Mientras a lo largo del país viene resonando la voz de los estudiantes, cada vez más fuerte, por el boleto estudiantil, las universidades públicas entran en una grave crisis presupuestaria.
La situación es tal, que la Universidad de La Matanza no tiene fondos para pagar ni siquiera la luz. El consejo superior de la UBA votó un aumento de presupuesto del 0% respecto del año anterior. Con ese presupuesto alcanzaría para tener clase hasta agosto. O lo que es lo mismo, no se podría cursar el segundo cuatrimestre.
Esa es la realidad. Macri paga una suma millonaria a los buitres y aplica un tarifazo violento en el transporte, la luz, el gas. Esteban Bullrich, ministro de Educación, se pronuncia contra el boleto educativo y varias universidades corren el riesgo de no poder funcionar.
Estudiantes junto a trabajadores.
Los docentes universitarios están llevando adelante una lucha histórica para romper el techo a las paritarias. En la UBA, este reclamo se expresó con clases públicas en todas las facultades. El apoyo del movimiento estudiantil a los docentes fue masivo.
En Capital Federal, Neuquén, Corrientes, Chaco y otras ciudades hubo importantes movilizaciones por el boleto. Varios sectores de trabajadores como la comisión interna de Felfort o los choferes de la línea 60 acompañaron estas demandas. En la movilización del 29, varios centros marcharon junto a los trabajadores.
Macri nos ataca a nivel nacional, la respuesta de los estudiantes debe ser nacional. Tenemos que torcerle el brazo al gobierno con un nuevo estudiantazo, esta vez, de la mano con los trabajadores. Ese es el camino a seguir.
Como derrotar el ajuste. Una polémica necesaria
Desde El Viraje! y la Juventud del PSTU venimos insistiendo en todos los lugares de estudio que esta pelea no la van a ganar por sí solas las agrupaciones del movimiento estudiantil junto a un grupo de iluminados con las banderas del centro de estudiantes. Tampoco podemos esperar que el mismo congreso que votó la entrega a los buitres solucione la crisis en la educación pública.
Como siempre decimos, es preciso ganar al conjunto de los estudiantes para poder pegar como un solo puño contra el ajuste del Gobierno, junto al resto de los trabajadores, y así lograr pararle la mano a Macri. Y para esto hay que apelar a los métodos más democráticos para que todos los estudiantes discutan cual es la mejor forma de llevar la lucha adelante.
Un ejemplo de esto es la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Allí, desde nuestro lugar como Vicepresidencia del Centro de Estudiantes hemos estado impulsando la creación de un cuerpo de delegados por cursada. Estos delegados sirven de nexo entre estas últimas y todas las instancias de participación del centro. A su vez, exigimos que se hagan asambleas en todos los turnos, para que todos podamos participar.
Esta política es ignorada por el resto de las corrientes, incluso las que dirigen el centro de estudiantes como el PO y el PTS. Estas agrupaciones parecen contentarse con los mismos de siempre y se niegan a impulsar espacios de participación para los estudiantes de base.
Nosotros tenemos una visión diferente. Vamos a poner todas nuestras humildes fuerzas a disposición de construir estos espacios, no solo en Filosofía y Letras, sino repitiendo esta experiencia en cada lugar de estudio, a lo largo y ancho del país, para salir a luchar en unidad contra el ajuste en la educación, para conquistar el boleto y muchas victorias más. Las marchas convocadas para el 6 y el 12 de mayo tienen que ser un paso más en este camino. Nos hacen falta varias manos ¿Te sumas a dar la pelea con nosotros?