En los últimos días el gobierno inundo los medios de comunicación con declaraciones y noticias dando la impresión que vivimos en un país diferente.
El Foro de Inversiones y Negocios (el llamado Mini Davos) mostraría un país de negocios prósperos, confiable, en el que los empresarios de todo el mundo se pelean por venir a invertir.
Luego, el viaje de Macri a la ONU, reflejaría el reconocimiento del mundo a los cambios operados en Argentina, ya que ahora existiría un país “normal” con previsión, garantías y respeto a aquellos inversores tan buenos que contribuyen al progreso de todos nosotros.
Todo esto, acompañado por declaraciones casi diarias del ministro de Economía Prat Gay, afirmando que la inflación baja y criticando a aquellos que “se tomaron para la joda lo del segundo semestre”, ya que la economía estaría por fin despegando hacia fines de año.
En realidad, todos estos fuegos artificiales son para hacernos creer que la cosa va mejor y que no hay motivos para seguir peleando contra los despidos y en defensa de nuestro salario, tratando de desarticular la necesidad del paro general.
Así como fue el “relato kirchnerista”, Macri busca imponer su propio “relato” en el que la Argentina soñada estaría de regreso.
Esa cortina de humo mediática se disipa ni bien llegamos a la caja del supermercado o salimos a buscar laburo y las agencias están colapsadas de gente llenando solicitudes de empleo.
Lo que hay detrás de todas estas noticias es una gran profundización del rol servil del gobierno a las grandes multinacionales y gobiernos imperialistas, que busca ponernos de rodillas ante los planes de saqueo de nuestra mano de obra y nuestros recursos. A garantizar eso vino el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de diez años de no visitar el país. Ahí queda claro que la “Argentina soñada” es para ellos y no para los trabajadores.
Mini Davos, el país de remate
En el Foro de Inversiones y Negocios estuvieron presentes casi 2500 empresarios locales y extranjeros y 500 CEO´s y altos ejecutivos de empresas y multinacionales de 67 países.
Directamente, el foro fue una vidriera donde el gobierno exhibió el país a la venta. Altos funcionarios y el propio Macri se encargaron de responder las necesidades de los inversores con promesas y anuncios de transparencia, seguridad jurídica, previsibilidad, crecimiento sostenible, etc.
Sin embargo, esta actitud servil y de entrega del gobierno, nunca conforma al imperialismo. Mas allá del clima de euforia por la nueva etapa del país que el gobierno intento transmitir, los buitres imperialistas aun no confían en que Macri pueda imponer sus planes económicos a los trabajadores.
Por eso aunque los empresarios se deshicieron en elogios para el gobierno Macri, las inversiones no llegan. Siempre son más los dólares que se llevan de ganancia que lo que traen a invertir en el país.
El rechazo de los trabajadores y el pueblo a los tarifazos, que obligo a la Corte Suprema a sacar un fallo que atenuo los aumentos en el gas, inquieta a los inversores. También reclaman que el costo de la mano de obra es muy alta y que se necesita bajar los salarios y aumentar la productividad, produciendo a mas velocidad con menos personal.
Lo que ellos piden y Macri les promete es más ajuste contra los trabajadores, nada bueno puede venir para nosotros de esas negociaciones.
Presupuesto 2017 y pacto de gobernabilidad
Sumado a eso, esta semana en el Congreso comenzó el debate sobre el Presupuesto para el 2017. De movida, el presupuesto contempla un endeudamiento de 45000 millones de dólares como principal fuente de financiamiento.
Y entre otras cosas, buscara achicar el gasto quitando 50 mil millones de pesos de subsidios, lo que implica que nosotros pagaremos grandes aumentos en las tarifas para sostener la ganancia de las privatizadas.
Para aplicar este plan, el gobierno busca hacer mas solido el pacto de gobernabilidad con los gobernadores, a los que les ofrece un 25% mas de los fondos de la coparticipacion federal a cambio del apoyo para los planes de ajuste.
Por su parte, los capos sindicales, también buscan su lugar en el pacto de gobernabilidad. Ademas de los casi 30 mil millones de pesos que recibieron para las obras sociales, buscar erigirse como garantes de la gobernabilidad haciendo valer su peso dentro de la reorganización del PJ. De ello depende, entre otras cosas, si hacen la vista gorda o no ante el proyecto de Prat Gay de modificar la escala del pago de impuesto a las ganancias. Una modificación irrisoria, ya que, con los aumentos en las paritarias, cada vez son mas los trabajadores que pagan el impuesto al salario, ademas de que la inflación nos come lo que nos queda después de los descuentos.
Una salida de fondo contra el plan Macri
Frente a este plan que pretende que los trabajadores paguemos con nuestros salarios, trabajos o hasta nuestras vidas (como en el caso de la Línea 60, ver página 4) la crisis que ellos generaron, tenemos que pelear por salidas de fondo.
Desde el PSTU creemos que esta salida empieza por dejar de pagar la fraudulenta e ilegitima deuda externa, que nos dejó la dictadura y todos los gobiernos democráticos pagaron aun a costa del hambre del pueblo; por echar a las multinacionales que se llenan los bolsillos a costa de nuestro trabajo y en su sed de ganancias ponen en juego las vidas de nuestras familias, como con el nuevo derrame de cianuro que provocó la Barrick Gold en San Juan; estatizar las principales palancas de nuestra economía, el petróleo y los recursos naturales con control de los trabajadores; por romper definitivamente con los planes imperialistas y que los trabajadores encabecemos una Segunda y Definitiva Independencia.
Nuestra pelea contra los despidos, por nuestro salario y contra la represión va unida a la lucha por un gobierno de los trabajadores, que en unidad con los pueblos latinoamericanos, expulse al imperialismo de la región.
Malvinas: la gran entrega
Luego del Mini Davos, Macri viajo a EEUU y está participando de la asamblea de la ONU.
Mientras Mauricio sigue ofreciendo a precio de remate el país y da el apoyo a Hillary Clinton, la canciller Susana Malcorra tejió un acuerdo con los ingleses en el mismo sentido. En una declaración común con el gobierno británico, la Argentina se compromete a facilitar las inversiones inglesas y de otros países en gas, petróleo y pesca en la zona de Malvinas. Además, se suman vuelos a las Islas Malvinas con escala en nuestro país. Claro que “los beneficios de la cooperación y de un compromiso positivo de todos los involucrados” no incluye para nada la discusión de la soberanía. El gobierno intenta enterrar el reclamo histórico de los argentinos y pueblos latinoamericanos de que las Malvinas son y serán argentinas.
Ante la controversia generada por esa declaración conjunta, Macri salió a responder que el tema de la soberanía se tiene que resolver a través del dialogo y de una forma amigable. Sin embargo, la Primera Ministra Británica Theresa May inmediatamente desmintió al presidente diciendo que nunca se habló del tema de la soberanía de las islas.
Desde el PSTU denunciamos esta terrible entrega y decimos: ¡Ninguna amistad con los usurpadores de nuestras islas! ¡Fuera ingleses de Malvinas y fuera todas las empresas inglesas que se llevan sus ganancias de nuestro país!