Los trabajadores necesitamos defendernos. Pero la Reforma laboral y los “convenios del Siglo XXI” que propone el Gobierno (con la complicidad de las dirigencias sindicales y del “Triunvirato Piquetero)(1), van directamente en contra de nuestros intereses.
Cambiar los convenios y flexibilizar, tiene el objetivo de “incrementar la productividad del trabajador”. ¿Qué es eso? Lograr que cada uno produzca más, trabaje más por la misma plata. Como figura arriba, Macri dice: “…hay tres veces más personas de las necesarias para hacer funcionar un tren, una máquina, una escuelas y eso nos perjudica a todos..”(2) ¿Entonces qué proponen? Cambiar los convenios: donde ahora hay tres, solo habrá un trabajador. ¿Y los dos que sobran?
Si hubiera una economía en expansión, podrían ilusionarnos que habrá nuevas fábricas, nuevas fuentes de trabajo. Pero no es el caso. En el marco de la crisis capitalista mundial, el Gobierno aplica un plan recesivo, con ajuste, apertura completa de las importaciones, cierre de empresas y menos puestos de trabajo. No hace falta ser ingeniero ni economista para comprender que esos dos “que sobran” irán a la calle. Con esa presión, nos impondrán más flexibilidad, rebajas de conquistas y salarios. Ese es el proyecto que el Gobierno está negociando con los “capos” sindicales. Es simple: si nos cambian los convenios y trabajamos más (“producimos más”), seremos más desocupados, más precarizado, con menores salarios. La salida es la opuesta: trabajar menos para que trabajen todos.
El proyecto Macri no sirve, como tampoco la exigencia de puestos de trabajos precarios. Necesitamos un verdadero plan de defensa del empleo y los convenios, contra la precariedad laboral, y por el aumento de salarios, que nos defienda contra la voracidad patronal.
1) Prohibición de despidos y suspensiones por dos años. Estatización bajo control de sus trabajadores de toda empresa que cierre o despida masivamente.
2) Blanqueo inmediato de todo trabajador informal (ubicándolo como planta permanente en el caso de las cooperativas que trabajan para los Estados Nacional, Provincial o Municipal).
3) Derogación de toda la legislación de precariedad laboral, prohibición de las “agencias”.
4) Reducción de la jornada laboral sin reducción salarial. Jornada de 6 horas, 4 turnos diarios.
5) Reducción de la edad jubilatoria a 60 años, con el 82% móvil del salario último.
6) Igual trabajo, igual salario. Guarderias y jardines maternales en los lugares de trabajo y estudio.
7) Trabajo para todos:
a) plan nacional de obras públicas para incrementar la infraestructura energética, vial, ferroviario y de educación y salud, incorporando millones de trabajadores desocupados, con fondos provenientes de la suspensión del pago de la deuda externa, fuertes impuestos a la fortuna y expropiación de todas las fortunas amasadas de modo corrupto (tanto por empresarios, como políticos de anteriores y actual gobierno, como sindicalistas millonarios).
b) Estatización de la industria ferroviaria, petrolera, de transporte urbano, correos, y todas las palancas esenciales de la economía, bajo control de los trabajadores, con un proyecto de inversiones financiados igual que el punto anterior.
Es preciso impulsar el debate de este plan (con estas y otras medidas) y un plan de lucha nacional, para imponerlo. Y para eso, no podemos confiar en la burocracia sindical ni piquetera, sino hacer asambleas y reuniones de delegados en cada gremio, en cada movimiento de desocupados, en cada lugar de trabajo, para impulsar este plan.
(1) CTEP, CCC, Barrios de Pie, quienes se movilizaron junto a la CGT el 18 pasado.
(2) https://www.pagina12.com.ar/4528 Macri ahora va por los convenios colectivos.