Se cumplen 17 años de la histórica lucha del pueblo Argentino en el 2001, donde sacamos a De la Rúa de la presidencia, enfrentando la represión del Estado, que se cobró 39 vidas.
La miseria, el hambre y la desocupación nos empujaron a la calle peleando con lo que teníamos a mano, y sacamos a 5 presidentes en 11 días gritando “que se vayan todos y no quede ni uno solo”.
Ese canto volvió a sonar el año pasado, durante las jornadas de lucha del 14 y el 18 de Diciembre, cuando enfrentamos la reforma previsional.
Los trabajadores y el pueblo aprendieron de eso y saben muy bien que hacer frente al hambre y la miseria, pero las principales conducciones políticas y sindicales no quieren pelear, no quieren un 2001, no quieren que se vayan todos, porque eso significa que ellos también se tienen que ir. Por eso nos dicen que esperemos hasta las elecciones del año que viene para votar un nuevo gobierno, mientras sostienen a Macri.
Tenemos que exigirle a la CGT y CTA que llamen a un Paro Nacional y Plan de Lucha. Y en lugar de esperar a las próximas elecciones que convoquen una Asamblea Nacional de Trabajadores, conformada por delegados elegidos en asambleas en los lugares de trabajo, para que allí seamos los trabajadores quienes decidan qué hacer con el país, y no los empresarios como Macri, o Cristina, que gobiernan y gobernaron a favor de las multinacionales y los buitres del sistema financiero.
Solamente los trabajadores pueden gobernar para los trabajadores, por eso no podemos tener ninguna confianza en los patrones y sus partidos, y tenemos que seguir en las calles peleando contra el ajuste, la represión y la miseria del Gobierno de Macri.
Necesitamos de un nuevo Argentinazo que pase por encima a los dirigentes traidores, saque a Macri como sacamos a De la Rúa y avance en la construcción de un gobierno de los trabajadores y el pueblo, sin patrones, que ponga las fábricas en manos de los obreros que las hacen funcionar, los campos en las manos de quienes trabajan la tierra, y todo el producto del trabajo para terminar con el hambre y la miseria. Para que haya educación y salud pública de calidad y no se mueran mujeres por abortos clandestinos, ni nenes por hambre, o jubilados que no tienen ni para comprar los remedios. Para que estén libres los presos por luchar como nuestro compañero Daniel Ruiz, dejen de perseguir a Sebastián Romero y a todos los luchadores, y las armas dejen de disparar a nuestros hijos en los barrios y apunten a los empresarios ladrones, a los buitres del sistema financiero y sus representantes políticos y sindicales.
Podemos ganar, sigamos en las calles, el futuro es nuestro.