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Prepararnos para grandes enfrentamientos: Hay que frenar la Ley Bases y derrotar el plan de Milei y el FMI

El gran conflicto conjunto de docentes y trabajadores de la salud, junto a los policías que se rebelaron contra sus superiores en reclamo de salarios en Misiones, es el centro de la situación del país. Ahora se suman estudiantes. En muchas provincias han comenzado a luchar contra el recorte salarial, los despidos y la eliminación de servicios.
El ajuste sin precedentes del gobierno de Milei, para cumplir los pagos al FMI y “ordenar” la economía a costa del salario, el recorte de servicios al conjunto de la población y una recesión que está provocando una ola de despidos y suspensiones, está llegando a un límite insoportable. La entrega al saqueo de las multinacionales y el alineamiento con EEUU y la Israel genocida dan vergüenza.
Tenemos que prepararnos para fuertísimos enfrentamientos. Milei no dará “marcha atrás”. Quiere derrotar a toda la clase obrera y el pueblo, y para eso aumenta la represión. Todo eso está en juego en Misiones. Tenemos que apoyar esa lucha, que es un ejemplo. Lejos de acobardarse, los trabajadores se han solidarizado con los policías rebeldes, y se han unido en el enfrentamiento al aparato represivo. Cuando el gobierno nacional y provincial mandaron la Gendarmería, no pudieron reprimir por temor a un enfrentamiento durísimo: hay armas de ambos lados. Tenemos que aprender: a la violencia represiva se la enfrenta con todo, y para eso es importante dividir las filas policiales. Así se puede vencer. Es difícil, pero posible. Depende de la capacidad de llevar la pelea hasta el fin, pasando por encima de las instituciones y la legalidad que está al servicio de los capitalistas.

ABAJO LA LEY BASES
Esta semana se está discutiendo en las comisiones del Senado la Ley Bases. Esta versión, que ya pasó por diputados, es tan peligrosa como la primera. Contiene una reforma laboral que legaliza la informalidad en la que se encuentran la mitad de las trabajadoras y trabajadores del país. Eleva la edad jubilatoria de las mujeres a 65 años y elimina la moratoria previsional.
Mediante el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones), se dan beneficios millonarios a las multinacionales extractivistas extranjeras. Las provincias deben garantizar los recursos para que éstas funcionen (agua por ejemplo), y no pueden regular su actividad mediante leyes. A la vez se restituye el Impuesto a las Ganancias que afectará a los trabajadores.
Es una ley de hambre, desocupación y entrega de nuestro patrimonio, para pagar la deuda al FMI y favorecer a las multinacionales.
Esta ley no puede pasar, tenemos que voltearla. No lo harán los senadores ni en estos políticos corruptos, que se venden por una moneda. Ahora mismo, están negociando para votarla a favor. El kirchnerismo, que se hace el opositor, se conforma con votar en contra para quedar bien, pero no hace nada para impedir que sea aprobada.


ENFRENTARLA CON EL PARO Y LA MOVILIZACIÓN
Venimos de un gran paro general, además de una movilización de millones en defensa de la Universidad. Está la fuerza de los trabajadores y el pueblo, los estudiantes, los jubilados, para enfrentarla. Sin embargo, la CGT después del paro se puso a negociar nuevamente. Quiere salvar sus privilegios, aunque la ley pase.
Ahora, un sector del sindicalismo se propone movilizar el día en que se vote la Ley en el Senado. Así lo prometieron Pablo Moyano, ambas CTAs y un sector del peronismo. Es un paso adelante. Pero no podemos confiar en que eso “convencerá a los senadores”.
Para derrotar este plan y tirar abajo definitivamente esta Ley, se necesita una lucha muy fuerte. No puede ser un “paseo” y listo. Tenemos que transformar el día en que intenten votar la ley en una jornada de lucha nacional para derrotarla. Como hicimos el 18 de diciembre del 2017, cuando derrotamos al gobierno de Macri y lo dejamos “quebrado” (como él mismo reconoció), cuando decenas de miles de trabajadores con sus sindicatos junto a activistas enfrentamos la represión y la vencimos. Nuestro partido fue parte de esa jornada, y pagó con persecución y cárcel de compañeros como Sebastián Romero y Daniel Ruiz.
Ese día debe haber un paro nacional con movilización, y cerrar los accesos a las principales ciudades del país, así como los centros de transporte y producción. Si somos capaces de hacerlo, es posible derrotar a Milei.
Tenemos que imponer asambleas en todas las empresas, que toda la base obrera decida cómo luchar. Tenemos que coordinar por abajo todas las luchas, e ir construyendo desde allí una dirección confiable para la pelea.


CONTRA EL PLAN DE MILEI, UN PLAN OBRERO Y SOCIALISTA
Hay que derrotar este plan, no para mantener las cosas como están, porque están mal. Tenemos que imponer una nueva política, un plan obrero y popular.
Es decir, terminar con los grandes capitalistas, echar a las multinacionales poniendo todo el aparato productivo y financiero al servicio de las necesidades del pueblo, bajo control de los mismos trabajadores. Tomando estas medidas, dejando de pagar la deuda al Fondo, y con un plan obrero alternativo que recupere todos los recursos naturales como propiedad estatal, bajo control obrero, se puede terminar realmente con la inflación y poner en pie un plan de desarrollo industrial y económico para beneficio de todos los habitantes de nuestro país.