Derrotado en las elecciones PASO, y ante las definitivas de noviembre 2021, Alberto Fernández, y su secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, dispusieron un congelamiento de precios de más de 1400 productos por 90 días. Un intento de frenar los continuos aumentos empujados principalmente por alimentos y bebidas con una inflación interanual del 52%. El rechazo de las patronales alimenticias a esta medida fue categórico, pero no pueden explicar que a pesar de la pandemia lograron ganancias millonarias en el 2020 y en lo que va del 2021. El problema está en que las medidas son solo para la foto. Ni se atreve a intervenir y controlar duramente a las principales alimenticias, teniendo como herramienta, aunque sea transitoria, la Ley de Abastecimiento.
En los últimos 5 años, según el INDEC, en gobiernos de Macri y Fernández, entre enero 2016 y julio 2021 los salarios evolucionaron por debajo de la inflación. Para el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), los alimentos y bebidas sin alcohol subieron un 335,2% mientras que la inflación general fue del 310,6%. Según el Índice de Precios al Consumidor en los últimos cuatro años los alimentos que más aumentaron fueron las frutas, un 437,7%, la carne, 389,6%, en tercer lugar el grupo de café, té, yerba y cacao, un 348,6%.
Si hablamos de los ingresos de los trabajadores/as en septiembre último el Salario Mínimo Vital y Móvil fue de $31.104.-, superando apenas la canasta de indigencia. En este mes una familia tipo necesitó unos $70.532.- para superar la línea de pobreza que llega casi al 45%. Y el promedio salarial de trabajos formales, se ubicó en los $42.294.-
Un congelamiento de precios que ya nace derretido
La crisis inflacionaria eterna profundiza una colosal transferencia de riqueza de los bolsillos de los trabajadores y el pueblo a unos pocos millonarios y grandes conglomerados empresarios. Y el Gobierno de los Fernández, en el teatro de las semanas pre-electorales, implementó una orden de congelamiento del precio de 1.432 productos de consumo masivo por 90 días. Algo necesario pero que no resuelve la inflación estructural de nuestra economía al estar dominada por los grandes capitalistas productores y especuladores.
Toda la oposición patronal y los medios afines criticaron la medida. El Presidente de la Cámara de Comercio, Mario Grinman, en una entrevista con CNN defendió hipócritamente a los empresarios: «Teniendo en cuenta nuestra historia, seguramente va a haber desabastecimiento”… “A los empresarios no nos respetan y nos maltratan«. Y además amenazas: «Cuando termine esta lista de precios, lo lógico es que se ajusten los precios teniendo en cuenta la inflación”. Lo que no dice Grinman son las enormes ganancias que las alimenticias y otras obtuvieron durante el 2020 y en lo que va del 2021 (Ver recuadro).
Y ya se advierten diferentes reacciones patronales: llegan listas de precios actualizadas a los comercios con valores mayores a los dispuestos desde el 1º de octubre, En la última semana la mayoría de los alimentos y bebidas aumentaron entre un 10% y 20%, y algunos más, y además de retacear la entrega de algunos productos o producir los mismos pero variando el peso en gramos o con etiquetas modificadas para desconocer las listas. Y el Gobierno brilla por su ausencia.
Lamentablemente, como todo gobierno populista, pero que en el fondo no se atreve a enfrentar a los capitalistas depredadores que representa, solo muestra para la foto grupos de militantes jóvenes de La Cámpora recorriendo algún supermercado chino o algunas banderas frente a Carrefour y/o Coto. Además de demagógicas declaraciones de intendentes partidarios, funcionarios y legisladores del palo oficialista.
Devaluación: otro factor inflacionario
Párrafo aparte merece el otro factor inflacionario que no ataca el Alberto. Como venimos denunciando el Banco Central toma fondos de los bancos y de los inversores especuladores nacionales e internacionales, y entrega bonos Leliqs a 7 días y Pases Diarios al 38% anual. Negocio redondo para estos chantajistas profesionales ya que si no se le renuevan al vencimiento corren al “dólar” y generan la devaluación, que no es el único motivo, pero sí uno de los principales. El dólar “paralelo” a casi $200.- obedeció a ello, complementado por otros motivos de previsión capitalista ante una devaluación pos-electoral.
Hay herramientas económicas que no quieren aplicar
Pero el Gobierno no apela a recursos provisorios que el capitalismo argentino ya aplicó, y podrían atenuar la salvaje remarcación de las patronales. El recrear las Juntas Nacionales de Carne y Granos o el Mercado Único de Cambios podrían garantizar alimentos y bebidas básicos con precios accesible y el resto exportarlos. Pero además puede aplicar la Ley de Abastecimiento (Ver nota aparte) interviniendo en las empresas productoras para controlar los mentirosos motivos de las remarcaciones y los posibles desabastecimientos. Pero como Gobierno capitalista que es el peronista de los Fernández, no lo va a hacer en plena negociación con el FMI de la Deuda impagable y “llorando” limosnas en al G-20.
Los socialistas revolucionarios sabemos que la única forma contundente para contener esta odiosa inflación es con el pueblo movilizado y con el control de los trabajadores en sus propias empresas organizados democráticamente para denunciar abiertamente a la especulación de los patrones, tomando en sus manos el problema y peleando por aumento salarial indexado a inflación. Sin embargo, para terminar de verdad con este flagelo del capitalismo es necesaria la expropiación de esas industrias, con control obrero, para que realmente se deje de especular con el hambre del pueblo trabajador.