, o las diferentes jornadas de movilización. De ampliarse y crecer estas acciones, el dominio de los sindicalistas traidores se vería resquebrajado, quedando en la situación de tener que elegir entre luchar o ser barridos de sus puestos. Ya que las patronales y los jefes gremiales argentinos buscan imitar a sus pares brasileros, los trabajadores argentinos deberíamos imitar a esos obreros brasileros que se rebelan contra los empresarios y sus aliados organizándose para luchar.
México: represión al servicio de la explotación
A principios de año, el gobierno de Peña Nieto implementó una Reforma Laboral que amplía el control del estado sobre los sindicatos, incrementando la capacidad de reprimir o judicializar conflictos; que se suma a la reforma que en 2012 abrió la puerta a la precarización laboral con la implementación de las tercerizaciones. Otra carga para una clase obrera que desde que México estableció el libre comercio con Estados Unidos y Canadá, viene sufriendo un aumento vertiginoso de la explotación y de los ataques sistemáticos a sus derechos.
La actual Reforma Laboral mexicana consiste en poner los conflictos y negociaciones laborales bajo arbitrio del poder judicial, y limitar el derecho a huelga con una legislación más dura; al tiempo que se amplían las facultades del organismo dependiente del gobierno que regula la actividad sindical. Así, se produce una judicialización permanente de la vida laboral, obligando a que todo reclamo obrero vaya directo al despacho de un juez.
En el caso mexicano, tampoco se puede esperar nada de los dirigentes sindicales; escandalosamente corruptos. Pero algunas luchas han logrado abrirse camino dando lugar a la posibilidad del surgimiento de nuevas direcciones (esto se vio en docentes, electricistas, etc.); siendo esa la única salida para luchar contra un orden patronal que garantiza el más brutal de los saqueos.
A problemas internacionales, soluciones internacionales
¡Vamos al Encuentro Sindical de las Américas!
Los gobiernos del mundo, junto a sus amigos los patrones, van a hacer todo a su alcance para que seamos los laburantes los que paguemos por la crisis. Si no queremos que se salgan con la suya, solamente tenemos una opción: construir un plan alternativo de los trabajadores para que sean los ricos quienes paguen e imponerlo por medio de la movilización
Pero podemos ver que claramente los dirigentes sindicales que tenemos son una traba para poder lograr esto. Necesitamos nuevos dirigentes, que se formen en la lucha, que la lleven hasta el final y que puedan coordinar con trabajadores en lucha de todo el mundo.
Tenemos una oportunidad de empezar a trabajar por eso, y es en el Encuentro Sindical de las Américas, que se realizará entre el 15 y 17 de octubre en Brasil. Este encuentro se propone ser puente en la coordinación de las luchas del pueblo trabajador contra los recortes en todo el continente.
Previo a este encuentro, se realizará el Congreso de la CSP-Conlutas, central sindical brasileña que se ha encontrado al frente de las huelgas generales y las movilizaciones contra la Reforma Laboral y Jubilatoria del gobierno de Temer, disputando a la burocracia sindical traidora.
Queremos que esto se discuta en cada lugar de trabajo, hacer asambleas, y que se organicen los preparativos para que se pueda viajar y participar. Es lo que estamos haciendo como PSTU en todos los lugares donde estamos, y te invitamos a que lo tomes en tus manos junto a nosotros.
Además, este año se cumplen 100 años de la Revolución Rusa, en la que los trabajadores conquistaron el gobierno para terminar con la miseria y la explotación. Hoy, lejos de ser algo inalcanzable, está más vigente que nunca. El capitalismo solamente nos termina dando hambre. Por lo que este encuentro tiene que servir para sacar todas las lecciones posibles de tan importante aniversario.